Nikolai Patrushev en una foto de archivo.

Nikolai Patrushev en una foto de archivo. Efe

Europa

Nikolai Patrushev, "el hombre más peligroso de Rusia" y quien "susurra veneno en el oído de Putin"

Nacido en 1951, Patrushev es considerado por muchos como el halcón del presidente, con quien comparte su visión imperial del mundo.

18 julio, 2022 02:01

El Consejo de Seguridad de Rusia es, hoy por hoy, una de las instituciones más poderosas del país. Más, incluso, que la Administración presidencial.

Sobre papel, es un órgano meramente consultivo que se encarga de dar consejo al presidente sobre cuestiones de seguridad nacional y exterior. En la práctica, en cambio, esta institución heredada del régimen soviético es desde hace un tiempo el centro de la toma de decisiones políticas del Kremlin.

Y quien está al mando de este aparato es Nikolai Patrushev, uno de los asesores más cercanos a Vladímir Putin que podría llegar a ocupar su puesto en caso de que le pasase algo al líder actual. Nacido en 1951, Patrushev es considerado por muchos como el halcón del presidente, con quien comparte su visión imperial del mundo.

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Para el académico británico Mark Galeotti, experto en Rusia de la facultad de Estudios Eslavos y de Europa del Este de la University College of London, es “el demonio en el hombro de Putin que le susurra veneno en el oído”. O, en otras palabras, “el hombre más peligroso de Rusia”, según ha repetido Galeotti en varias publicaciones

La fama no es ni mucho menos gratuita. Sus numerosas apariciones en diferentes medios de comunicación nacionales, le colocan como uno de los principales altavoces de la desinformación rusa sobre la guerra en Ucrania. 

Vladimir Putin en una reunión.

Vladimir Putin en una reunión.

Este mismo abril, Patrushev realizó una entrevista en el periódico gubernamental Rossiyskaya Gazeta, en la que empezaba acusando a Estados Unidos de “intentar obligar a Rusia a renunciar a su soberanía, autoconciencia, cultura y política exterior independiente”. Y acababa hablando de la operación especial en Ucrania para “desnazificar el territorio y destruir el punto de apoyo del neonazismo creado por los esfuerzos de Occidente en las fronteras rusas”.

Unas proclamas que siguen la línea marcada por el Kremlin desde inicios de año, pero llevadas al extremo y mezcladas con distintas teorías de la conspiración. “Occidente ha reactivado el mercado en la sombra para la compra de órganos humanos de segmentos socialmente vulnerables de la población de Ucrania para operaciones clandestinas de trasplante para pacientes europeos”, dice en la entrevista.

Carrera como espía

En su juventud, estudió ingeniería naval y se doctoró en ciencias jurídicas. Sin embargo, si hoy es el responsable del Consejo de Seguridad es por su carrera  como espía. 

En los años 70 se unió al KGB de lo que ahora es San Petersburgo y que antes era Leningrado. Allí conoció a Putin, aunque trabajaban en distintos departamentos, y desde entonces ha permanecido a su lado.

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Primero como asesor del actual líder ruso cuando este fue nombrado jefe del FSB (agencia sucesora de la KGB) en 1998. Más tarde, cuando Yeltsin designó a Putin como primer ministro, Patrushev reemplazó a Putin como jefe del Servicio Federal de Seguridad, cargo que ocupó durante una década. 

A pesar de que ha pasado su carrera prácticamente en la sombra, el nombre de Patrushev está irremediablemente vinculado a algunos de los momentos más oscuros del mandato de Putin. Es el caso de la ola de atentados que aterrorizaron al país en 1999 y que sirvieron al Kremlin de justificación para iniciar una nueva guerra en Chechenia.

Cerebro del asesinato del opositor Litvinenko

En aquel año, una serie de ataques con bombas en edificios residenciales acabaron con la vida de 300 personas. Se atribuyeron entonces a extremistas islámicos chechenos… hasta que un ataque frustrado en septiembre de ese año sembró dudas sobre la autoría. 

En concreto, cuando se encontró una bomba en la ciudad de Riazán, a 200 kilómetros de Moscú, y Patrushev confesó que en realidad estaba fabricada con “azúcar” y no con “explosivos”, ya que se trataba de un simulacro organizado por el FSB. Asimismo, algunas investigaciones internacionales, señalan a Patrushev como cerebro del asesinato del exespía y opositor Alezander Litvinenko, envenando con polonio radiactivo 210 en un hotel de Londres en 2006. Sin embargo, como Putin, el que es uno de los hombres más poderosos de Rusia siempre ha negado su implicación en el asunto.