Un centro de primaria de Vila Nova de Gaia.

Un centro de primaria de Vila Nova de Gaia. EFE

Europa

Portugal abandona el confinamiento total: abren las guarderías y los centros de primaria

El país da los primeros pasos en un desconfinamiento que será muy lento y en cuatro fases, según la evolución de los números. 

15 marzo, 2021 14:56

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Tras dos meses de confinamiento total, Portugal empieza este lunes su apertura gradual y a "cuentagotas", una fase en la que abren guarderías y centros de primaria, peluquerías, librerías y se puede volver a tomar café en la calle.

"Entramos en la primera fase del desconfinamiento, que tiene que ser muy prudente, gradual y a cuentagotas. Y cuentagotas no es sinónimo de salir y hacer todo lo que nos gustaría hacer como si no atravesáramos aún una grave pandemia", ha advertido el primer ministro, el socialista António Costa, en su cuenta de Twitter.

Costa comenzaba la jornada activo en la red: "Esta es una fase bastante exigente", y "no podemos echar todo a perder".

Advertencias con las que Portugal abre un plan de desescalada de cuatro fases que se prevé avancen cada dos semanas, -siempre y cuando los indicadores de covid no vuelvan a dispararse- la última de las cuales tiene previsto comenzar el próximo 3 de mayo.

La que empieza este lunes es prolegómeno de las aperturas de más impacto para la economía, como abrir terrazas de hostelería o comercio de hasta 200 metros cuadrados con puerta a la calle, a partir del 5 de abril, tras la Pascua, cuando también se planteará reabrir la frontera terrestre con España.

Un futuro de recompensas, en suma, que llegarán si se pasa el examen de estos 15 días, en los que sigue siendo norma el confinamiento en casa para mantener a raya la covid, que en enero marcó récords en el país, de diez millones de habitantes, con más de 300 muertes y 16.000 contagios en un solo día.

Fiesta en los colegios

El día fue inaugurado por guarderías y colegios que han reabierto puertas para alumnos de hasta 9 años en medio de un ambiente festivo para los pequeños, pero sobre todo para los padres.

Las escenas de reencuentros vividas al inicio del curso escolar, en septiembre, se han repetido hoy en un centro de primaria del barrio lisboeta de Graça, donde alrededor de cien menores han regresado tras el cierre decretado el 22 de enero.

El regreso de los menores viene acompañado en Portugal de un plan para realizar periódicamente pruebas de antígenos en estos centros, financiado con casi 20 millones de euros, y vacunación prioritaria para los profesores y personal no docente a partir del próximo fin de semana, para que el virus quede bajo control y no se tenga que volver a cerrar.

Y en los alrededores del colegio, tras dejar a los niños, otra escena no vista en los últimos dos meses: personas bebiendo café en la calle.

"Es una tradición, una necesidad", explica a Efe Daniel Torres, responsable de uno de los establecimientos que hoy pueden volver a vender cafés a quienes van camino del trabajo o hacen una pequeña pausa, una escena clásica de la vida portuguesa si se acaba acompañando con un dulce, lo que incrementa las ventas de un sector que apenas podía trabajar para entregas a domicilio.

En cinco minutos, la cafetería Vitória, en la Baixa lisboeta, sirve ocho cafés, dos magdalenas y un pastel de Belem. "Ahora esto es totalmente diferente", zanja Torres.

Menos actividad se ve en las librerías. En la Bertrand de Lisboa, toda una institución que presume de ser "la librería más antigua del mundo", apenas cuatro personas paseaban entre los estantes. Tres de ellas, periodistas.

En las peluquerías, entre tanto, la mañana pasó atendiendo el teléfono; sin cita no hay visita en los mayores locales, aunque las barberías daban prioridad a quien se presentaba primero.

Y otra reapertura del día, la del Santuario de Fátima, que vuelve a celebrar hasta seis misas diarias abiertas a peregrinos.

Control fronterizo

Pese a estos cambios, la vida sigue igual en la frontera entre Portugal y España, donde se mantendrán hasta después de Pascua los controles que permiten el paso apenas de trabajadores transfronterizos, mercancías y el regreso de residentes a Portugal.

Entre el 31 de enero y el 12 de marzo han pasado por estos controles medio millón de personas y más de 400.000 vehículos, según datos del Ministerio de Administración Interna (equivalente a Interior) de Portugal.