Sarkozy yendo a declarar ante el juez.

Sarkozy yendo a declarar ante el juez. Reuters

Europa

Sarkozy, ante el juez: "Nunca cometí el mínimo acto de corrupción"

Comienza el proceso que le juzga por corrupción y tráfico de influencias, en el que dice que buscará "aclarar la verdad".

7 diciembre, 2020 17:31

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El expresidente francés Nicolas Sarkozy aseguró este lunes que "nunca" ha cometido "el mínimo acto de corrupción" y, en el inicio de su interrogatorio en el proceso que le juzga por corrupción y tráfico de influencias, aseguró que buscará "aclarar la verdad".

"Nunca he cometido el mínimo acto de corrupción. Nunca he traficado una influencia, pretendida o real", aseguró el conservador Sarkozy, que lamentó haberse visto detenido ante la prensa e interrogado como un delincuente por un caso menor.

El expresidente criticó los medios colosales desplegados por la Fiscalía Nacional Financiera en la investigación y le acusó de haberle ocultado elementos de la pesquisa para dañar su derecho a la defensa.

Sarkozy aseguró que se intervinieron más de 3.600 conversaciones suyas y consideró normal que en alguna haya algún detalle porque "todo el mundo cuando habla por teléfono puede decir algo que no es cierto", pero subrayó que no demuestran "ni la más mínima huella de corrupción".

A diferencia de su abogado Thierry Herzog, también imputado y que se negó a responder a preguntas sobre las conversaciones telefónicas intervenidas por la justicia amparándose en el secreto profesional, Sarkozy señaló que no evitará ninguna cuestión.

Diez años de prisión

"El delito era tan grande, el delincuente tan importante, que había incluso que registrar el Supremo", ironizó el exmandatario conservador, que aseguró que no habría caso si no fuera porque él está implicado.

Sarkozy, de 65 años, se consideró víctima de un "ensañamiento" por las acusaciones, por las que se enfrenta a penas de hasta diez años de cárcel y un millón de euros de multa.

El expresidente está acusado de haber maniobrado en 2014 para promover a Gilbert Azibert a un puesto en el Consejo de Estado de Mónaco a cambio de que este magistrado, que estaba entonces en el Supremo, le ayudara en la investigación del llamado "caso Bettencourt".

El presunto caso de corrupción que está siendo juzgado fue sacado a la luz en las conversaciones telefónicas de Sarkozy con su abogado, intervenidas en otro proceso, el de presunta financiación de su campaña de 2007 con dinero del régimen libio de Muamar Gadafi.