Boris Johnson y Nicola Sturgeon en una imagen de archivo.

Boris Johnson y Nicola Sturgeon en una imagen de archivo. Reuters

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Escocia le explota a Boris por la vía catalana: referéndum, bloqueos y tribunales

Nicola Sturgeon ha solicitado al primer ministro británico un nuevo referéndum de independencia en Escocia.

20 diciembre, 2019 03:51

Nicola Sturgeon dejó el aviso a Boris Johnson tras conocerse el resultado de las elecciones británicas que dieron la victoria al conservador y, con ello, el aval al brexit duro del premier: "Boris Johnson puede tener un mandato para sacar a Inglaterra de la Unión Europea pero Escocia debe decidir sobre su propio futuro".

La aplastante victoria de los nacionalistas escoceses en las elecciones, con 48 de los 59 escaños de la región, amparaban sus palabras. "Escocia no debe ser arrastrada por un gobierno de Boris Johnson y expulsada de la Unión Europea contra nuestra propia voluntad", sentenció. Este jueves, la ministra principal de Escocia pasó de las palabras a los hechos y presentó a Johnson la propuesta formal para que acceda a negociar un nuevo referéndum de independencia en la región.

En una comparecencia en Bute House, la residencia oficial del ministro principal en Edimburgo, Sturgeon dijo que los resultados de los nacionalistas escoceses en las elecciones del 12 de diciembre le otorgan el "mandato democrático" de celebrar un segundo plebiscito a finales de 2020. 

"Pedimos al Gobierno del Reino Unido que negocie y acuerde la transferencia de poderes que pondría fuera de toda duda el derecho del Parlamento escocés a legislar para un referéndum sobre la independencia", declaró Sturgeon.

Para que sea un referéndum legal y reconocido por todas las partes, es necesario que Johnson acceda a la petición de Sturgeon de transferir los poderes recogidos en la llamada Sección 30 del ordenamiento, que otorgarían al Parlamento escocés la capacidad de convocar un plebiscito. A partir de ahora se avecina una batalla que puede incluso terminar en los tribunales. 

¿Qué es la Sección 30?

Es el nombre técnico que se refiere a la sección de la Ley de Escocia que permite a Holyrood aprobar leyes en áreas que normalmente están reservadas a Westminster. El gobierno del Reino Unido otorgó una orden de la sección 30 antes del último referéndum de independencia en 2014 después de que David Cameron y Alex Salmond firmaron el "Acuerdo de Edimburgo". Sturgeon quiere ahora seguir el mismo proceso. 

¿Concederá Johnson la Sección 30?

Nicola Sturgeon ya da por hecho que, de primeras, Johnson no se lo pondrá fácil pero también ha anunciado que no tirará la toalla fácilmente. "Espero la oposición, pero esto no es el fin de la cuestión. Y Boris Johnson no debe tener la impresión de que será el fin del asunto", apuntó. El primer ministro británico le dijo a Sturgeon que "sigue oponiéndose" a un nuevo referéndum, y que el resultado de la votación de 2014 debe ser respetado.

¿Puede hacerse un referéndum sin acuerdo?

La pregunta se lleva debatiendo entre los especialistas en derecho hace tiempo y hay opiniones contrarias. Unos dicen directamente que no sería posible, pero otros defienden que Holyrood podría legislar para celebrar un referéndum pero no para implementar el resultado porque el poder de modificar las Actas de la Unión está reservado a Westminster. 

De todas formas, Sturgeon ha señalado que no tiene cualquier intención de seguir adelante si no se le concede la Sección 30. Su prioridad es que todos acepten el resultado si la independencia gana, en particular entidades como la UE, a la que una Escocia independiente trataría de unirse. La ministra principal ya ha descartado en repetidas ocasiones celebrar un referéndum no oficial similar al de Cataluña en 2017.

¿Cómo se supera el bloqueo?

Sturgeon ha señalado en repetidas ocasiones que la posición de Johnson es insostenible y que el premier tendrá que aceptar un referéndum tarde o temprano. Pero si no lo hace el tema puede terminar en los tribunales. 

La ministra principal de Escocia ya anunció que su objetivo no es solo realizar el referéndum, sino conseguir que la independencia sea la opción más votada y deja un aviso a Westminster: "El riesgo para los conservadores aquí es que cuanto más intenten bloquear la voluntad del pueblo escocés, cuanto más desdén por la democracia escocesa demuestren, más aumentarán el apoyo a la independencia".