El exministro de Defensa británico y la periodista Julia Hartley-Brewer.

El exministro de Defensa británico y la periodista Julia Hartley-Brewer.

Europa POLÉMICA

Dimitir por tocar la rodilla a una mujer hace 15 años: ¿"ridículo" o "correcto"?

Algunos políticos creen que tras la renuncia del ministro de Defensa británico se esconden otros casos sexuales más graves. Otros valoran su salida y consideran que comienza una nueva era menos tolerante con el acoso.

3 noviembre, 2017 02:33

La dimisión del ministro de Defensa de Reino Unido, Michael Fallon, que admitió haber tocado la rodilla a una periodista, ha generado un gran revuelo político y mediático en todo el país, en el marco de la polémica que se ha desatado por los casos de acoso sexual entre la élite política. ¿El motivo? Algunos políticos consideran exagerado renunciar por algo así, mientras otros creen que detrás de abandonar el Ejecutivo de Theresa May se esconden otros escándalos sexuales más graves, y hay quienes lo ven acertado por el ejemplo que da al tratarse de un alto cargo. 

Dimisión del ministro británico de Defensa.

El caso ha sido tan comentado que los medios británicos ya lo han bautizado como kneegate, o 'rodillagate' en castellano. Entre quienes consideran ridículo dimitir por este hecho se encuentra la propia afectada, la periodista Julia Hartley-Brewer, que calificó la dimisión de “ridícula”. “Si esto es por el rodillagate, cuando él me tocó la rodilla hace 15 años—y ya no queda nada pendiente de aquello—, es la más descabellada, absurda y ridícula dimisión de un ministro”, afirmó en declaraciones a la cadena Sky News. “Sin embargo, no creo que esa sea la razón”, agregó.

El episodio de acoso tuvo lugar en 2002, cuando en una cena durante el congreso del Partido Conservador, Michael Fallon colocó su mano en repetidas ocasiones encima de la rodilla de Julia Hartley-Brewer. El incidente se conoció esta semana y no es algo aislado. Es decir, sacude no solamente al ahora exministro de Defensa sino a Westminster. La prensa británica sacó a la luz un informe que señala a al menos 36 diputados ‘tories’ como implicados en casos que incluyen tocamientos, acoso verbal y sexual y conducta inapropiada. Entre ellos se incluían varios ministros del actual gabinete, acusados de comportarse de manera inapropiada con las personas que trabajan a su cargo. 

Al estallar el caso este lunes, el hasta ahora ministro pidió perdón públicamente y explicó a través de un portavoz que ya se había disculpado con la periodista “hace 15 años”. “Él [Michael Fallon] se pasó de la raya cuando puso la mano sobre su rodilla. Ella dejó claro que el gesto no era bienvenido y él se disculpó, con razón, hace 15 años”, explicó el portavoz, dejando claro que ambos “lo consideran ahora un asunto zanjado”. 

“Un miembro del actual Gobierno colocó sus manos en mi rodilla en repetidas ocasiones, sí, pero le dije amablemente que si lo volvía a hacer le daría un puñetazo en la cara. Retiró su mano y ahí se acabó la historia”, explicaba Brewer en su cuenta de Twitter al conocerse la lista de los políticos conservadores acusados de acosar sexualmente a mujeres. “No hay que confundir el coqueteo entre adultos que consienten con el acoso sexual real. Yo no soy una víctima y tampoco quiero formar parte de lo que creo que se ha convertido en una caza de brujas”, pedía la periodista. 

De ahí que la periodista, que ahora trabaja en TalkRadio, dudara y reaccionara con incredulidad a la dimisión de Fallon. “Madre mía. Michael Fallon acaba de dimitir como ministro de Defensa”, escribió en su red social. “Aunque no creo que mi rodilla sea el motivo”, publicó más tarde.

 

“No he estado a la altura”

“Diversas acusaciones sobre parlamentarios han salido a la luz en los últimos días, incluida alguna sobre mi conducta pasada. Muchas de ellas han resultado falsas, pero yo acepto que en el pasado he caído por debajo de los requisitos exigidos en las Fuerzas Armadas que represento", afirmó Fallon en su carta de dimisión, dirigida a la primera ministra Theresa May. “Reflexioné sobre mi posición y en consecuencia dimito como ministro de Defensa”, aunque aclaró que continuaría como diputado. 

"Aprecio la forma especialmente seria como ha considerado su posición y el particular ejemplo que quiere dar a los hombres y mujeres militares y a otros", manifestó Theresa May, dando la bienvenida a la decisión de Fallon de salir de su gabinete. En cambio, la noticia entristecía a la periodista implicada. “Creo que ha sido un muy buen ministro de Defensa y estoy triste porque un miembro destacado de este Gobierno haya caído en un momento en el que el Ejecutivo se encuentra en un terreno inestable. Necesitamos un gobierno fuerte para dirigir el país y que presione a través del brexit”, contaba a Sky News. “Me extrañaría que uno de los estándares exigidos en el Ejército sea prohibir a un hombre tocar la rodilla de una mujer más joven”, concluía.

“Es hora de limpiar los establos”

En cambio, otros compañeros de fila de Fallon han visto en su dimisión un modelo a seguir. Así lo cree la líder del partido conservador en Escocia, Ruth Davidson, que ha valorado positivamente esta renuncia, diciendo que le “honra” y es “correcto dimitir” y cree que a raíz de su salida comienza la hora de “limpiar los establos”.

Davidson, que ya suena como líder de los tories, ha sido la que ha pronunciado un discurso más duro contra el acoso sexual. Precisamente el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, había pedido esta semana medidas a los partidos políticos tras conocerse la lista de los involucrados. 

“La presa se ha roto y las profesiones dominadas mayoritariamente por hombres, donde la cultura de los vestuarios de chicos ha sido la predominante. Tiene que parar”, ha declarado en una entrevista en la BBC. “No sólo ha habido casos de acoso sexual en nuestro oficio, sino también en otros… Da la sensación de que se puede utilizar una posición de poder para exigir cosas a otros. Esa posición de poder se ha manifestado siempre como una mala conducta sexual y en algunos casos en acoso”, ha pedido. 

“Tenemos una posición de poder para mejorar las cosas, no para ejercer ese poder de manera nefasta. No se trata de sexo. Se trata de poder. Siempre se trata de poder. Nosotros, como representantes electos, tenemos que exigirnos un nivel más alto”, ha afirmado.