Bart, David y su hija.

Bart, David y su hija.

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"Reducir la gestación subrogada a alquilar una matriz es trivializar”

Un matrimonio estadounidense crea un canal en Youtube para orientar a otras parejas con los pasos, costes y problemas del proceso.

16 octubre, 2017 03:15
Washington DC

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Mientras que España se asoma tímidamente al debate sobre la gestación subrogada, en Estados Unidos este método lleva siendo legal desde hace tres décadas. En la actualidad, la mayoría de los estados permiten este proceso, aunque cada uno de ellos con sus matices legislativos y diferencias. Sin embargo, pese a esta larga experiencia, son muchas las dudas que las parejas norteamericanas todavía tienen a la hora de optar por esta vía, que no sólo atrae a ciudadanos de este país, sino de todo el mundo.

Para ayudar a arrojar luz sobre cómo convertirse en padres a través de la gestación subrogada, un matrimonio estadounidense ha querido compartir su experiencia con el mundo creando un canal de Youtube -‘Dos Hombres y un Bebé’- donde de forma amena y a través de vídeos detallan paso a paso cómo lograron ser padres. Bart, un miembro de esta pareja, ha vivido además durante su etapa de estudiante en España, por lo también intenta despejar algunas de las dudas que se viven actualmente en nuestro país.

“Sabíamos que queríamos ser padres durante mucho tiempo, pero hace unos años nos tomamos en serio el empezar una familia y comenzamos a investigar nuestras opciones: la adopción y la gestación subrogada”, exponen a EL ESPAÑOL Bart y David. “Nos encontramos con parejas homosexuales que habían seguido ambas vías, que presentan ventajas y desventajas”.

A la hora de tomar una decisión, simplemente siguieron su instinto, aunque consideran que “las dos opciones son válidas y respetables”. “Escuchamos una y otra vez que hay muchos niños pequeños que necesitan ser adoptados para tener un hogar, si bien la espera para los recién nacidos sanos es muy larga. Con la gestación subrogada, además, el niño está genéticamente vinculado a ti”.

A través de sus vídeos, este matrimonio aborda cuestiones como las diferencias de costes entre la adopción, que ronda entre los 30.000 y 40.000 dólares, y la gestación subrogada, que puede llegar a los 250.000, hasta seis veces más cara, así como los plazos y otro tipo de dudas: cuántos embriones deben implantarse, si se elige el sexo del bebé, si hay que alimentar al pequeño con una fórmula de recién nacido o leche materna cedida por la gestante, entre otras.

“Hemos creado el canal con el que deseábamos habernos tropezado cuando comenzamos nuestro proceso, porque habría sido de una ayuda enorme”. En cada vídeo nos esforzamos por ser lo más positivo y respetuoso posible, reconociendo que a menudo no hay respuestas correctas o incorrectas, solo hay diferentes factores que deben ser considerados al tomar estas decisiones para su familia”, destaca Bart.

Una vez iniciado el proceso, tocaba armarse de paciencia. “El aspecto más negativo es la larga espera resultante de los muchos exámenes psicológicos, exámenes médicos, trabajo legal y otras cuestiones. A nosotros nos llevó unos dos años y medio desde que firmamos un contrato con nuestra agencia de subrogación hasta el nacimiento de nuestra hija, y tuvimos suerte porque sólo necesitábamos un ciclo de fecundación in vitro. Si los embriones no hubiesen evolucionado adecuadamente o no hubieran sido implantados con éxito, el proceso podría haber tardado mucho más. Conocemos a algunas parejas que han estado tratando durante muchos, muchos años sin un embarazo de éxito”.

Las tasas de las agencias

En cuanto al precio de estos procesos, depende de muchos factores, aunque la experiencia de Bart y David da una idea de que no es una alternativa para cualquier bolsillo. “El costo para nosotros fue de alrededor de 150.000 dólares, que incluyen la tasa de subrogación, la tasa de la agencia, la cuota de donante de óvulos, y otros gastos médicos y legales. No hay duda de que la subrogación es cara. Incluso si se conoce a una mujer que esté dispuesta a donar un óvulo o ser la madre sustituta de forma gratuita, los otros gastos siguen sumando”.

Por supuesto, ellos son estadounidenses, por lo que para cualquier pareja extranjera, hay gastos extra que Bart y David no tuvieron que afrontar.

El papel de la mujeres que participan en este proceso es una de las cuestiones que los padres deben tratar desde el principio. “La donante de los óvulos debe ser una mujer diferente a la gestante; esto es a menudo un requisito legal en los Estados Unidos para la subrogación. En nuestro caso, recibimos mucha información de la donante para poder seleccionarla, pero nada que nos permitiera localizarla. Por ejemplo, conocimos su historial médico y el de sus padres, sus fotos desde el nacimiento hasta el día de hoy, sus pasatiempos… la base de datos de donantes es como una web de citas. Pero nunca supimos su nombre ni dónde vivía. La donante de óvulos tampoco sabe nada de nosotros, sólo que hay una pareja anónima que ha utilizado sus óvulos”.

En el caso de la gestante, la situación fue a la inversa. “Ella nos seleccionó en base a un perfil que reunimos a través de nuestra agencia, y luego nuestra agencia nos conectó a través de una videoconferencia. Después volamos a Colorado para reunirnos con ella y su familia, pasando un fin de semana juntos para hablar de cómo sería este viaje juntos”.

A la hora de encarar cuál será la relación en el futuro entre la madre subrogada y la niña, Bart y David lo tienen claro. “Escribimos y enviamos vídeos a nuestra sustituta a menudo. Y nos encanta recibir fotos de su familia también. Nos encantaría que Sloane conozca a nuestro sustituta a medida que envejece, porque es una mujer increíble y jugó un papel muy importante en su nacimiento. Pero todo el mundo reconoce que nuestra gestante no es la madre, ni quiere serlo, porque ella ya tiene sus propios hijos.

El debate en España

En España, en estos momentos, la maternidad subrogada está en el centro de la polémica, con las organizaciones feministas y algunos sectores políticos de izquierda y derecha en contra de la la regulación de la subrogación, que se contempla como una forma de explotación de la mujer. “Si bien entendemos cómo la gente puede llegar a esa perspectiva, creemos que es excesivamente simplista y deja fuera algunas de las salvaguardias clave que se ponen en marcha para garantizar que la gestación subrogada es una relación hermosa y respetuosa para ambas partes”.

En este sentido, explican que la agencia que dirige el proceso “examina cuidadosamente a cada posible gestante para entender sus motivaciones psicológicas”. “Si quieren hacerlo sólo por el dinero, son rechazadas, porque hace falta una razón más profunda. Nuestra agencia nos dijo que sólo el uno por ciento de las solicitudes son aprobadas”.

En el caso de Bart y David, la gestante decidió a ayudar a parejas a tener hijos tras comprobar cómo una amiga cercana con cáncer de ovario se quedó sin posibilidades de quedar embarazada. “Al inicio del proceso, nuestra agencia nos preguntó qué tipo de relación queríamos con nuestra gestante, usando esta información para asegurarnos de que estuvimos emparejados con alguien que estuviera en nuestra misma onda, y eso garantiza que las dos partes encajen bien”.

En su opinión, reducir el proceso de la subrogación a "alquilar una matriz, trivializa la profunda relación que hemos construido con nuestra gestante, una mujer que siempre será especial para nosotros y nuestra hija, y también, nuestra familia para ella”.

Por último, a aquellos que aún tengan dudas, les piden que miren “el rostro sonriente de nuestra encantadora hija, que crecerá en una casa francamente increíble con dos padres que han pasado literalmente años y años dedicados a su nacimiento”. “Que hablen con las agencias y con nuestra gestante, que vive sabiendo que ha ayudado a crear una hermosa familia que no habría existido sin ella”.