El periodista español, durante la entrevista con el presidente de Venezuela.

El periodista español, durante la entrevista con el presidente de Venezuela. La Sexta

América

Maduro sale airoso de su primer round con Évole

Jordi Évole hizo todas las preguntas, pero Nicolás Maduro no dio ninguna de las respuestas.

12 noviembre, 2017 23:43

Como Jordi Évole no habrá viajado a Caracas a dejarse placar y burlar por Nicolás Maduro habrá que esperar al próximo domingo para conocer el resultado del encuentro entre ambos en el Palacio de Miraflores.

La que estaba llamada a ser la ‘madre de todas las entrevistas’ podría quedar en correcto formulario si la segunda parte de su encuentro con el presidente venezolano concluye como la primera, emitida este domingo por La Sexta: con el sucesor de Hugo Chávez arrellanado tras el parapeto de sus falacias. Vaya por delante que los ‘cebos’ adelantados -Felipe González, Alberto Garzón y algunas preguntas del tipo patada voladora- prometen.

El programa comenzó con el brillo que suele: fotogramas representativos de la revolución bolivariana -el Comandante aclamado, ‘milicos’ y exequias de Chávez- y ‘Sympathy for the devil’ de fondo. Una breve entrevista con la periodista Alicia Hernández y un cafecito con tres sufridos caraqueños sirvió para contextualizar el drama de un país entre el paredón de la carestía y la desesperación cuatro lustros de espadones.

Jordi Évole hizo todas las preguntas, pero Nicolás Maduro no dio ninguna de las respuestas. Más bien sorteó el interrogatorio con propaganda y cara dura. A su decir:

1.- El problema de Venezuela es la “hipersensibilización” en torno a sus problemas. Maduro llegó a comparar la pobreza en Caracas con la de los barrios deprimidos de Madrid y Zaragoza.

2.- El problema de Venezuela es que es víctima de una “guerra económica”. Ya saben, el imperialismo y sus esbirros de Miami, que imponen el cambio del bolívar e impiden refinanciar la deuda.

3.- Si no hay medicinas es “por las mafias de los medicamentos” que desabastecen al país.

4.- En cualquier caso, Venezuela vive mejor que en los últimos 200 años de República.

5.- Venezuela no es una dictadura, ni se le parece: para dictadura, el expolio a los indios en 1492, la industria esclavista y Pinochet, como paradigma de todos los golpes ‘made in USA’.

6.- Tampoco fue un golpe el perpetrado por Hugo Chávez en febrero de 1992. En este punto Maduro diferenció entre los golpes siempre contrarrevolucionarios y las “insurrecciones” militares.

7.- La culpa de la violencia es de la oposición. Aquí Jordi Évole le mostró un vídeo en el que la Guardia Nacional tirotea y mata a un manifestante. Maduro repudió el suceso, aseguró que el militar fue represaliado y aseguró que ese caso le había afectado porque el muchacho asesinado, “que cogió ese camino” -se entiende que el de la oposición-, era hijo de un excompañero de trabajo del presidente, cuando conducía guaguas. El presidente venezolano no dio relevancia -porque lo desconoce- a un informe de la ONU que certifica 46 muertos en protestas ciudadanas.

8.- Venezuela no tiene presos políticos. Maduro sostiene que lo que hay es una serie de políticos que han cometido ilegalidades y por ese motivo están en prisión.

Se puede concluir que Jordi Évole hizo su trabajo… sin llegar a desmontar a un rocoso Nicolás Maduro. Cataluña, Rajoy, Podemos… El domingo que viene el segundo y último round.