Un nuevo muro en Europa: Finlandia levantará más de 200 kilómetros de valla para blindarse de Rusia

¿Dónde? En la mayor frontera que tiene el continente con Rusia: Finlandia inició en marzo la construcción de un muro a lo largo de los 1.340 kilómetros que comparte con el país liderado por Vladímir Putin. Lo hace justo cuando se ha formalizado su adhesión a la Alianza Atlántica. 

El primer tramo de esta obra, de unos tres kilómetros de longitud y con tres metros de altura, se está ejecutando en un cruce de la localidad de Imatra, en el sureste, y se prevé terminar en junio. Se trata del primer peldaño, pero luego vendrán más: se contempla levantar vallas con alambre de espinos y la instalación de sensores de movimiento a lo largo de esta línea que separa a Finlandia de Rusia. En el proyecto no solo se atraviesan terrenos públicos, sino que habrá que negociar la adquisición de parcelas privadas. 

Finlandia ha empezado esta empresa después de más de un año de contienda y de amenazas desde el Kremlin. Desde Moscú se ha arremetido contra el país vecino, con mucha influencia del pasado soviético, llegando a sugerir que podría correr la misma suerte que Ucrania.

Además, el país gobernado en funciones por Sanna Marin (que dimitió tras perder las elecciones, pero aún no ha procedido al cambio de mando) ha sido de los más duros con Rusia y sus ciudadanos. No solo ha prohibido la entrada al país, sino que ha renunciado a la neutralidad y se ha unido a la OTAN.

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Pero la decisión estaba tomada de antes. El parlamento finlandés aprobó en julio de 2022 una ley para reforzar la protección de la frontera con Rusia. El texto incluía la posibilidad de instalar barreras o, en determinadas situaciones, incluso cerrar el acceso por esa vía a peticionarios de asilo. Las vallas, han remarcado, son una forma de protegerse de una "amenaza híbrida", tal y como han expuesto. 

Esta ley, aprobada por vía rápida, pretende evitar el uso de los refugiados como elemento de presión sobre la frontera finlandesa, como ya ha ocurrido en la frontera entre Bielorrusia y Polonia. En este caso, el gobierno de esta nación exsoviética, liderada por Alexandr Lukashenko y aliada de Putin, dejó que los inmigrantes de Oriente Medio fueran hasta Polonia y Lituania, las puertas de la Unión Europea, para ejercer presión y protestar contra las sanciones que habían sufrido debido a la represión del Gobierno.

"Tratamos de enviar el mensaje de que usar a las personas como una herramienta, como vimos que se intentó en la frontera entre Bielorrusia, Polonia y Lituania, no tendrá éxito en Finlandia", comentó en julio el diputado Ben Zyskowicz. El muro está dentro de un texto que abre la posibilidad de restringir los puntos en los que es posible demandar asilo y centralizar las peticiones en un número limitado de pasos fronterizos. Algo que ya suscitó polémica por posible contradicción con las normas de asilo de la Unión Europea.

De los cerca de 1.340 kilómetros de frontera que comparte Finlandia con Rusia, se levantarán entre 130 y 260 kilómetros, un 15% del total. Y se harán en las zonas consideradas de mayor riesgo, como los pasos fronterizos y sus alrededores, tal y como aclaraba la Guardia de Fronteras de Finlandia (Rajavartiolaitos). 

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La parte principal de la valla se situará en la zona prioritaria de control fronterizo del sureste de Finlandia. Según Jefe de la Unidad de Asuntos Internacionales, Matti Pitkäniitty, la verja será probablemente metálica y con alambre de espino. También dispondrá de equipos de vigilancia.

"Sin embargo, la valla no es una solución en sí misma, sino que formaría parte de un enfoque global que tendría en cuenta los recursos humanos, la táctica y la tecnología. La barrera en sí sería una combinación de valla, vigilancia técnica y carretera", han señalado desde la Guardia de Fronteras finlandesa.

La finalización llegará en tres o cuatro años, indicaron, y tendrá un presupuesto de unos 400 millones de euros. Pitkäniitty defendía la propuesta contra la "instrumentalización de la inmigración" y estar sin valla podría suponer "un factor de atracción". Helsinki, además, ya había decretado el "cierre completo" de sus fronteras a los turistas rusos, aunque tuvieran visado expedido en un país del espacio Schengen.

Con la entrada a la OTAN de Finlandia, Europa suma casi el doble de frontera con Rusia. Son unos 2.000 kilómetros incluyendo a los países bálticos y con una linde que va desde el Ártico hasta Kaliningrado y bordeando las bases rusas de la Flota del Norte y del Báltico. El muro no solo recuerda a ese "telón de acero" que se situaba más al oeste, sino que evidencia la poca esperanza en retomar relaciones con Rusia a corto plazo y las alteraciones del orden mundial a raíz de la guerra.