Racismo y control de armas: Tennessee aúna dos frentes electorales en la expulsión de 3 diputados

El pasado 27 de marzo, una mujer entró con una escopeta en un colegio de Nashville, la capital del estado de Tennesse, y mató a seis personas. Eran tres adultos y tres menores, miembros de esta escuela cristiana. La conmoción por el suceso volvió a poner sobre la mesa unos de los asuntos principales en este país norteamericano: la libertad para llevar armas.

Y ese tema recurrente, el de portar armas y utilizarlas en defensa propia, ha provocado no solo nuevas manifestaciones y más voces que abogan por coartar este derecho, sino la expulsión de dos miembros del Partido Demócrata en la Cámara de Representantes de Tennesse.

El pasado jueves, este organismo estatal se enfrentaba a la decisión de inhabilitar a tres miembros del Partído Demócrata: Justin Jones, Justin Pearson y Gloria Johnson. Al final, la votación solo determinó la expulsión de los dos primeros. El motivo, según alegaron, era ser responsables de detener un pleno de la sala con una protesta para endurecer las leyes sobre el uso de armas.

La expulsión es un castigo que solo ha ocurrido dos veces antes desde la Guerra Civil estadounidense. Y ha provocado una oleada de apoyo: no solo es algo inusitado en la política estadounidense, sino que encima se dirige a dos jóvenes negros. Gloria Johnson, la otra persona apercibida, es blanca y se libró de este veredicto por un voto.

El respaldo a los políticos damnificados ha llegado incluso desde la Casa Blanca. Joe Biden, el presidente del país, habló por teléfono con los tres para agradecerles "su liderazgo en la búsqueda de la prohibición de las armas de asalto" y la defensa de los "valores democráticos" y los invitó al edificio presidencial, según un comunicado oficial.

A ello se suma que Kamala Harris, la vicepresidenta de EEUU, viajó el viernes hasta Nashville para pronunciar un discurso y reunirse con los parlamentarios. Harris dijo que los expulsados mostraron "valentía" y eligieron "liderar" la protesta. "Entendieron la importancia de ponerse de pie para decir que el pueblo no se calla, para decir que una democracia escucha los gritos, escucha los ruegos, escucha las demandas de su pueblo que dice que los niños deben poder vivir, ir seguros a la escuela y no tener miedo", clamó.

Escalada de protestas tras el tiroteo

Justo ha ocurrido al final de la semana en la que se han sucedido los funerales de los fallecidos en el tiroteo. Es el colofón a una tragedia donde los maestros, padres y madres de la escuela y de la ciudad clamaron contra la libertad de usar pistolas. "Controlar las armas ahora" o "ni una más" fueron también los cánticos con los que se recibió, fuera de la Cámara, a los expulsados.

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Aparte, les esperaron con el puño en alto, un gesto con el que ellos se despidieron del edificio. En la votación hubo siete republicanos que votaron en contra de la expulsión junto a los demócratas. No valió para que siguieran en su puesto. Solo le sirvió a Johnson, que comentó sobre su supervivencia: "Podría tener que ver con el color de mi piel".

Jones y Pearson, de 27 y 28 años respectivamente, salieron entre vítores. Ambos son representantes de ciertas zonas de Nashville y Memphis. El último declaró a la salida que "no se puede ignorar la dinámica racial de lo que sucedió hoy: dos jóvenes legisladores negros son expulsados y una mujer blanca no". Los líderes republicanos alegaron después que el color de la piel no tuvo que ver con los motivos para la expulsión y compararon el proceder de los parlamentarios como el asalto al Capitolio de 2021. 

Los legisladores expulsados podrían volver a postularse en el futuro para sus escaños, pero de momento dejan a miles de ciudadanos sin representación. "El mundo está mirando a Tennessee y lo que está pasando hoy aquí es una farsa de la democracia", expresó Jones el jueves.

El debate para expulsarles, según han recogido varios medios estadounidenses, fue vehemente. Al final, una gran mayoría republicana votó para proporcionar los dos tercios necesarios. Según argumentaron, la protesta violaba las leyes de la Cámara. Pero echarles es un paso significativo. Mientras se interrogaba a Jones en el pleno de la Cámara, el representante republicano Gino Bulso declaró que negarse a expulsarlo "simplemente lo invitaría a él y a sus colegas a seguir participando en el motín en el pleno de la Cámara". 

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