Manifestación en México.

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"Cálmate mi amor, ya lo arreglamos en casa": así actúan los secuestradores de mujeres en México

En México se secuestran seis mujeres al día. Algunas van a parar a prostíbulos, de otras piden un rescate y, a veces, las utilizan para tráfico de órganos.

12 febrero, 2019 02:58

En México se "plagian" seis mujeres al día, secuestros que en la mayoría de los casos son de jóvenes en edades comprendidas entre los 20 y 25 años de edad que, por lo general, están solas y terminan formando parte de la alarmante cifra de las 40.000 desapariciones oficiales

"Cálmate mi amor" es la estrategia utilizada por los secuestradores en Ciudad de México (CDMX) cuando operan en la calle a plena luz del día, e incluso en centros comerciales. Se hacen pasar por parejas de la víctima simulando discusiones mientras la conducen hacia un automóvil que les espera.

Esto le sucedió hace unos días a María M. en un conocido centro comercial de la ciudad. Un hombre de mediana edad se le acercó, la sujetó por el brazo con fuerza llevándosela hasta la salida del centro aparentando una discusión de parejas. "Cálmate mi amor", le repetía en voz alta mientras la joven trataba de zafarse de su captor, paralizada por la situación.

Cinco consejos para zafarte de un secuestro en México E.E.

"Ya lo arreglamos en casa. No te preocupes". Si no llega a ser por la intervención de un grupo de jóvenes que escuchó las llamadas de auxilio increpando al captor para dejarla libre, hoy de María no sabríamos nada; sería una más de esos rostros que aparecen en los carteles que desesperadamente la familia cuelga en farolas del barrio, avisando de la desaparición. Uno más de los miles de casos no resueltos que evidencian la absoluta impunidad con la que opera el crimen organizado.

Dicen las autoridades que están extremando la vigilancia en los puntos donde se producen mas denuncias, que no han detectado organizaciones criminales y que reforzarán la vigilancia en estaciones de Metro, paradas de autobús, centros comerciales y universidades. El país entero está en alerta ante el aumento de denuncias.

Las horas de mayor incidencia de los casos reportados, que responderían escasamente al 30% de los delitos, se producen entre las seis de la tarde y las once de la noche, generalmente los lunes, miércoles y viernes.

Una mujer que se atrevió a presentar una denuncia, relató que sus captores la dejaron libre porque les escuchó decir que no les servía por la cicatriz que tenía en el rostro. Según un investigador privado que habló con EL ESPAÑOL, esto corresponde al modus operandi de una organización criminal que busca jóvenes atractivas con tres fines: la trata de blancas con destino a prostíbulos fuera del país, posible tráfico de órganos, y con menor incidencia, el cobro de rescate.

Están perfectamente organizados en distintos niveles no conectados. El más bajo es el que da el aviso de posibles víctimas. Puede tratarse del cordial y sonriente guardia de seguridad de la universidad que ve entrar y salir cada día a cientos de jóvenes, del celador de un hospital, el conflictivo hijo del vecino, o el tipo que te graba sin autorización mientras viajas en el Metro o autobús. 

Este cobrará por el aviso poco más de 200€, pues el nivel mas bajo. Los captores trabajan en grupos de al menos tres o cuatro individuos, son jóvenes extremadamente peligrosos y serán quienes por lo general mantendrán a la victima en pisos francos hasta que un tercer nivel de la organización la coloque, si todo va bien, en su destino final.

Escribir o denunciar en los medios de comunicación la violencia e indefensión que sufre la mujer en México es también altamente peligroso. Montserrat Ortiz, reportera de la cadena ADN40 ha sido amenazada con ser violada y asesinada tras publicar un reportaje sobre la violencia que un joven ejercía sobre tres mujeres que se atrevieron a denunciar el caso a las autoridades.

Este fue el mensaje que recibió la reportera: "Te voy a violar y después te vas a morir. Ya sé donde trabajas y te voy a esperar y no lo vas a contar. Yo ya no tengo nada más que perder. Nada más te aviso. No sabes todo lo que te va a pasar por meterte conmigo. Aunque te escondas, te voy a encontrar".