Laura Pérez, nutricionista: "Si quieres perder peso en la menopausia no sirve de nada eliminar la pasta o el pan"

Desde la adolescencia a la menopausia, las mujeres experimentan todo tipo de cambios físicos y fisiológicos asociados al desarrollo hormonal y psicomotor. Cambios que van ligados a las diferentes etapas y que a partir de los 50 pueden volverse un auténtico quebradero de cabeza.

Esto es precisamente lo que ocurre con el peso a partir de esta etapa. La caída de estrógenos hace que sea mucho más difícil quemar las calorías y que se redistribuya la grasa corporal, con mayor acumulación en la zona abdominal.

Así como el ejercicio y la alimentación juegan un papel fundamental para evitar esta ganancia de peso, también es importante no dejarse llevar por mitos nutricionales, como eliminar los carbohidratos. De acuerdo con la nutricionista Laura Pérez, "es una solución rápida, pero no efectiva".

El papel de los carbohidratos en la menopausia

Durante la menopausia, el cuerpo experimenta cambios hormonales significativos, como una disminución en los niveles de estrógeno. Este descenso puede contribuir a un aumento de peso y una redistribución de la grasa corporal, sobre todo en el área abdominal.

Un excesivo peso durante la menopausia se ha asociado a un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer, como se evidencia en este estudio de Medicentro Electrónica.

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Debido a todos estos factores, es común que durante esta etapa se tomen decisiones nutricionales que, aunque parecen eficaces a corto plazo, pueden resultar contraproducentes con el tiempo, como eliminar los carbohidratos.

Cuando se eliminan los carbohidratos de la dieta, el cuerpo experimenta una rápida pérdida de peso; sin embargo, no se trata de grasa corporal, sino principalmente de agua.

De acuerdo con los expertos, esto ocurre porque los carbohidratos, como el pan, la pasta, la patata o el arroz, se almacenan en el organismo en forma de glucógeno, una sustancia que se encuentra en el hígado y los músculos, y que se asocia con una cantidad significativa de agua.

Por cada gramo de glucógeno que almacenamos, el cuerpo retiene aproximadamente tres gramos de agua. Cuando dejamos de consumir carbohidratos, se agotan las reservas de esta sustancia y con ellas, se pierde una gran cantidad de líquido.

Pero ¿qué ocurre?, que esta pérdida de peso es engañosa y puede provocar un efecto rebote que, a su vez, hará no solo que recuperes el peso perdido, sino que ganes más.

Además, es importante saber que los carbohidratos son la principal fuente de energía para el cuerpo, especialmente para el cerebro. "Si los eliminas de tu dieta, vas a sentirte cansada y difícilmente quedarás saciada", explica Pérez.

Esto es especialmente relevante en la menopausia, ya que durante esta etapa se pueden experimentar de por sí síntomas como cansancio, fatiga, irritabilidad o insomnio.

Si además de los síntomas naturales de esta etapa, eliminamos una gran fuente de energía, el cansancio puede aumentar más aún.

La saciedad es otro de los factores que puede verse comprometido, explica la nutricionista, ya que los carbohidratos son una parte esencial para una buena digestión y para regular el apetito.

Al eliminarlos de la dieta, se reduce la sensación de saciedad, lo que puede llevar a un aumento de hambre y a una ingesta descontrolada de otros alimentos.