Mujer tonificada en el gimnasio.

Mujer tonificada en el gimnasio. iStock

Salud y Bienestar

Billie Steele, 51 años y 2 hijos, y cómo perdió 20 kilos: "Dijeron que nunca lo conseguiría por la cesárea y por la edad"

Esta historia de superación es el claro ejemplo de que se puede perder peso a cualquier edad para volver a sentirse sexy, fuerte y cómoda en tu propio cuerpo.

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Muchos piensan que ponerse en forma a partir de los 50 es casi misión imposible. Especialmente las mujeres, quienes experimentan grandes cambios físicos y emocionales debido a la menopausia. Es complicado en ese momento recuperar la figura perdida, sí; pero no imposible.

Billie Steele, una madre australiana de 51 años con dos hijos, ha demostrado con su impactante transformación que nunca es tarde para recuperar la figura, la salud y la autoestima. Ha revelado que su secreto ha sido caminar 10.000 pasos al día, levantar pesas y apostar por una alimentación equilibrada.

Habiendo perdido 20 kilos en poco más de dos años, se ha convertido en todo un ejemplo de superación para todas aquellas mujeres que buscan un cambio real. Ella lo ha compartido todo en sus redes, convirtiéndose en un ejemplo para miles de mujeres.

Adelgazar en la menopausia

Esta historia real es todo lo que necesitas leer si estás en plena premenopausia, has probado mil dietas sin éxito o simplemente creías que no había vuelta atrás. Como dice Billie, "me dijeron que nunca conseguiría un vientre plano por la cesárea y la edad… estaban equivocadas".

Billie Steele tuvo su primer hijo hace 26 años y el segundo, mediante una cesárea de emergencia, hace 18. Como muchas mujeres, ganó peso durante el embarazo: entre 10 y 12 kilos en el primero, y más de 30 en el segundo.

Sin embargo, no fue hasta la perimenopausia, pasados los 40, cuando comenzó su verdadero calvario físico: celulitis, brazos flácidos, una barriga prominente y un sobrepeso de más de 20 kilos que afectaban a su salud y a su autoestima.

Pero a los 48 años decidió dar un paso al frente. Se unió a un reto de pérdida de peso de 12 semanas en un gimnasio local y allí descubrió el entrenamiento con pesas. "No tenía ni idea de si era demasiado mayor para empezar a ganar músculo a finales de los 40", confiesa. Lo que vino después fue un auténtico renacer físico y emocional.

Caminar y levantar pesas

Billie no recurrió a pastillas milagrosas ni dietas extremas. Su plan fue tan sencillo como eficaz: caminar 10.000 pasos al día y entrenar con pesas cuatro días a la semana. Empezó en casa, con mancuernas prestadas por su hijo, y poco a poco se fue haciendo fuerte. Muy fuerte.

Su entrenamiento combina ejercicios de resistencia como peso muerto rumano, sentadillas traseras, zancadas, hip thrust y trabajo con bandas elásticas. Además, incorpora rutinas para el core (como la plancha rusa y los abdominales clásicos) con el objetivo de tonificar abdomen y fortalecer el suelo pélvico, tan importante tras los partos.

En cuanto a la alimentación, hizo un cambio radical: se despidió de los ultraprocesados, apostó por los alimentos integrales y se mantuvo en un déficit calórico realista. También aumentó su consumo de agua hasta los 3 litros diarios, una cifra clave para acelerar el metabolismo y mejorar la piel.

Un cuerpo más fuerte que nunca

A día de hoy, Billie ha perdido 20 kilos y asegura que está en mejor forma que cuando tenía 20 años. Su figura ha cambiado por completo: ha ganado masa muscular, ha reducido su porcentaje de grasa corporal y ha conseguido algo que muchas daban por imposible después de los 50: deshacerse de la "barriga menopáusica" y la "bolsa de la cesárea".

"No tenía ni idea de que podía cambiar la forma y la fuerza de mis glúteos de manera tan radical a los 50", reconoce. Para muchas mujeres, esta zona es una de las más difíciles de recuperar tras la maternidad. Ella lo logró con constancia, trabajo de fuerza y mucha paciencia.

Además del cambio físico, Billie ha experimentado un cambio mental. Ahora se siente segura, motivada y capaz de cualquier cosa. Su mensaje para otras mujeres es claro y directo: "Simplemente no es cierto que no se pueda recuperar un abdomen plano o volver a sentirse bien en bikini después de los 50".

No hay secretos ni milagros. Solo disciplina, constancia y un plan bien estructurado: caminar cada día, entrenar con pesas, alimentarse bien y mantenerse hidratada. Sin dietas milagro ni trucos de influencer.

Una historia que inspira

Muchas mujeres, al llegar a los 50, sienten que su cuerpo ya no les pertenece. Que la menopausia, los embarazos o el estrés les han pasado factura. Y porque ver a alguien real, con hijos, con cicatrices, con curvas y con inseguridades, conseguir este tipo de transformación, es profundamente motivador.

Billie no es modelo ni entrenadora profesional. Es una mujer normal que un día decidió cambiar su vida y se puso manos a la obra. “He aprendido a perder grasa y ganar músculo al mismo tiempo. Soy más fuerte, mental y físicamente, que nunca en mi vida”, concluye.

Su consejo es no esperes al lunes, ni al mes que viene, ni al "cuando tenga tiempo". Empieza con algo tan sencillo como caminar cada día y beber más agua. Luego, si puedes, añade pesas ligeras y ve aumentando la intensidad. No se trata de correr una maratón, sino de moverte cada día un poco más que el anterior.