Xuan Lan, la gurú de gurús.

Xuan Lan, la gurú de gurús. DR

Salud y Bienestar

Xuan Lan dejó su trabajo en banca y hoy es la profesora de yoga número uno en España (y más allá) con sus clases online

Abandonó el mundo corporativo por vivir de una práctica que se enfoca en alcanzar el equilibrio cuerpo-mente. De esto hace casi 15 años: así lo vive.

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Hay una frase de Buda que reza: "Tu propósito en la vida es encontrar tu propósito". Xuan Lan (Roanne, 1974) era ejecutiva de banca y practicaba yoga con el fin de equilibrar su vida personal, profesional y emocional. En aquel mundo competitivo y de largas jornadas de trabajo, fue una práctica que la acompañó tanto que se acabó convirtiendo en el suyo.

Dejar el mundo corporativo y dedicarse a la divulgación y la enseñanza de yoga para que otras personas pudieran aprovechar estas herramientas para lidiar con el estrés y alcanzar el equilibrio que a ella misma le había ayudado "fue un cambio de vida personal y profesional" que, reconoce, "no es una decisión de un día para otro".

En su caso, hizo coaching y se apoyó en su pareja: "Era una pérdida de sueldo para meterse en algo con cierto riesgo". Sin embargo, al poner todos los pros y contras en una balanza, la pasión ganó. De aquello han pasado, casi, 15 años.

La, ahora, gurú de yoga con tres millones de seguidores en sus redes sociales, abandonó la seguridad de la estructura para entregarse al mundo autónomo en el que "la disciplina la tienes que tener tú, si no trabajas no cobras". Y aunque las jornadas son más largas, y la entrega es plena, merece la pena.

Xuan Lan encontró su propósito y hace de él un camino en constante transformación a través del aprendizaje autodidacta, la práctica con maestros y la creación de un contenido de calidad que trasciende. Incluso, grandes plataformas audiovisuales se giran a mirar su perfil y la siguen a destinos de ensueño.

¿El cambio y el crecimiento personal son inherentes a la práctica de yoga?

Totalmente. El yoga es una disciplina espiritual, tiene una gran parte mental y emocional que va más allá del cuerpo. Ese trabajo de introspección permite hacer una reflexión sobre la vida, qué queremos, a dónde vamos. Este lado espiritual nos lleva a un trabajo de autoconocimiento y de desarrollo personal.

Xuan Lan, la gurú con tres millones de seguidores en redes sociales.

Xuan Lan, la gurú con tres millones de seguidores en redes sociales. Rafael Lafuente

Es gracias al yoga que decidí cambiar de trabajo y dedicarme a mi propósito de vida. La práctica regular te lleva a esta reflexión y a las ganas de crecer como persona, pareja, madre o padre y profesional.

¿Cómo encontrar el equilibrio entre una práctica tan espiritual y el mundo material?

Necesitamos balance. El equilibrio se da entre dos fuerzas que se compensan. En yoga existe un concepto, el contentamiento, que es estar contentos, agradecidos y vivir con actitud de gratitud por lo que ya tienes.

Desde ahí, cuando quieres comprar algo quizás te das cuenta de que no lo necesitas, que estás disfrutando de lo que tienes. Te hace ver la vida desde otra perspectiva y eso ayuda a respetar el tipo de consumo, el medioambiente, el tiempo y espacio de la gente. Son los valores del yoga.

En base a estos valores has creado una comunidad masiva en redes sociales. ¿Te sientes conectada a tus seguidores?

Las redes son más que un medio de comunicación. A través de ellas tenemos contacto directo, nos dan acceso a la audiencia. Recibo decenas de comentarios, preguntas y dudas cada día y las estudio para convertirlas en contenido para mi plataforma: videos, clases, charlas para ayudar a la gente a encontrar su camino en esta vida espiritual. La introspección no implica una vida monástica.

¿Verías viable tu proyecto sin estas plataformas?

Cuando empecé a dar clases presenciales corría por la ciudad de 07:00 a 21:00. Estaba más agotada que nunca y llegaba a muy poca gente. Ahora, con más de dos millones en YouTube y 700.000 en Instagram, casi tres millones de personas están disfrutando con todas las enseñanzas de los grandes maestros espirituales gracias a las redes sociales y a esta conexión diaria.

Xuan Lan durante uno de sus viajes espirituales documentados en 'Reset'.

Xuan Lan durante uno de sus viajes espirituales documentados en 'Reset'. DR

Antes les daba una clase a la semana, ahora cada día pueden escuchar consejos, mantras, filosofía o temas que voy divulgando. Lo único que hay que hacer es no abusar de las redes sociales ni de la información en internet, porque no está controlada, comprobada y a veces es tóxica, pero eso es responsabilidad de cada uno.

Igual que cuidamos de lo que comemos, también debemos cuidar de lo que consumimos. Si tienes una vida espiritual y los valores del yoga, empiezas a seleccionar mejor.

Has hecho del bienestar un estilo de vida aspiracional, ¿es fácil o sostenible para gente que lleva una rutina de oficina de 9 a 6, y de no parar en grandes ciudades?

Pienso que sí. Estoy segura de que la gran parte de la gente que me sigue, tiene ese ritmo de vida.

La idea es que encuentres un espacio para retirarte, reconectar con la naturaleza, ralentizar y recargar pilas. Esto puede ser la cabaña de la montaña, al lado del campo o junto al mar. No hace falta que sea un viaje lejano.

Xuan Lan, durante un baño de hielo. Fotograma de 'Reset'.

Xuan Lan, durante un baño de hielo. Fotograma de 'Reset'. DR

Ahora que he presentado la serie documental Reset hago una invitación a un viaje personal, no a ir a México. Es una obra visual, con la cual invito a descubrir culturas distintas en continentes exóticos, pero no hace falta ir lejos.

Por trabajo viajas a sitios idílicos, paraísos, pero ¿dónde te sientes más en calma?

Cada fin de semana voy a la montaña que está cerca de mi casa para desconectar, hacer caminatas por la naturaleza y tener el móvil apagado en la mochila. Para mí eso ya es un viaje.

Estamos practicando higiene mental y física. Hay quien pasa el fin de semana de fiesta, conectados al móvil aún estando, por ejemplo, en unas vacaciones en la playa y luego se preguntan por qué están tan cansados al volver a la rutina.

Una caminata de dos horas por el monte donde tu cardio, tus piernas, todo se mueve de otra manera. Tu mente está mirando el paisaje o a tu perro, teniendo una buena conversación con amigos. Y esto para mí es el reset.

Si luego en tus vacaciones de verano puedes hacer un viaje a Italia, Noruega, Sri Lanka o a México, pues genial pero los momentos de desconexión se buscan en el diario.

Sri Lanka, México y España son los tres destinos clave de Reset. ¿Cuál de ellos te ha enseñado más a nivel personal?

Cada uno me aporta algo. Asia tiene una cultura muy distinta, la India es la cuna del yoga, enseñan medicina natural y preventiva, he hecho varios retiros de Ayurveda allí.

El Mediterráneo es mi hogar ahora que vivo en España y es donde me siento cómoda. Me gustan las cuatro estaciones de la naturaleza que no existen en otros sitios.

'Reset', una invitación a un viaje interior de retrospección.

'Reset', una invitación a un viaje interior de retrospección. DR

Por otro lado, México es un país al que viajo mucho por trabajo y porque tengo una gran comunidad de latinoamericanos. Existe una fuerza en sus tradiciones ancestrales, en sus ceremonias y en sus rituales que no tienen tanto en Europa.

Es una apertura de mente, absorber distintas culturas y ser ciudadana del mundo y coger lo mejor de todas. Es difícil escoger uno.

Estando rodeada de tanta pluralidad, ¿dónde encuentras las mentes más abiertas?

En Latinoamérica en general tienen mucha espiritualidad ancestral y mucho respeto a la naturaleza. En Europa hay más miedo, sobre todo los rituales del yoga, el canto de los mantras en sánscrito.

A mí no me gusta generalizar un país porque cada zona lo vive diferente. Vamos a decir que en las ciudades grandes suelen ser más abiertos porque tienen acceso a más contenidos y actividades, la comunidad es más internacional.

Tu formación en la práctica de yoga es extensísima. ¿Se deja de aprender en algún momento? ¿Cuál es la clave para ser una buena maestra?

La disciplina y el trabajo. Hay una imagen de que los creadores de contenido tienen una vida fácil y algunos de ellos quizás sí.

Creo contenido desde hace más de diez años. Hacerlo de manera regular y ofrecer calidad a mi audiencia requiere muchísimo trabajo. Si no me levanto yo para hacerlo, nadie lo va a hacer para mí.

Intento ser auténtica y ofrecer información de interés y que aporte realmente al bienestar de la gente. Esto me obliga a leer muchos libros, a conocer a muchas personas para hacer entrevistas, interesarme por las nuevas tendencias y devolver lo que voy aprendiendo. Es un trabajo casi periodístico y como no es mi idioma ni mi formación, requiere más trabajo.

Para mí no es algo natural, pero lo hago con mucho gusto y tengo un equipo que me ayuda para que el sonido sea bueno, para que la imagen sea buena y para que el contenido realmente sea de valor.

En los años que llevas enseñando yoga y divulgando el bienestar, ¿cuál es el foco del creciente interés por la práctica de esta disciplina?

A raíz de la pandemia, el yoga ha llegado a un público que, de no haber estado en sus casas, no habría probado. Tener más tiempo ha permitido a la disciplina entrar en muchas vidas y llegar a personas que antes no tenían tiempo, ganas o interés.

Lo primero que escuché al salir del confinamiento, a miles de personas, es que el yoga les había salvado. Han encontrado un momento de paz y herramientas para lidiar con el miedo, el estrés y la ansiedad de una situación así. No todo el mundo necesita meditar o practicar asanas cada día, pero conocen las herramientas y saben que están a su fácil alcance.

Xuan Lan.

Xuan Lan. DR

Cada vez más gente se acerca a la meditación para encontrar este espacio de paz mental entre el estrés, la hiperconexión y sobrestimulación. Me parece genial que los medios de comunicación, los gimnasios y los centros aparezcan por la calle para que la gente pueda probar y encontrar un maestro, un guía para probarlo e integrarlo en su día a día.

¿Cómo invitarías a alguien a probar este cambio de vida?

No forzaría a nadie a practicar yoga, si no tiene intención no lo va a hacer con ganas. Una persona con apertura de mente e interés estará más receptiva a las sensaciones y la observación, lo que buscamos es la atención al momento presente.

En general la primera clase no es una buena experiencia porque se pierde, no entiende los nombres en sánscrito, tampoco el objetivo. Sí recomendaría que, si existe el interés, se den la oportunidad de probar dos o tres clases para formarse su opinión.