Plátano.

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Salud y Bienestar

Adiós al plátano: el alimento con el doble de potasio que aconseja la nutricionista Julia Farré para la tensión arterial

La hipertensión en la mediana edad es más dañina en las mujeres que en los hombres de edad similar, pero se trata de manera insuficiente.

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en el mundo hay 1.280 millones de personas de 30 a 79 años con hipertensión (HTA), pero que el 46% desconocen que la padecen. Se estima que solo uno de cada cinco (el 21%) la tiene bajo control y que se diagnostica y trata en menos de la mitad de los adultos que la presentan, a pesar de ser uno de los principales factores de riesgo cardiovascular.

En cuanto a géneros, se estima que aproximadamente una de cada tres mujeres en el mundo tiene hipertensión. Unos datos sorprendentes, ya que los datos informan que los hombres son más propensos a sufrirla; sin embargo, a partir de la menopausia las cifras cambian y esta patología se convierte en el factor de riesgo más importante para las mujeres en todo el mundo.

Uno de los factores que puede desempeñar un papel activo en el desarrollo de la hipertensión es la dieta: los malos hábitos, la obesidad o un exceso de sodio en la misma. Por ello, cada vez más expertos recomiendan la incorporación de potasio, que produce disminución de la presión arterial. Aunque el plátano sea el alimento más famoso en este punto, la nutricionista Julia Farré recomienda las espinacas.

El potasio y la hipertensión

El potasio es un electrolito imprescindible para que nuestro organismo realice varias de sus funciones vitales. Los niveles de esta sustancia en nuestra sangre deben permanecer dentro de unos parámetros para el correcto funcionamiento del corazón, puesto que está detrás del mantenimiento de la frecuencia cardíaca. La Fundación Española del Corazón (FEC) recomienda consumir plátano para mantener la salud de las células del miocardio.

"Es un mineral que ayuda a regular la presión arterial contrarrestando el efecto del sodio", explica la dietista y nutricionista Julia Farré. Mientras que un exceso de sodio puede aumentar la presión arterial al promover la retención de líquidos y aumentar el volumen sanguíneo, el potasio actúa de manera opuesta al relajar los vasos sanguíneos, facilitar la excreción de sodio a través de la orina y reducir la tensión en las paredes arteriales. 

Este mineral también es imprescindible para la contracción muscular y la transmisión del impulso nervioso, contribuyendo a mantener un ritmo cardíaco adecuado y a disminuir la resistencia periférica, factores que también influyen en la presión arterial. 

Por todos estos motivos, las dietas ricas en potasio, provenientes de alimentos como frutas, verduras, legumbres y frutos secos, se han asociado con una reducción del riesgo de desarrollar hipertensión y una mejora en el control de esta condición en quienes ya la padecen.

En este punto, las espinacas son el alimento recomendado por los expertos para introducir en nuestra dieta. A diferencia del plátano, que alberga unos 350 miligramos de potasio por cada 100 gramos de peso; las espinacas contienen nada menos que 423 miligramos en esa misma cantidad.

Las espinacas, la verdura con el doble de potasio

Las espinacas son un alimento altamente nutritivo y versátil que ocupa un lugar destacado en las dietas saludables debido a su perfil rico en vitaminas, minerales y compuestos bioactivos. Este vegetal de hojas verdes es especialmente conocido por su alto contenido de potasio.

Además del potasio, las espinacas destacan por su riqueza en otros nutrientes como el hierro, el magnesio, el calcio y las vitaminas A, C, E y K. Estos nutrientes son esenciales para diversos procesos biológicos, incluidos el fortalecimiento del sistema inmunológico, el mantenimiento de huesos fuertes y la protección contra el estrés oxidativo.

En particular, los antioxidantes presentes en las espinacas, como la luteína y la zeaxantina, contribuyen a la salud ocular al prevenir enfermedades como la degeneración macular y las cataratas. También son una excelente fuente de fibra dietética, que favorece una digestión saludable, regula los niveles de azúcar en sangre y contribuye a la saciedad, siendo una opción ideal para quienes buscan controlar su peso de manera natural.

Espinacas.

Espinacas.

Por otra parte, las espinacas son bajas en calorías, lo que las convierte en una opción ideal para incorporar a diferentes tipos de alimentación, desde dietas vegetarianas y veganas hasta aquellas centradas en el control calórico.

Al igual que el plátano, la espinaca es fácil de incorporar a la dieta de manera diaria. Se pueden poner unas cuantas hojas en una ensalada de guarnición todos los días para acercarnos a la ingesta diaria recomendada de este mineral que, según la FEN, es de 3.500 miligramos al día.