Una mujer se aplica protector solar en la piscina.

Una mujer se aplica protector solar en la piscina. istock

Salud y Bienestar

¿Cómo puedo saber qué factor solar tengo que comprar para no quemarme la piel?

Con la llegada del buen tiempo, nuestra exposición al sol se multiplica y, por ello, es fundamental tener la piel protegida. 

6 junio, 2023 02:09

El verano está a la vuelta de la esquina. Con la llegada del buen tiempo pasamos más tiempo al sol y ya estamos preparando los bikinis para la temporada de playa y piscina. Durante esta época, el protector solar, si bien lo utilizamos (o debemos utilizar) todo el año, se hará, más que en ningún otro momento del año, un aliado imprescindible. 

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Ahora bien, ¿cómo podemos saber qué factor de protector solar debemos escoger? ¿Entendemos qué significa y en qué influye? 

El FPS (factor de protección solar) define cuánto tiempo puedes estar bajo el sol sin quemarte usando protección solar, en comparación al tiempo que podrías estar sin protección. 

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Según explica NIVEA, el FPS más adecuado para tu piel variará en función del tiempo que pueda protegerse así misma. Este periodo oscila entre los 5 y 30 minutos de media y depende del tipo de piel, la ubicación y la época del año. 

De manera simplificada:

Tiempo que tu piel puede estar expuesta al sol sin quemarse (dependerá del fototipo) x FPS = Minutos protegida del sol 

¿Qué fototipo tengo?

Diversas clínicas y centros dermatológicos han lanzado tests online para que compruebes cuál es tu fototipo o el tiempo que puedes estar al sol sin quemarte.

Y, aunque la opción más acertada será siempre consultar con un dermatólogo, te dejamos la descripción de cada fototipo para que encuentres el tuyo. 

Fototipo I: lo encontramos en personas con la dermis muy clara y lechosa, además su cabello es generalmente rojo o anaranjado. Suelen tener los ojos claros y nunca se broncean. 

Fototipo II: la piel de las personas con este fototipo es clara, pero se puede broncear ligeramente, suele tener pecas y el cabello suele ser rubio. 

Fototipo III: este fototipo suele darse en personas rubias o con el cabello castaño que pueden tener la piel clara o ligeramente morena. Suelen conseguir un bronceado dorado.

Fototipo IV: las personas de cabello y ojos oscuros y piel morena que se broncean rápidamente lo tienen. 

Fototipo V: lo tienen personas de piel oscura o marrón que se broncean rápidamente. Recibe el nombre de mediterráneo. 

Fototipo VI: es el que presentan las personas negras. Casi nunca se queman. 

Una vez conocido tu fototipo. Toca escoger el factor de protección solar más apropiado para tu piel. De acuerdo con L'Oréal, a las personas cuyo fototipo corresponda con uno de los tres primeros se les recomienda utilizar un protector solar con FPS alto o muy alto para evitar quemarse. A los del IV y V les servirá un protector con FPS medio y a los del VI les valdrá uno bajo. 

En cualquier caso, según explica NIVEA, un mayor factor de protección solar prolongará el tiempo que puedes tomar sol placenteramente.

¿Crema, loción o spray?

Una vez tengas claro el SPF, quizá te plantees si es mejor hacerte con un protector solar en crema, loción o spray. Para que escojas la opción que mejor se adapta a ti, te contamos sus particularidades: 

Las lociones son perfectas para pieles normales, aunque sirven para todo tipo de pieles. Son ligeras y de rápida absorción. 

Los sprays son muy cómodos, refrescantes y también se secan rápidamente. Sin embargo, al no verlos bien durante la aplicación, podemos dejar áreas desprotegidas que se pueden quemar con rapidez. 

Por último, las cremas son algo más grasas, por lo que se recomiendan aplicar en pieles normales o secas. Estas, además, aportan un extra de nutrición.