Una mujer se depila el brazo con láser.

Una mujer se depila el brazo con láser. iStock

Salud y Bienestar

Depilación láser teniendo cáncer: una doctora experta responde si es recomendable

Durante la enfermedad también es importante verse bien y tener autoestima. Por eso, algunas pacientes se preguntan si es recomendable depilarse con láser en el tratamiento.

19 febrero, 2022 11:24

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Verse bien a una misma y tener una buena autoestima es una parte fundamental de la vida. Cuando se enferma, la necesidad de sentirse atractiva y a gusto con el cuerpo puede ser aún mayor. Para una persona, enfrentarse a una enfermedad grave como el cáncer y ser sometida a tratamientos agresivos que provocan cambios en el cuerpo, puede ser traumático. De ahí la importancia de que se vea lo mejor posible al mirarse al espejo. En este sentido, algunas pacientes se preguntan si durante el tratamiento contra el cáncer pueden continuar con la depilación láser.

Aunque muchos de los tratamientos provocan la caída del pelo esto no sucede forma homogénea, por lo que algunas mujeres optan por continuar con la depilación.

La doctora María Calvo, jefa del servicio de Dermatología del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo, afirma que es mejor evitar la depilación mientras se mantiene la activa la enfermedad.

"Cualquier enfermedad en fase activa supone una contraindicación para realizar un tratamiento láser. Por tanto, una persona con una enfermedad oncológica no debería someterse a depilación láser", declara a MagasIN.

Tal y como explica la doctora, la depilación láser "actúa de manera muy específica sobre el folículo piloso, ya que la melanina del pelo tiene alta absorción por la longitud de onda de los láseres utilizados". Entonces se produce "una destrucción selectiva del folículo piloso sin dañar la piel, siempre que ésta no esté bronceada".

La capacidad de penetración de los láseres de depilación es mínima, alcanzando exclusivamente unos milímetros, donde se encuentran los folículos pilosos. "Así que no produce ningún efecto nocivo en el organismo".

Aun así, "durante el tratamiento oncológico es aconsejable no realizar depilación láser", especialmente cuando se toman "fármacos que son considerados fotosensibles".

"Los tratamientos fotosensibles son aquellos que producen reacciones adversas cuando se administran junto con algún espectro de luz. Por tanto, si la longitud de onda del láser utilizado está incluida en dicho espectro podría ser perjudicial", asegura la doctora Calvo.

Fin del tratamiento

Y, una vez superado el tratamiento, ¿cuándo se pueden retomar las sesiones de depilación láser? La doctora aconseja que se espere a tener el alta médica del proceso oncológico, es decir, "que se considere la enfermedad totalmente erradicada".

La clave, concluye la doctora Calvo, es "esperar a tener la enfermedad controlada y seguir siempre los consejos de su médico". Porque verse bien es importante, pero no hay que olvidar que la prioridad es la salud. 

Cuidado de la piel

Además de evitar la de depilación láser, durante el tratamiento contra el cáncer es especialmente importante cuidar la piel y darle un plus de hidratación. Tratamientos como la quimioterapia o la radioterapia se ceban especialmente con la salud dermatológica ya que producen alteraciones en las células y una pérdida excesiva de fluidos. Todo ello provoca que la piel esté más sensible y sufra una sequedad excesiva, descamación y picor, entre otros síntomas.

Para combatirlo, lo primero es utilizar cremas hidratantes, emolientes, calmantes y restauradoras de la barrera hidrolipídica. Lo ideal es aplicarlas por todo el cuerpo al menos dos veces al día, especialmente al salir de la ducha. 

Algunas de las lociones más recomendadas por expertos oncológicos son la Rewarding Body Balm de Twelve Beauty (92 €); la Loción Radio Skin (39,90 €) y el Serum Calmante (58,90 €) de Laboratorios María D'uol; o el Bálsamo Calmante 25 €) y la Crema nutritiva con color y SPF 50+ (45 €) de la marca Ángela Navarro.

Por supuesto no hay que olvidar las zonas más propensas a la sequedad como son los pies, las manos y los codos.

Otras recomendaciones son evitar rascarse y los tratamientos de exfoliación, tomar duchas cortas y no muy calientes para no debilitar aún más la dermis y beber mucha agua para mantener todo el cuerpo hidratado.