Un estudio afirma que el teletrabajo perjudica más a la salud de las mujeres.

Un estudio afirma que el teletrabajo perjudica más a la salud de las mujeres. UPF Barcelona School of Management

Salud y Bienestar

El teletrabajo perjudica más a la salud de la mujer: tres de cada cuatro sufre estrés y fatiga digital

Un estudio realizado por UPF Barcelona School of Management muestra que el 71,4% de las mujeres padecen estrés y fatiga digital con la actual aplicación del teletrabajo.

18 diciembre, 2021 01:11

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Con la pandemia, el teletrabajo se ha instaurado en la vida de muchas mujeres españolas. La opción de trabajar desde casa supone una ventaja para aquellas que necesiten trasladarse lejos de sus hogares para llegar a su puesto de trabajo, pero también está lleno de desventajas.

Según un reciente estudio publicado por el Observatorio de Liderazgo en la Empresa de la UPF Barcelona School of Management, dirigido por Sílvia Cóppulo, la sobreconectividad digital afecta especialmente a la salud de las mujeres que teletrabajan. El estudio cruza nuevos datos de la investigación "La desconexión digital, un derecho laboral imprescindible para la salud", poniendo ahora el foco en los resultados referidos a mujeres y, concretamente, a las que teletrabajan. 

Los resultados son preocupantes: tres de cada cuatro mujeres, es decir, un 71,4% sufre estrés y fatiga digital con la actual aplicación del teletrabajo. Este porcentaje manifiesta sentir estrés y el 60,7% asegura sufrir fatiga digital a raíz de la actual aplicación del teletrabajo. Los hombres, por el contrario, aducen estrés en un 58,1% y fatiga en un 46,3%. "La muestra de la encuesta es paritaria, por lo que podemos concluir que conectividad digital, salud y teletrabajo están estrechamente relacionados con el género de las personas", reflexiona Cóppulo.

Más tiempo conectadas

Lejos de ser una buena opción para conciliar, trabajar desde casa afecta tanto a nivel emocional como físico a la mujer. "En el ámbito emocional, mujeres y hombres tienen posicionamientos antagónicos respecto a la relación entre conectividad digital y soledad", apunta la directora del Observatorio de Liderazgo en la Empresa de la UPF-BSM. Una afirmación que sustenta teniendo en cuenta que las mujeres que trabajan mayoritariamente en remoto exponen que tantas horas de conexión digital las hacen sentir más solas. Sin embargo, los hombres apuntan justo lo contrario. 

Una sobreconexión digital puede ser muy perjudicial. "Ellas tienen más claro que ellos que una mayor conectividad digital no supone más productividad", asegura Erola Palau Pinyana, investigadora del Dpto. de Operaciones, Tecnología y Ciencia, aunque advierte que esta sobreconexión resulta positiva para las mujeres, pero para su carrera profesional. 

Tal como apuntan ambas coautoras de la investigación, es interesante observar como, mayoritariamente, son los hombres los que comandan los equipos y tienen responsabilidades superiores dentro de las organizaciones. "Ellas deben demostrar que su trabajo es de igual valor que el de los hombres y, por tanto, se ven empujadas a la sobreconexión digital", argumenta Palau, que concluye: "se exponen a elevados niveles de estrés y fatiga laborales que deben combinar con la lucha por la conciliación". 

Una igualdad creciente

A esta necesidad de demostrar más que los hombres, se le une el hecho de que el teletrabajo expande las horas de trabajo fuera del horario establecido. Un anterior estudio, demostraba que tanto mujeres como hombres atienden en un 95% a los mensajes de trabajo fuera del horario laboral. "El trabajo en remoto, asumido como una solución de urgencia a raíz de la pandemia, ha desdibujado los límites temporales y de espacio en relación con el trabajo", concreta Palau.

Ante este preocupante contexto, el estudio promueve varias recomendaciones para redirigir la situación. Una de las propuestas es concienciar a la población y a las empresas de la necesidad de descansar y desconectar, también promover políticas dirigidas a modificar los horarios laborales para garantizar la conciliación o establecer acuerdos entre empresa y trabajadores respecto a la disponibilidad digital. 

Además de estas propuestas, es esencial que las empresas sean consciente del existente techo de cristal y los retos a los que se enfrentan las mujeres en sus puestos de trabajo respecto a sus compañeros masculinos.