
La reina Sonia de Noruega durante un funeral en Luxemburgo en 2019. Gtres
La reina Sonia de Noruega recibe el alta hospitalaria, pero cancela toda su agenda de actos oficiales de esta semana
"Las pruebas muestran que la situación se ha normalizado", ha informado la Casa Real noruega en un comunicado en la tarde de este martes, 22 de abril.
Más información: Sonia de Noruega, intervenida con éxito después de someterse a una operación para colocarle un marcapasos
Poco ha durado, afortunadamente, la gran tensión y preocupación que se ha vivido en las últimas horas en Noruega. La reina Sonia, de 87 años, ha sido dada de alta este martes, día 22 de abril, del Hospital del Reino de Oslo, donde ingresó anoche con carácter urgente para ser examinada a causa de unos problemas respiratorios.
"Las pruebas muestran que la situación se ha normalizado", ha informado en un comunicado la Casa Real noruega. En la nota, además, se añade que se suspenderán los compromisos oficiales que tenía previstos esta semana la Reina. En concreto, una visita cultural a una iglesia de Oslo planeada -y ahora anulada- para este jueves, día 24 de abril.
La madre de los príncipes Haakon de Noruega y Marta Luisa había sido trasladada ayer en una ambulancia aérea desde la residencia de Sikkilsdalen, al norte de la capital, donde pasaba las vacaciones de Semana Santa con su esposo, el rey Harald V.

La reina Sonia de Noruega, con un look azul Klein. Gtres
Medios noruegos habían mostrado esta mañana imágenes de la princesa Marta Luisa, hija mayor de los Reyes, entrando en el hospital para visitar a su madre. En concreto, la esposa del chamán Durek Verret visitó a su progenitora desde las 9:40 horas de la mañana hasta 20 minutos antes de las 11, cuando los médicos, presumiblemente, le informarían de que la situación de la Reina estaba controlada.
La salud de la reina
A la reina Sonia de Noruega le fue implantado el pasado enero un marcapasos tras serle detectadas fibrilaciones cardíacas. Esta operación fue el resultado de un suceso que tuvo lugar en la noche del 11 de enero, cuando disfrutaba de unas relajadas jornadas de esquí, actividad que practica con frecuencia, y, de manera repentina, sufrió un episodio de fibrilación auricular. La reina de todos los noruegos fue ingresada de inmediato y permaneció bajo observación durante varias horas.
Aunque el incidente de salud sorprendió a la Familia Real, en el comunicado que emitieron en la mañana del domingo 12 de enero, recalcaron que no se trataba de un problema grave y que la consorte estaba recibiendo la atención médica adecuada. Ahora, se sometía a esta intervención para solucionar las secuelas de esta afección cardiaca que provoca un ritmo irregular en el corazón.
A diferencia de otros miembros de la Corona noruega, que han enfrentado serias complicaciones de salud -la princesa Mette-Marit padece fibrosis pulmonar crónica y el rey Harald sufre diversas afecciones-, la Reina ha gozado hasta ahora de una salud muy buena, y es conocida por su afición a los deportes de invierno y a los paseos en la montaña.