Marta Flich, en una imagen de marzo de 2025. GTRES
Marta Flich, presentadora y madre a los 44 años: "Ojalá hubiera podido serlo antes, lo mejor es congelar tus óvulos"
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en la última década, los partos de mujeres de 40 años (o más) han aumentado un 19,3%.
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El miércoles 9 de noviembre de 2022, Marta Flich se convirtió en madre a los 44 años. La presentadora de RTVE dio a luz a Berta, la que se convertiría en su primera hija y compañera de vida. A su lado, el humorista y escritor Edu Galán, fundador de la revista satírica Mongolia y su pareja desde hace años, compartía la misma ilusión.
La que fuera copresentadora de Todo es mentira compartió la noticia a través de sus redes sociales. Quiso anunciar al mundo que la familia había crecido, pero también aprovechó la ocasión para aliviar, de alguna manera, la presión social que durante años habían ejercido sus compañeros de profesión, preguntándole cuándo sería madre.
Precisamente de esta maternidad tardía ha hablado la presentadora en varias ocasiones y una de las últimas ha sido recientemente para Divinity. Flich asegura que siempre tuvo claro que quería ser madre, pero no a cualquier precio ni en los tiempos que marcaban los demás.
La maternidad tardía de Marta Flich
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en la última década, los partos de mujeres de 40 años (o más) han aumentado un 19,3%. En España, concretamente, en el año 2022, un total de 29.604 mujeres tuvieron un hijo en este grupo de edad. Una de ellas fue Marta Flich.
La presentadora está muy feliz por haber podido ser madre; sin embargo, reconoce que "llegó en el minuto 90". Según algunos estudios, las probabilidades de quedarse embarazada de forma natural a los 40 años son de alrededor del 5% por ciclo menstrual, aunque pueden ser mayores en el plazo de un año, entre el 10-15% en algunos informes.
Aunque Flich asegura que los médicos no le pusieron etiquetas, ni nadie le mencionó aquello del "embarazo geriátrico", sí que notó la presión social. De hecho, ella recuerda cómo, incluso desde dentro de la televisión, había comentarios sobre su maternidad.
"Todo el mundo me decía: '¿No vas a ser madre o qué?'. Pero no era un interés real, era más bien un '¿cuándo te vas a quitar de en medio?'", cuenta la presentadora en RTVE.
Sin embargo, ella tuvo claro que iba a tomarse su tiempo y así fue: a los 44 años, fue madre. "Para muchos, no decirlo era una debilidad; para mí, era mi grandeza. Seguí mi camino y todo salió bien", explica con serenidad.
Su hija Berta le cambió la vida radicalmente e irradia felicidad cada vez que habla de ella, pero la realidad es que sí "se arrepiente" de su maternidad tardía. "Ojalá hubiera sido madre antes para conocer a mi hija muchos más años", confiesa la excompañera de Risto Mejide.
Marta Flich, en el inicio de temporada de 'Al cielo con ella'.
La presentadora, que ha pasado por programas como Todo es mentira y que ahora disfruta de un momento personal pleno, no oculta la dureza ni los desafíos que implica tener un hijo a los cuarenta. "Es duro y es arriesgado", reconoce.
A pesar de esa pequeña espina, Flich quiere aprovechar su experiencia para lanzar un mensaje a otras mujeres que aún no se sienten preparadas para ser madres, pero que no quieren renunciar a la posibilidad.
"Yo recomiendo que quien pueda, que se congele los óvulos para ser libre en el momento en el que decida concebir un hijo o una hija", afirma, también desde la convicción de que la libertad reproductiva pasa por el acceso a la información y a las herramientas médicas necesarias para decidir sin presión ni reloj biológico.
Flich sabe que su experiencia personal es también el reflejo de una generación que ha vivido entre dos mundos: el de las mujeres que tuvieron que elegir entre su carrera y la maternidad, y el de las que hoy buscan compatibilizar ambas cosas sin sentirse culpables.
En su caso, esa conciliación parece posible gracias a una organización con su pareja. "Él tiene horarios más flexibles y, pues eso, valga la redundancia, es más flexible para poder conciliar", explica.
De hecho, pese a que su profesión le impone rutinas más exigentes, la presentadora se ha impuesto una norma que le ayuda a mantener el equilibrio entre su faceta profesional y la maternidad: "Que yo sea la primera persona que vea cuando se despierte y la última cuando se duerme. Por eso me voy lento a casa y vuelvo rápido a casa".