
María Cudeiro, en el Hotel Cool Rooms Palacio Atocha.
María Cudeiro, farmacéutica experta en belleza: "A partir de los 35 años, la estructura facial se va cayendo"
La directora de Evolus España, Portugal y Suiza habla de la evolución del sector hacia una belleza funcional y recomienda empezar a prevenir a los 30 y dejarse asesorar.
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Decía la gran Coco Chanel: "La belleza comienza en el momento en el que decides ser tú misma". Esta es una frase que bien podría definir a María Cudeiro, una profesional de éxito que lleva más de dos décadas en el universo beauty y de la cosmética, ámbito laboral que compagina con su gran familia. A sus 44 años, es madre de cinco hijos y su rutina diaria supone un verdadero ejercicio de planificación del tiempo...
Es directora general de Evolus España, Portugal y Suiza, una compañía de belleza de alto rendimiento que está cambiando las reglas del juego del sector. Farmacéutica de carrera, cuenta con una extensa formación y ha desarrollado una sólida experiencia en estrategia de márketing, desarrollo de producto y gestión empresarial. Una mujer comprometida con el empoderamiento femenino, que busca inspirar, y que es embajadora de Women Empowerment, una plataforma que contribuye a la equidad de género.
Magas se cita con ella en el Patio Rosado del Hotel Cool Rooms Palacio Atocha. Habla con entusiasmo de su trabajo, ensalza la idea de dar la mejor versión de una misma a través de cuidados estéticos, nos detalla su rutina frenética bajo el lema "se puede" y, por qué no, también comparte pinceladas de una vida familiar muy completa.

La directora de Evolus es fameceútica de carrera y tiene una amplia experiencia empresarial.
Evolus viene de evolución, una palabra que es el alma de la compañía. ¿Cómo la definirías?
Nuestro lema es perfomance beauty. Estamos hablando siempre de belleza funcional. Hay un rechazo a ver estas caras sobretratadas y justamente lo que buscamos es lo contrario. Queremos que los médicos estéticos nos puedan acompañar en nuestro camino hacia el envejecimiento para decirnos cómo lo puedes hacer de manera que vayas estando cada vez mejor. Lo más importante es prevenir, porque envejecer es un privilegio, significa que estás viva.
Buscamos herramientas que no te bloqueen, que no te cambien la expresión, sino que te acompañen en ese proceso para potenciar nuestra belleza. Y esto se puede conseguir con productos mucho más puros y precisos y tratamientos personalizados. La medicina estética es muy válida.
"A partir de los 35 años, las estructuras faciales se van cayendo. Y ya no te digo cuando llegamos a los 50 con la menopausia...Al cumplir los 30 hay que empezar a cuidarse"
Hablabas de prevención, ¿a partir de qué edad debemos recurrir a esos tratamientos?
Te cuento mi experiencia personal. La cosmética está muy bien y es una herramienta muy válida. Siempre digo que no hay belleza sin limpieza y usar protección solar es fundamental, porque esa es la mejor crema antiedad. Pero a partir de los 35 años, nuestras estructuras faciales se van cayendo. Y ya no te digo cuando llegamos a los 50 con la menopausia...
Al cumplir los 30 hay que empezar a cuidarse, con constancia, incluyendo el deporte y siempre acompañada por un profesional. Recuerdo un médico muy conocido, un cirujano plástico, al que le pregunté: "¿A qué edad me tendré que hacer un lifting?". Y él me contestó: "Si te vas cuidando como hasta ahora, quizá nunca lo necesites".
¿El mejor retoque?
El tratamiento estrella y lo que más está creciendo son los neuromoduladores. No solo te quitan las arrugas, sino que además educan tu expresión facial. Por ejemplo, yo tenía el ceño fruncido desde muy pequeña y ha llegado un momento en el que mi cerebro ya no hace este gesto gracias a ellos. Lo ideal es visitar al médico estético tres veces al año y dejarte asesorar.
Abogas por la belleza más natural, pero hay un boom de la estética con tratamientos muy llamativos en mujeres, además, muy jóvenes. ¿Hace falta aún mucha pedagogía?
Totalmente. Mira, a los 25 años estás en plena belleza, ahí no hay nada que prevenir. Se puede corregir o mejorar con el consejo de un experto y es importante que ellos sepan decir que no, que pongan límites. Como apuntabas, se necesita mucha educación. Igual que no entraríamos en la consulta de un cardiólogo y le diríamos que nos pusiera un marcapasos, cuando vas a un médico estético te tienes que dejar guiar porque el que sabe es él y conoce exactamente todas las herramientas que te puede ofrecer y cómo va a envejecer tu estructura facial.
Antes sí que veíamos esas caras congeladas que no se podían mover, ahora no, no es eso lo que queremos. Los profesionales de la belleza ya pueden trabajar con productos muy precisos que lo que hacen es borrar las arrugas sin quitarle el movimiento a la paciente, y eso hace que se sientan mucho más cómodas y con naturalidad. Ese es el objetivo que buscamos en Evolus, dar esa herramienta.
"Ponerte unos labios que no pegan con tu cara o bloquear la expresión y no poder mover las cejas no es el objetivo. Mi lema: 'menos es más' y acompañada de un experto"
Hay que dejar de estigmatizar también la vejez, ¿no crees?
Claro, la medicina estética está ahí para ayudarnos a dar nuestra mejor versión. Y esta no es, desde luego, ponerte a los 50 unos labios que no pegan con tu cara o bloquear la expresión y no poder mover las cejas. Ese no es el objetivo. Mi lema siempre es que menos es más, y que los médicos han de acompañarte siempre en el proceso.

María Cudeiro, en un momento de la entrevista.
María, hablemos de ti: alta directiva, cinco hijos... ¿Qué filosofía trabajas?
Que se puede hacer todo. Recientemente, en la conferencia que di en ESADE, hablé de mis tres pilares. Lo primero es saber delegar, tanto en el trabajo como en casa. Yo cada día hago una lista donde coloco las cosas urgentes que tienen que salir sí o sí. Lo segundo es dejar de querer ser tan hiper perfeccionistas, algo muy común en las mujeres. Y el tercer punto para mí es la organización, yo trabajo mi día por bloques y en la agenda siempre tengo cerrado un tiempo para mí. No perdono mis 30 minutos al día de ejercicio, ni quedar con mis amigas una vez a la semana o más si puedo.
Al final es un tema hormonal. Si el cortisol, que es esta hormona que nos mantiene activas, sube hasta niveles que no puedes controlar, al final no vas a tomar buenas decisiones, no vas a cuidar a tu equipo y no vas a cuidar a tu familia. Hay que prestar atención a la salud mental. Los niveles de ansiedad y de depresión que tenemos son exagerados. Creo que somos el país de Europa donde consumimos más fármacos para estos problemas, porque vivimos un ritmo muy acelerado.
"Mi marido y yo nos comunicamos por mail para la intendencia de la familia, tenemos cinco hijos. Me ha apoyado en mi carrera desde el minuto uno"
En este encaje de bolillos que es tu vida, siempre hablas de tu marido. ¿Qué papel juega?
Él es una pieza fundamental. Nos comunicamos por el calendario de Outlook y por mail para la intendencia. Nos mandamos invitaciones de cosas de los niños, de entrevistas de colegio, pediatras o
cosas que hacer. El domingo pongo notas de lo que hay que preparar para toda la semana y repartimos qué hace cada uno. De vez en cuando hay que revisarlo (risas). Hay que buscar el equilibrio. Yo muchas veces digo: 'pensad bien con quién os vais a casar o con quién vais a tener un hijo porque es crucial'.
Mi marido me ha apoyado en mi trayectoria desde el minuto uno. Fíjate, en una mudanza encontró una carta que le escribí antes de casarnos, con 24 años, y le decía: "Me gusta mucho mi trabajo, mi profesión me define. Si no la vas a entender, prefiero que no sigamos". Cuando tienes una familia, con niños pequeños, has de aprender a matar el síndrome de la impostora. La constancia, la perseverancia y la formación son las claves del éxito.
Pero los problemas de conciliación para todos también son de índole económica. Si puedes pagar por la ayuda, puedes avanzar profesionalmente.
Sí, es muy complicado. De hecho, hay una época de tu vida que no vives de tu salario, porque lo tienes que emplear en el soporte familiar para poder continuar tu carrera profesional. Pero es una inversión. Lo primero que hacen en las escuelas de negocios es pedirte que te visualices a 10 ó 20 años vista para trazar un camino y ver las etapas que has de seguir y que no te puedes saltar. Vas a tener que currártelo, estudiar y sacrificar algunas cosas.
Yo me siento muy cómoda en mi profesión, porque veo que lo que hacemos tiene un impacto en la vida de las personas, en el equipo, que están contentos, que trabajan bien, que están orgullosos de lo que conseguimos. Me aporta muchísimas satisfacciones, al igual que mis hijos. Mi mensaje es que creo que tu trabajo y tu independencia económica es fundamental y que cuando tienes familia hay épocas en las que lo vas a pasar mal.
¿Cómo lidias con la culpa que persigue a muchas madres trabajadoras?
He aprendido que la culpa es un invento cristiano y que hay que tirarla a la basura. Todas lo hacemos lo mejor que podemos y como podemos. Y hay que ser un poco complacientes con nosotras mismas.
"Yo practico el liderazgo con el ejemplo. La primera que tengo que llegar puntual soy yo, debo entregar las cosas a tiempo y plantear soluciones"
¿Ha evolucionado mucho el liderazgo femenino?
Sí, pero queda muchísimo camino por recorrer. Durante la pandemia se vio que las mujeres en los puestos de alta dirección hacen que las empresas sean más sanas, más sostenibles. La inteligencia está
igual de repartida entre ambos géneros, pero cuando son ellas las que llegan, hay que destacar que han tenido que pasar un montón de obstáculos. Las mujeres aportan empatía y entendimiento.
En cuanto a mi manera de ejercer el liderazgo, yo lo hago con el ejemplo. La primera que tengo que llegar puntual soy yo, debo entregar las cosas a tiempo y plantear soluciones. Es imprescindible cuidar de las personas del equipo para que haya un buen ambiente de trabajo. Y priorizar el talento, ahora por ejemplo acabo de contratar a una persona que está embarazada, porque lo que busco es su capacidad, independientemente de ese estado en el que ahora se encuentra y que pasará.
Para terminar, María, ¿qué retos tiene Evolus a corto y medio plazo y cuál es el tuyo a nivel personal?
En la compañía tenemos grandes planes. Acabamos de aterrizar en Europa, donde no nos conocía nadie, y ya estamos compitiendo con grandísimas compañías que llevan 20 años liderando el mercado. Para nosotros, los aliados fundamentales son los médicos estéticos y nuestro reto es llegar a ellos para que conozcan nuestros productos y los elijan para acompañar a los pacientes con una belleza funcional, más adaptada a lo que se está requiriendo ahora.
Y un reto mío personal, conseguir que mis hijos hagan las cosas por sí solos (risas). En lo laboral, quiero ser la número uno de la medicina estética a nivel internacional. Lo tengo clarísimo porque falta autenticidad en las posiciones de alta dirección y la belleza es algo muy noble, no una cosa banal. Se trata de cuidar a las personas y hacerlas sentir bien, es la medicina de la felicidad y estoy muy orgullosa de ser parte de esto.