La jueza canina Carmen Navarro junto a la campeona samoyedo Leia.

La jueza canina Carmen Navarro junto a la campeona samoyedo Leia. Silvia Pérez

Protagonistas

Carmen Navarro, primera jueza canina española acreditada para evaluar todas las razas

La experta explica a MagasIN en qué consisten las competiciones de perros de raza y cómo se llega a formar parte del tribunal. 

11 junio, 2022 01:20

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El World Dog Show (Exposición Mundial Canina), coorganizado por la Real Sociedad Canina de España e IFEMA, convertirá Madrid en el epicentro de la mayor competición de perros de todo el mundo. El evento contará con la participación de Carmen Navarro, la primera jueza española acreditada para valorar todas las razas.

Más de 250 variedades procedentes de 65 países desfilarán del 23 al 26 de junio por el Recinto Ferial de IFEMA MADRID. A la cita acudirán más de 16.500 ejemplares y 109 jueces de los cinco continentes.

Entre ellos Carmen Navarro, con quien conversamos para conocer la figura de juez canino y cómo funcionan los concursos.

Ojo ganador

Ser juez canino no es fácil. Es necesario pasar una serie de pruebas y experiencia de varios años, por lo que requiere mucho tiempo.

Navarro llegó a este mundo “conociendo a su marido”. Nos cuenta que a él le encantaban los perros y le hablaba muchísimo del samoyedo, una raza que él conocía de pequeño, pero no podía tener en casa. Cuando se casaron y se fueron a vivir juntos compraron el primer cachorro y empezaron a ir a exposiciones.

“Nos apasionó tanto este deporte, que empezamos a ir a las exposiciones. Y bueno, así empezamos”.

Le preguntamos entonces cómo da el salto para convertirse en jueza y Navarro responde que ella empezó a asistir a competiciones y como le encantaba iba a las finales. Allí, ella juzgaba según su propio criterio quién debía ganar y en muchas ocasiones acertaba. “Dije ‘tengo ojo’, y empecé a prepararme”.

La jueza canina Carmen Navarro conversando con MagasIN en IFEMA MADRID.

La jueza canina Carmen Navarro conversando con MagasIN en IFEMA MADRID. Silvia Pérez

Ser juez canino

El primer paso es convertirse en comisario de ring, nos explica Navarro. El comisario es el asistente del juez, que le ayuda cuando está juzgando a los perros. Para ser comisario es necesario pasar un examen que evalúa el conocimiento sobre los reglamentos, principalmente.

Tras varios años y entre catorce y dieciséis comisariados, se puede presentar al examen para juez de concurso local. Superada la prueba, llegan unos años en los que el juez es invitado a competiciones en su zona.

El siguiente escalón es el de juez de concurso nacional, en este caso, el examinador es invitado a evaluar en competiciones de toda España hasta conseguir la experiencia y el tiempo necesarios para examinarse de juez de concurso internacional.

Navarro cuenta que normalmente se empieza estudiando y preparando para juzgar las razas que cada uno cría y le gustan más. Además, cada raza tiene su grupo, habiendo un total de diez: 1) pastores, 2) perros de guardia y defensa, 3) terrier, 4) teckel, 5) spitz, 6) sabueso y rastreo, 7) perros de muestra, 8) cobradores y levantadores, 9) perros de compañía y 10) lebreles. 

Los jueces comienzan examinándose de unas razas y terminan cerrando un grupo. También tiene que pasar un tiempo y unas exposiciones para ir avanzando. “Imagínate que no es nada fácil, pero a mí es el deporte que me gusta, el que practico y al final lo que quería era llegar a conseguirlo porque era algo que me apasionaba y me gustaba muchísimo”. Ahora bien, esto implica una formación constante y diaria.

Navarro, como cualquier juez, comenzó de comisaria, ayudando a los jueces. Comenzó con la raza que tenía en casa, el samoyedo, después las razas del grupo cinco. “Iba a muchos países y según iba cerrando grupos me iban invitando a exposiciones. Cada vez iba a más sitios hasta que llegué al punto de poder juzgar cualquier raza en cualquier país”.

Tras haber superado todos los estadios anteriores, Navarro se ha convertido en la primera jueza española en lograr algo que ninguna había conseguido hasta el momento. “Me propuse hacerlo porque me ilusionaba viajar por todo el mundo, juzgar en las exposiciones y ver a los perros al natural”.

Cumplir el estándar

Preguntamos a la jueza qué se evalúa en las competiciones caninas y, aunque generalmente se piensa que se valora la belleza, nada más lejos de la realidad. Se comprueba que el perro cumpla los estándares propios de la raza. Los jueces miran el temperamento, "una serie de cualidades que no son nada banales ni nada de belleza". Se tienen en cuenta valores morfológicos y de salud.

“En el ring ves las cualidades que tiene, gana el que más se acerca al estándar”, apunta la jueza. Y añade: “En el temperamento somos totalmente estrictos”.
Subraya que es algo muy serio. “Esos perros ganadores serán los reproductores para que vaya mejorando la raza”.

Pero ¿cómo se puede medir el temperamento? Navarro señala que es algo fácil. “Cualquier perro que muestre cualquier señal de que no está equilibrado está descalificado”. Detalla que es algo que los jueces pueden valorar al acercarse al animal.

La jueza canina Carmen Navarro en la presentación del World Dog Show en IFEMA MADRID.

La jueza canina Carmen Navarro en la presentación del World Dog Show en IFEMA MADRID. Silvia Pérez

Aclara que los estándares cambian en algunas ocasiones. En estos casos, les envían las modificaciones para que se tengan en cuenta, aunque aprenderse todos los estándares de todas las razas no es fácil.

“Y lógicamente antes de juzgar repasas las razas que tienes al día siguiente para tener muy claros los conceptos, ya que cada raza es para una función y es lo que tienes que buscar. La gente piensa que es algo un poco banal, de belleza y no es para nada así. Hay que buscar que tengan una serie de cualidades”.

Pone el ejemplo del bóxer, que es el perro que buscaría una persona muy activa. “El perro va a estar muy activo conmigo para andar, para salir…”.

Esto no sucede con los perros que no tienen raza, puesto que no se puede saber si van a crecer o a desarrollarse de una manera o de otra.

La preparación

Los criadores entrenan al perro, aunque ya de entrada tienen que tener “chispa” en palabras de Navarro. Esos perros que dentro de una camada son los primeros que saltan de la paridera, pues tienen esos rasgos y la fisonomía que les hacen ideales para llevar a una exposición.

Una vez identificados se les empieza a entrenar desde pequeños, para que el perro vaya y venga, para que dé la vuelta, para que haga el triángulo… Todo lo que piden los jueces a la hora de valorar.

De esa manera, el animal ya desde cachorro se va acostumbrando y va teniendo disposición. “Cuando es la primera lógicamente está más asustado, pero poco a poco va evolucionando y llega un momento en que son como estatuas, pero porque realmente les encanta, porque saben lo que hacen”.

Navarro relata su propia experiencia: “Cuando ven mis perros que pongo una jaula en el coche vienen a meterse porque piensan que vamos de exposición, ellos realmente disfrutan”.

Amor incondicional

“Es apasionante. De verdad que si he conocido el amor incondicional ha sido a través de ellos, jamás me piden nada, pero siempre están ahí cuando los necesito”. Así de rotunda, con los brillando, responde Navarro cuando le preguntamos qué tal es trabajar con animales. “Los perros me aportan tantísimo que disfruto muchísimo con ellos, siempre los llevo en mi vida y en mi corazón”.

La jueza nos cuenta que hay muchas anécdotas divertidas. Por ejemplo, recuerda estar juzgando y que el perro se le acerque. “Es curioso, a veces tienes tal feeling que pasa del dueño y se va contigo, entonces dicen: ‘Le ha gustado la juez’”.

De hecho, relata que en alguna ocasión el perro se llega a poner a dos patas: “Te quiere lamer, todo superafable, de estos perros que dices ¡me lo llevo a casa ahora mismo!”.

Una oportunidad única

La convocatoria de la Exposición Mundial Canina se celebra desde hace medio siglo en distintas capitales del mundo cada dos años. En esta ocasión Madrid acogerá la competición en la que desfilarán 250 razas de las 400 reconocidas por la Féderation Cynologique Internationale (FCI), la mayor federación del mundo, de la que es miembro la Real Sociedad Canina de España.

Es la tercera vez que España acoge el evento, produciéndose una situación excepcional. La Exposición Mundial Canina de Madrid estaba prevista para 2020, pero como consecuencia de la pandemia no se pudo celebrar. Por ello, este año se celebrarán dos exposiciones: la de Madrid y la de Río de Janeiro (Brasil), que se celebrará en diciembre.

El evento, cuya agenda se puede consultar en el siguiente enlace, no solo albergará competiciones, sino también exposiciones especiales, como las de las secciones caninas de la Guardia Civil y Policía, muestras de agility, stands donde poder obtener información acerca del apasionante mundo de los perros y actividades para niños.

La espectacular exposición estará abierta al público para el que ya están disponibles las entradas en el siguiente enlace.