La actriz Natalia Sánchez.

La actriz Natalia Sánchez. Pablo Abad

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Natalia Sánchez, la malvada de 'Los Herederos de la Tierra': "El catalán es un idioma muy romántico"

La actriz estrena un papel de malvada en la serie de moda: 'Los Herederos de la Tierra' de Netflix está hoy en el Top 10 de la plataforma en 56 países.

24 abril, 2022 01:46

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Natalia Sánchez (Madrid, 1990) descuelga el teléfono llegando a un museo con su chico y dos hijos pequeños, pero consigue ordenar la situación para atender a MagasIN. En sus redes a menudo ajusta cuentas con la versión más idealizada de la maternidad y eso algo que probablemente le encanta a su cerca de medio millón de seguidores, sólo en Instagram.

Ella tiene además algo que es dificilísimo de encontrar en alguien apenas cumplida la treintena: ha sido, por épocas, anónima, conocida, famosa y muy famosa desde que tenía nueve años. Ese barómetro personal, unido al hecho de conocer todo tipo de famas su alrededor, incluyendo la auténticamente televisiva, le ha dado una inteligencia especial respecto a este tema. Tras su aparición en el pasado Festival de Málaga, con epatantes sonrisa y vestido blancos, la prensa se hacía eco de su buen momento profesional y personal, junto al también actor Marc Clotet.

Toda la prensa dice que es el momento de Natalia Sánchez, un muy bueno, el mejor momento incluso…

Bueno… sí —sonríe—. ¡Pero muy intenso por la maternidad!

¿Nos han vendido una moto con la maternidad y la paternidad?

Con la maternidad siempre sientes que no estás al cien por cien, lo cual es cierto y, como dice mi madre, no pasa nada… ¡Son los primeros treinta años y luego se pasa! -se ríe—. En serio, sarna con gusto no pica, pero cuesta llegar a todo. Te faltan brazos y manos. Al final del día te acabas apañando para que salga también el trabajo, que es para lo que mejor me organizo.

Natalia Sánchez en la última edición del Festival de Málaga.

Natalia Sánchez en la última edición del Festival de Málaga. Gtres

Esta semana se estrena en Netflix Los Herederos de la Tierra

Sí, de mi papel no puedo contar mucho, pero se llama Marta, una mala malísima que me encanta, me he divertido mucho preparándolo y haciéndolo.

¿Cómo se prepara un papel de mala?

—Ríe—. Con los personajes tan malvados hay que encontrar su herida, por qué hace lo que hace. Hay una frase en inglés que dice Hurt people, hurt people. Pero oye, ha sido muy divertido de interpretar este papel, lo preparé con Marta Calvó y a Jordi —el director de la serie— le gustó mucho mi propuesta.

¿El audiovisual permite conciliar mejor que el teatro?

Todo se puede compaginar, pero el audiovisual me apetece bastante. Y no creas, que también tiene horarios complicados. Hemos rodado en Cataluña, pero lejos de Barcelona, así que tenía que madrugar mucho o dormir fuera… Pero el teatro, ay, es que lo echo mucho de menos. Durante una época hice mucho con Cimarro y me lo pasaba bomba, buscándole “la miguilla” a cada función… En las series, lo mejor es que acaba siendo como una familia. Y otra diferencia: se graba más en orden que en el cine, donde puedes grabar al principio tu muerte y al final tu nacimiento, según el plan de rodaje.

También se estrena otra serie rodada en Argentina.

Eso es, se llama El último primer día. Y presento ahora el prólogo de un libro y estoy también enfrentándome al papel en blanco. Es la primera vez que escribo, más allá de lo que subo a Instagram… y algún mensaje largo de amor, claro —sonríe—.

¿Cuál es el tema del libro?

Estamos definiendo el libro aún con mi editora, tendrá algo de autobiográfico, pero mi propósito es que cuando lo leas no te deje indiferente, que te ayude en algún sentido, compartir lo que me ha servido en mi vida y en momentos complicados.

"No dejo de hacer terapia desde que tengo 11 años, para mí es como ir al gym, pero emocional"

¿Con cuántos años comenzó todo?

Con nueve, ese fue mi primer trabajo de ficción, en una película de Manuel Iborra. Y desde los cuatro años había hecho publicidad. Ahora tengo 32 recién hechos.

¿Y cuándo fue el momento de mayor fama?

Yo diría que de los 13 años a los 18. ¿Sabes? Ahora se está volviendo a ver la serie en plataformas —se refiere a su papel en Los Serrano— y me vuelven a reconocer los niños pequeñitos. Es gracioso porque cuando van por la calle y ven que soy la de la serie, pero que ya no tengo su edad, sino dos hijos… se sorprenden.

¿Con algún máximo?

Sin duda, fue cuando tuvimos un grupo de música, SJK. ¡Llenábamos estadios! El Palau Sant Jordi entero, tuvimos varios discos de platino, discos de oro… una locura. Íbamos por la calle y nos perseguían los fans, se desmayaban en los conciertos… Hizo falta la aportación de mis padres para normalizar la situación y llegar a casa después de cosas así y que me dijeran: "Haz los deberes y a la cama que mañana hay cole". Mis padres siguen siendo un muro de contención maravilloso y un refugio constante. También mi hermana, y mi hermano con el tiempo. Mi hermana fue la mejor compañera, con la confianza de poder confesarle cualquier cosa de tantas vivencias intensas, ¡cosas que le cuentas a una hermana y no a tu madre!

¿Cómo se digiere una fama tan prematura?

Siempre lo digo, que es fundamental el apoyo en casa, y en mi caso era total porque mi padre es productor de publicidad y conocía el medio. También mi madre es actriz, así que había mañanas que coincidían tres coches de producción en la puerta. Me hicieron entender que daba igual la profesión que tuviera, que tenía que tener los pies en la tierra.

¿Ha habido muchos malos momentos?

Varios momentos de mi vida he pasado por turbulencias, he tenido más ansiedad, la situación se ha complicado o todo ha estado más cuesta arriba… como a todos, ¿no?

¿Algo en común en las soluciones a esos malos momentos?

Pues yo no dejo de hacer terapia desde que tengo 11 años, para mí es como ir al gym pero emocional. Creo que se trata de eso, de ir superando pequeños retos cada vez, los que tienes y los que vayan viniendo…

¿E Instagram?

Pues tengo momentos de amor y otros de no tanto… Pero es una herramienta maravillosa que uso para comunicarme con una comunidad de personas que me siguen, que cada vez son más… La verdad es que comparto de todo, cuando las cosas van bien, me gusta compartirlo, pero también la parte real de cuando hay dificultades, porque yo creo que así puedes ayudar mucho más…

Muchas fans en esta red dejan comentarios positivos sobre el tratamiento de temas como la maternidad, la pareja y el físico…

—Sonríe— Me llega mucho amor de la gente, y es recíproco, cada cosa que comparto recibo buenas opiniones, apoyo incondicional, críticas constructivas y destructivas, pero me gusta leerlas todas y tener amplitud. Mi comunidad es maravillosa, no tengo muchos haters y si los tengo no se manifiestan.

¿Qué actrices han inspirado una visión amplia del mundo?

De todas las mujeres que me he rodeado ha habido muchas maravillosas. De Belén Rueda, por ejemplo, destacaría su talante y elegancia, es muy buena compañera. Julieta Serrano me marcó muchísimo, coincidí con ella en una gira de ella cuando tenía 84 años, y estuvimos juntas dos años cada día. Es alguien tan talentosa, generosa, inteligente y culta, abrumadoramente culta… y María Garralón, y Marta Beláustegui, y mil que no son tan conocidas, pero igual de maravillosas.

La actriz, Natalia Sánchez.

La actriz, Natalia Sánchez. Pablo Abad

¿Y la mejor compañera de todas?

Todas ellas, porque he sido muy afortunada, pero te diré una: Alexandra Jiménez. Es la mejor compañera de trabajo que puedas encontrar. Álex es maravillosa.

¿Cómo se aprende catalán tan rápidamente?

¡También hablo inglés, pero no se ha contado tanto! —ríe—. Mi chico, Marc, habla catalán y a mí me apetecía aprenderlo. Surgió una oportunidad en Barcelona de interpretar Mucho Ruido y Pocas Nueces, pero en catalán y le dije que quería prepararme. No me cogieron, pero me picó el gusanillo y ya lo he estudiado y ahora lo hablo.

Hasta el punto de parecer catalana…

A Marc le hizo mucha ilusión que lo aprendiera, claro. Con él hablo en catalán porque si no, no lo podría practicar, y quizá por eso me parece superromántico, es un idioma que me resulta de lo más dulce y con muchas palabras antiquísimas… Tengo facilidad para los idiomas, buen oído musical, y ahora en cualquier sitio se piensan que soy de Cataluña, no hay piropo mejor.