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Pilar Barriendos, de impedir la venta de una niña gitana en Barcelona a quitar símbolos ‘indepes’

Pilar Barriendos (Barcelona, 1964) es una de las voces más genuinas de la disidencia en Cataluña. Mujer ejemplar, observadora única, encarna el sentido común, la determinación y el valor.

20 abril, 2022 02:13

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Pilar Barriendos es presidenta y portavoz de Segadors del Maresme, unas “brigadas de limpieza” que se juegan literalmente el tipo liberando los espacios públicos catalanes de símbolos independentistas.

Estuvo en las primeras listas de Ciudadanos y en 2011 fue cabeza de lista de UPyD por Barcelona. Tiene en su haber victorias anónimas. Siendo psicopedagoga en un instituto de Santa Coloma de Gramenet, impidió la venta de una niña de 15 años.

Tienes una larga trayectoria como psicopedagoga en todos los niveles educativos.

Empecé en educación especial y estuve los últimos años en secundaria. He trabajado en la privada, en la concertada y en la pública. Me conozco todo el sistema educativo. He tenido la suerte de haber podido trabajar en lo que me ha gustado.

También ha sido muy duro, sobre todo durante los últimos años. Trabajaba en un instituto de máxima complejidad en Santa Coloma, la zona más pobre. Los alumnos provenían de más de 37 países: China, Pakistán, India, Bangladés, Iberoamérica, el norte de África… He tenido casos de raquitismo.

En primaria existen becas para comedor, pero en secundaria no. Me acuerdo del día cuando tuve que denunciar la venta de una niña por matrimonio. Cuando llegué a casa, rompí a llorar. Comprobé lo que era la miseria económica, cultural y moral.

¿Pudiste evitar la venta de una niña en Barcelona?

Unos gitanos rumanos habían venido de París. Uno de ellos iba a casarse con una niña rumana de quince años. Traían consigo un anillo de 6.000 euros, el precio de la transacción. Resultó que la niña estaba de novia con un gitano español. Fue la hermana del novio quien vino a avisarme de la venta. Activé todo.

"La educación no sólo se puede arreglar dentro del colegio"

Pero mientras enviaba a los Mossos a casa de la niña, los gitanos españoles la habían secuestrado llevándosela al instituto a fin de protegerla. El novio era mayor de edad y quería entrar. No le dejé. Estaban los gitanos autóctonos por un lado para defender a los suyos, los rumanos por otro. Apremié a los Mossos para que se llevaran rápido a la niña, porque se iba a liar la de Dios es Cristo.

Los alumnos en las ventanas me aplaudían. Quedé agotada. Yo creo que la enfermedad que tengo ahora, el síndrome de fatiga crónica, es resultado de tanta fatiga acumulada. Siempre pensaba, he salvado a uno… Y el mejor reconocimiento que podían hacerme era llevarse la mano al corazón cuando me veían por la calle.

¿A qué otros casos conflictivos tuviste que enfrentarte?

Tuve una poseída. Un día vino un padre diciendo que su hija no podía ir de excursión porque se le había aparecido el demonio. La directora accedió para evitar problemas, pero yo insistí en que fuera. Si le pasaba algo llamaríamos al 112. La niña me contó que ese verano en Pakistán había pisado una tumba cuando cogía el atajo que atravesaba el cementerio camino de casa de su tía y que el espíritu de la tumba se le había metido dentro. Yo me preguntaba ¿esto me está pasando en este siglo? Si hubiera sido alguien de aquí, hubiera llamado inmediatamente a Salud Mental, pero toda la comunidad paquistaní estaba convencida de ello.

Tenía que arreglarlo. Senté a la niña en un despacho y le dije que se callara porque iba a hablar con su demonio: 'Señor Demonio, aquí no puede entrar, no tiene permiso, es un centro de menores. Fuera de aquí'. ¿Qué podía hacer? No podía llevarle la contraria. Sólo prohibir que saliera en el instituto. Y en el instituto no volvió a aparecer.

Esto está ocurriendo ahora. Cuando me hablan de leyes de educación, pienso ¿son conscientes los que las redactan de lo que realmente ocurre en las aulas? La educación no sólo se puede arreglar dentro del colegio. Es imposible. Desconocen la situación.

Segadors del Maresme

Tú eres presidenta y portavoz de la brigada de limpieza “Segadors del Maresme”. ¿Quiénes sois?

Segadors del Maresme es un grupo de personas que se hartó al ver que todos los espacios públicos se llenaban de símbolos independentistas y nacionalistas. Hubo una frase que fue la espoleta: “Els carrers seran sempre nostres” (Las calles serán siempre nuestras). Explica tan bien el totalitarismo…

"Empezaron a perseguir el autobús 155"

Controlan las instituciones, los sindicatos y ahora las calles. Fue la asfixia. ¿Nadie se da cuenta de la exclusión del otro que todo ello implica? En una sociedad de la que se han retirado los símbolos religiosos bajo un estado laico aconfesional, donde los espacios públicos han de ser neutrales, resulta que se aceptan ideologías políticas. Pues no. En la calle no. Y, desde entonces, nos hemos dedicado a retirar toda esa simbología.

¿Cuándo os constituisteis como asociación?

En 2018. Quería que fuera una asociación legal para poder ejercer los derechos cuando tocase. Cuando fui a inscribirla, el edificio de Justicia estaba lleno de lazos amarillos, los funcionarios llevaban lazos, hasta el calendario era amarillo.

¿No sabes lo de la línea de autobús 155? Que empezaron a perseguirlo y corrían detrás del autobús apedreándolo. Como se trataba del 155 - el artículo de la Constitución - querían quitarle el nombre. Cuando a veces flaqueo, me acuerdo del autobús 155 y de los que se ponían jaulas en la cabeza.

Pocos activismos en España implican tanto riesgo como el vuestro.

No todo el mundo tiene la capacidad de defender el constitucionalismo con argumentos, con la palabra. Pero a todos hay que darles la oportunidad de sentirse útiles. Muchos de los que hacen discursos, por su posición económica pueden marcharse de Cataluña cuando quieran, pero estos otros no.

Están defendiendo su tierra porque no tienen otro sitio donde ir. Hay que entenderlo. La gente de las Brigadas se la está jugando. Mi objetivo es que se reconozca su labor.

Hemos quitado lazos de plástico, de hierro, guillotinas, pancartas, “esteladas”… Quitamos una de ellas que pesaba 200 kg La habían cosido los niños. Colgaba de la muralla del castillo de Sanahuja (Lérida). Para colgarla habían taladrado un monumento histórico.

Una de las guillotinas que habéis retirado con la fotografía del rey medía cinco metros de altura…

Sí. Tuvimos que quitarla con radial. La Unión Monárquica de España nos mandó unas de cajas de vino por haber defendido la figura del rey en Cataluña. Nos jugamos el tipo.

Le podéis decir al rey que cuando venga a Cataluña, en vez de irse con el Círculo de Empresarios que lo van a acuchillar en cuanto se dé la vuelta, se venga a comer unas chuletas con alioli con la gente de a pie, que al final somos quienes vamos a defenderlo.

En caso de detención...

¿Tenéis un protocolo en caso de detención?

Detuvieron una vez a tres de las Brigadas de Limpieza por Gerona. Me llamaron pensando que eran de los míos, igualmente actué. Estuvieron tres días detenidos y, cuando llegaban los abogados, los Mossos decían que no querían defensa. Los abogados, extrañados, me llamaron.

"Si está la prensa se cortan"

Luego, los Mossos los convencieron para que entregaran sus teléfonos. No hay que dar el teléfono si no hay orden judicial. Desde entonces, tenemos un protocolo a seguir en caso de detención. No dar nunca el móvil, exigir un abogado y pedir el habeas corpus. Como no se les puede dar a todos el nombre de los abogados, soy quien centraliza el trabajo.

En una de vuestras acciones pusisteis una tonelada de lazos de plásticos amarillos en la Plaza de San Jaime (Barcelona).

Sí. Una tonelada de lazos amarillos de plástico que habíamos retirado de las calles. Por supuesto, luego los recogimos. Los Mossos y la Guardia Urbana nos solicitaron el permiso. Yo les pregunté por qué no se lo pedían a todos los que se manifestaban ahí, diariamente, con lazos amarillos. Vino un señor gritando desencajado “lladres, són nostres, dóna'm” (ladrones, son nuestros, dámelos (los lazos).

Le dije muy seria “ni me roces” y el señor se marchó. Si está la prensa se cortan. Esto es continuo. Este tipo de acciones sólo puede llevarlas a cabo gente que sepa mantener la calma.

Hicimos lo mismo en Madrid, delante del Ministerio de Transición Ecológica y de Greenpeace. Los de Greenpeace no querían bajar, pero cuando vieron a los medios, lo hicieron. Dijeron que no podían hacer nada porque era un tema político. Nuestro encargado cogió dos lazos amarillos de plástico. Preguntó: ¿me puede decir cuál es el político y cuál es el que contamina? Transición Ecológica tampoco hizo nada.

¿Quién paga o suministra esta simbología independentista?

Algún ayuntamiento nos ha denunciado por hurto. El de Lloret de Mar, porque habíamos retirado una pancarta. En el juicio, nuestro abogado pidió que el ayuntamiento enseñara la factura. No pueden. Si lo hicieran, sería prevaricación. Sus “esteladas” las suben grúas municipales. Siempre vamos a la defensiva. El problema es que denunciar cuesta mucho dinero.

Hay un pueblo, Dos Rius, en el que tañen un cuerno cuando nos ven llegar. Estamos hablando de gente que está mal de la cabeza. Ahora, los lazos apenas se ven. Era un asco. Terminaban los plásticos en los ríos.

¿Os han acompañado los medios de comunicación cuando quitáis simbología independentista?

Con Segadores han venido hasta cien medios nacionales e internacionales. Cuando nos acompañó la televisión pública alemana a hacer una acción, fuimos apedreados por los independistas. No sabían que entre nosotros estaba la televisión y salió en toda Alemania.

Nosotros no respondemos a los insultos, permanecemos en silencio. No buscamos la confrontación, sólo ejercemos nuestro derecho. Si en el ejercicio de ese derecho se producen trifulcas, que miren quién ha empezado primero. Eso desgasta mucho, porque te obliga a llevar abogados. Siempre hay uno de guardia. Pero, claro, hay que pagarlos, aunque te hagan un precio simbólico.

¿Seguís siendo los mismos que en 2018?

Antes éramos más. Ha bajado mucho el suflé y mucha gente se ha decepcionado. Me cuesta mantenerlos con la ilusión. Entonces, les doy argumentos: ¿Cómo se llama el régimen político en el que la oposición es acosada y escracheada? Dictadura, totalitarismo…

Cuando vi que ganaba Pedro Sánchez, me entró una rabia contra el resto de españoles… No por el partido político, sino por su alianza con los independentistas. ¿No se dan cuenta de lo que estamos pasando?

¿Como portavoz y presidente de las Brigadas has sufrido acoso o violencia?

No. Siempre respetan a los que son conocidos. Es una norma. Cuanto más conocida eres, más te respetan. Tienen orden de que no se nos toque. No ocurre lo mismo con una persona anónima.

"¿No se dan cuenta de lo que estamos pasando?"

Hemos ganado dos juicios por agresión. La primera: a raíz de que en el barrio de la Trinidad tiraran a una compañera de 67 años contra unas motos, por lo que estuvo en rehabilitación durante bastante tiempo.

La segunda: a una mujer que quitaba lazos amarillos de una valla a las doce del mediodía con sus hijos pequeños se le acercó uno, la llamó de todo - “extranjera vete a tu país” - y le partió el tabique nasal de un puñetazo. Los Mossos, como siempre, no querían identificar al agresor. Finalmente, tras mucho insistir, le cogieron el nombre y le dejaron marchar.

¿Los que agredieron a las mujeres han sido condenados?

Sí. Han aceptado la pena. Se les ha condenado con agravante de motivación ideológica y han tenido que indemnizar a las víctimas.

¿Por qué ha denunciado Segadors del Maresme a TV3?

Estaba en mi casa tan tranquila cuando me llamaron diciendo que pusiera TV3. En el matinal Planta Baixa, estaban entrevistando a un chico (un títere más) que presentaba su libro “Com combatre el feixisme?” (¿Cómo combatir al fascismo?). Decía que había que señalar, identificar, acorralar a los “fascistas” y hacerles la vida imposible en los colegios, en sus domicilios, en el trabajo.

Esto lo ilustraban con imágenes nuestras del acto de San Jaime, donde la única que iba a cara descubierta era yo. Además de las imágenes, nombraban a los Segadors como ejemplo de fascistas. Al haber sido nombrados, tenemos legitimidad directa para demandarlos.

Que te señalen para que nos marchemos de aquí es muy grave. ¿Tiene que quedar impune? Nuestro abogado es un gran penalista y sabía que el juez de San Feliu desestimaría la demanda. De ahí que presentara las alegaciones para que se hiciese extensiva a la Audiencia. Y allí está. También hemos pedido que se le notifique al fiscal por los delitos de odio.

¿Racismo?

¿Tú, nacida en Barcelona, hija de aragoneses, has sufrido racismo?

Ya lo creo. Son cosas que calan sin darte cuenta. Por ejemplo, dicen en catalán: “¿de dónde son estos tomates tan buenos? Son del Pepe, aquel señor que habla castellano pero que es tan buena persona.” O “aquel que es de Murcia, pero que es tan trabajador”.

Ese “pero” lo indica todo. Es tan brutal, tiene tanto poder el asociar siempre a los castellanohablantes con los que roban, los vagos… En las series, las criadas y los taxistas siempre hablan en español. Nunca verás en TV3 un médico hablando español.

Los conversos, los más peligrosos

Los conversos son los más peligrosos. Un Trapero, un Rufián ya pueden hacer lo que sea, ser los más burros. No van a tener nunca puestos importantes de responsabilidad, porque no son de los suyos. Estos conversos están desubicados, por eso tienen tanta mala baba. Fuera de aquí han perdido sus raíces.

Sánchez, Rodríguez, González… son los apellidos más comunes de España. Ha habido presidentes de gobierno con esos apellidos. En Cataluña, el apellido más común es García, después Pérez y luego López. ¿Qué García, López o Pérez hay en la Generalitat? Ninguno.

¿Habéis tenido el apoyo de las instituciones españolas?

En lo más mínimo. Cuando sale el tema político, pongo ya el automático… El gobierno central no sabe o no quiere saber lo que ha ocurrido aquí. Cuando aplicaron el artículo 155, el ministro puso de delegado de Asuntos de la Escuela Concertada al abogado catalán que había llevado las sentencias en contra del castellano.

Ha habido más detenidos en la manifestación de los astilleros de Cádiz que en todos los años que llevan aquí quemando carreteras, contenedores, escaparates… Aquí no ha habido un Estado que haya sabido defender a sus ciudadanos.

Me gustaría acompañar un día a la directora de la Real Academia de Historia al Museo de Historia de Cataluña y que lea los carteles en catalán y castellano, porque no ponen lo mismo. Te lo meten como el que no quiere la cosa. Son pequeñas cosas que van sumando. Yo creo que la disciplina y obediencia que tienen provienen del Club Súper Tres, un programa de TV3 para niños. Los empiezan a adoctrinar entonces. Hay una manipulación absoluta.

¿Qué piensas de los indultos?

Los indultos, una vergüenza. Si se arrepintieran profundamente, pero es que no dejan de decir “ho tornerem a fer” (volveremos a hacerlo). Qué barato les ha salido. La abogacía del estado ha renunciado a seguir la causa de las multas económicas. Suerte que Sociedad Civil Catalana y otros abogados han continuado y les han reclamado 5.3 millones de euros. Ese dinero también es mío y de todos los españoles.

¿Empiezan un poco a cambiar las cosas?

Empiezan. No tanto por nuestros méritos, sino por el hartazgo. Si hubieran seguido en perfil bajo. Pero es que han pisado el acelerador y eso ha hecho que se le esté cayendo la venda de los ojos a la gente que no tenía ni idea de lo que pasaba.