La actriz, en una foto de archivo.
Lucía Caraballo, sobre el 'bullying' que sufrió: "Me costó darme cuenta de que no era mi culpa que me insultaran"
La protagonista de Todos los lados de la cama debutó como actriz a los 8 años y tuvo una adolescencia difícil en el instituto.
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El acoso escolar está, tristemente, de actualidad. Visibilizarlo es una forma de luchar contra ello y en esto los personajes públicos hacen una gran labor. No es la primera ni será la última en contarlo y su testimonio es tan duro como real. Lucía Caraballo, de 26 años, reflexiona sobre este episodio de su pasado días antes de estrenar su nueva película, Todos los lados de la cama.
Ella es una de esas niñas prodigio que empezó su carrera a los 8 años con un pequeño papel en la mítica serie Hospital Central, luego fue 'chica Disney' y fue apareciendo en otras producciones televisivas de éxito como Águila Roja, Los hombres de Paco, Física o Química, El secreto de Puente Viejo, y más recientemente, en Animal, de Netflix, junto a Luis Zahera.
En cine, ha formado parte del elenco de películas como Un lío de millones, Mamá o papá, La maleta y en el cortometraje El amor me queda grande, entre otros proyectos. Recuerda que siempre quiso dedicarse a la interpretación y, con insistencia, logró que sus padres la apuntaran a una agencia de publicidad.
Y mientras iba haciéndose un camino profesional seguía estudiando. "No fueron mis mejores años", recuerda. Puede parecer que ser actriz en época de instituto te da popularidad, pero no fue su caso. "Tuve una adolescencia de cliché: bajita, menudita, con granos, aparato, gafas… Y faltaba mucho a clase y hacía Disney Channel, algo que a nadie le parecía guay con 16 años. Y mis personajes siempre eran de la rara, la loca… No encajaba mucho", recuerda.
Por suerte, estaba en la compañía de teatro de Paloma Mejía, donde podía vivir otra realidad. "Allí me sentía bien y tenía amigas. Me costó mucho darme cuenta de que era bullying y que no era mi culpa que en el instituto me encerrara en los baños para huir, que me insultaran, que me pusieran motes”, explica.
Tomar un poco de distancia le ayudó a ver las cosas de otra manera: “Después de la primera temporada de la serie Estoy vivo, donde curiosamente hacía de la friki de la clase a la que también acosan, me fui a Londres ocho meses a estudiar inglés e interpretación".
Todo cambió: "Y de repente, en la residencia, yo era guay, el crush de muchos chicos, me hice muchas amigas… Me vino muy bien para darme cuenta de lo que había pasado”. Pese a que todo eso está bastante superado, la herida siempre deja huella que se muestra en la inseguridad que aún tiene a veces.
Lucía Caraballo, en el 'photocall' de una fiesta el pasado septiembre.
Lo que también quiere destacar es que algunas de las personas que en su día la acosaron, le han escrito cartas preciosas pidiéndole perdón por todo aquello. Más vale tarde que nunca... Escuchar noticias sobre bullying —como la reciente muerte de la joven Sandra Peña— remueve muchas cosas dentro, es inevitable.
Sin embargo, Lucía está centrada en su carrera que va viento en popa. Además del estreno de Todos los lados de la cama tiene otra cinta que pronto llegará a los cines, La maleta, dirigida por Carlos Therón.