Algunas ideas de estilismo con este tipo de calzado.

Algunas ideas de estilismo con este tipo de calzado. Montaje de Cristina Sobrino

Moda

Las botas del invierno tienen un nombre y se llaman 'slouchy': la tendencia de la arruga que se lleva con trajes 'oversize'

La moda rescata esta propuesta que vivió su momento álgido en los años 80 y que ahora funciona a la perfección con los diseños tipo sastre.

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Hay tendencias que regresan sin hacer ruido, pero cuando lo hacen, lo cambian todo y, en este caso, además pisan con fuerza. Este invierno, el foco de la moda apunta a una silueta aparentemente sencilla, pero cargada de intención: las botas slouchy.

Se trata de un modelo de caña arrugada, blando, que parece deslizarse por la pierna sin esfuerzo y que redefinen lo que entendemos por elegancia relajada.

No es una novedad absoluta: ya fueron icono en los años 80, tuvieron su renacer en los 2000 y ahora regresan, más refinadas y versátiles que nunca. Las pasarelas de Isabel Marant, Loewe o Saint Laurent lo adelantaron: la tendencia gira en torno al volumen, la naturalidad y la comodidad con estilo.

Además, su diseño responde a una necesidad práctica. La caña ancha facilita el movimiento, se adapta a distintos tipos de pierna y permite jugar con capas de ropa —medias, pantalones o calcetines gruesos— sin sacrificar estilo. Sobre todo teniendo en cuenta que el layering seguirá muy presente una temporada más y que las prendas oversize continuarán siendo tendencia.

Ansias de libertad

En un mundo donde todo se acelera, la moda busca respirar y aflojar la rigidez. Las slouchy, sin duda, son la metáfora que refleja a la perfección esta filosofía.

El encanto de esta propuesta reside precisamente en su aparente aspecto descuidado. En inglés, slouch significa encorvarse o dejar caer. No es casual: su forma irregular aporta movimiento, vida y una cierta actitud rebelde frente a las líneas pulcras que dominaron las últimas temporadas.

Porque sí, aunque no lo parezca, hay vida más allá de los looks hiperpulidos monocromáticos coronados por un peinado de estética clean.

Es un complemento que simboliza la transición hacia una moda más emocional, donde la comodidad y la expresión personal pesan tanto como la tendencia y dejan de lado los estándares de estos años anteriores.

La mujer actual no quiere parecer impecable, o al menos no necesariamente, sino auténtica, dejando de lado esa cierta alienación que ha estado dominando las calles en los últimos tiempos. Estas botas, en parte, encarnan esa idea: permiten que el outfit respire, que no todo esté perfectamente planchado ni estructurado. Ocupan espacio. Este modelo es al calzado lo que el labial rojo a la belleza.

Conexión street style

En las colecciones otoño-invierno 2025/26, las slouchy se combinan con casi todo.

  • Con vestidos boho de gasa para un aire setentero, una estética que se ha convertido en lo más desde la llegada de Chemena Kamali al puesto de directora creativa de Chloé.

  • Con faldas lápiz para un contraste elegante, echando así la vista atrás a la primera década de los 2000 y con alguna reminiscencia ochentera, dependiendo del estilo total del look.

  • Con pantalones ajustados para marcar la caída del cuero o el serraje.

  • Con trajes sastre oversize, una de las combinaciones más vistas entre editoras y estilistas, que apuestan por llevar los pantalones por dentro de este calzado, creando así también un efecto abombado. Este último apunte está cargado de sentido, teniendo en cuenta que este tipo de parte inferior también se trata de una de las tendencias de la temporada.

Las versiones más populares son las de piel vuelta, napa blanda o serraje, materiales que permiten ese efecto arrugado natural sin rigidez.

En cuanto a colores, el abanico va del clásico negro al marrón chocolate —una de las apuestas cromáticas por excelencia del momento—, el gris topo o los tonos arena.

Para las más atrevidas, firmas como Ganni o Paris Texas proponen modelos metalizados o con textura brillante, un guiño ochentero que encaja con la estética disco y glam, que también se cuela en los carritos de la compra y los armarios este invierno. La altura también se flexibiliza.

Los modelos planos o con tacón cuadrado bajo son perfectos para el día a día, mientras que los medios o de aguja alargan la pierna y aportan un aire sofisticado sin perder comodidad. La clave está en el equilibrio: no hay una slouchy universal, sino una para cada estilo de vida.

Cómo llevarlas

Aunque parezcan complicadas, se integran fácilmente en el vestidor si se entienden sus proporciones. Además, si se capta eso, la posibilidad de que una tendencia se convierta en fiel aliada y abandone ese estatus para pasar a ser un básico es real.

  • Con faldas y vestidos cortos alargan visualmente la pierna y crean un efecto estilizado, sobre todo si el color de la bota y el de las medias coincide. Los looks monocromáticos tienen esa capacidad.

  • Con vestidos midi o maxi aportan textura y volumen, especialmente si la prenda es fluida o de punto. Es ideal si lo que se está buscando es un resultado relajado y comfy.

  • Con pantalones anchos o baggy, introducidos dentro de la bota, refuerzan ese aire urbano que tanto se lleva. Un guiño a la mención anterior de la propuesta de las prescriptoras de moda.

  • Con un abrigo largo o un blazer estructurado, generan contraste entre la caída relajada y la sastrería pulida: un tándem perfecto y cargado de estilo. Se puede combinar fácilmente con una sudadera, llevando un maxi clutch y unas gafas de aires noventeros.

Como tip extra, cuando se apuesta por este tipo de calzado, quizás lo más inteligente sea apostar por un outfit más sencillo en cuanto al resto de elementos que lo componen.

Ejemplo de 'styling' de las botas en la colección de otoño-invierno 2025/2026 de Isabel Marant.

Ejemplo de 'styling' de las botas en la colección de otoño-invierno 2025/2026 de Isabel Marant. Getty Images

A pesar de que jugando con volúmenes se pueden conseguir estilismos muy interesantes, pueden restarle protagonismo al accesorio. Todo dependerá del efecto que se quiera conseguir.

Nueva feminidad

Más allá de la estética, esta tendencia también puede leerse en clave cultural. Las slouchy representan una feminidad menos rígida y más libre, alejada de los cánones que marcaban cómo debía lucir una mujer elegante. La arruga, el pliegue, la caída natural dejan de ser defectos para convertirse en signos de autenticidad.

En tiempos de presión por la perfección —en la imagen, en la productividad, incluso en el cuerpo—, estas botas reivindican la belleza de, justo, lo contrario. No es casual que resurjan en un momento en el que la moda se inclina hacia lo emocional, lo táctil, lo real.

Imagen de 'street style' antes del desfile de Loewe.

Imagen de 'street style' antes del desfile de Loewe. Getty Images

Además, su versatilidad las convierte en una pieza democrática: favorecen a diferentes siluetas y edades, y funcionan tanto en un contexto profesional como en uno informal. El estilo ya no se mide por el grado de sobriedad, sino por la capacidad de apropiarse de la prenda y hacerla propia.

La arruga

Puede que esta temporada el verdadero lujo no esté en lo impecable, sino en lo vivido. Las slouchy se encargan de recordar que la elegancia no siempre se impone, a veces simplemente sucede: una arruga en el cuero, un paso cómodo, una silueta que fluye sin esfuerzo.

Quizá por eso son el complemento perfecto para un invierno que pide calidez y realismo. Botas para caminar la ciudad, pero también para celebrar que el estilo no necesita de rigidez para marcar la diferencia.