Las claves del tercer día de la Semana de la Moda de París

La Semana de la Moda de París, celebrada del 28 de febrero al 7 de marzo, cierra la ronda de presentaciones del otoño-invierno 2023-2024, sucediendo a Copenhague, Nueva York, Londres y Milán.

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En esta edición, que reúne a más de 60 diseñadores, se vuelven a codear diseñadores míticos y nuevos nombres relevantes del sector. Repasamos las claves de su tercer día.

La colección circular de Courrèges

Mientras el humo impregnaba la sala, se vislumbraba a lo lejos la luz led. Era una modelo que paseaba por la pasarela mirando hacia sus manos, pues estaba mirando su móvil. Nicolas di Felice nos mandaba un claro mensaje: estamos absortos por la tecnología.

Con este primer golpe de realidad daba comienzo el espectáculo. Di Felice (diseñador que ha pasado por Balenciaga y Louis Vuitton) nos presentaba una colección que giraba en torno al círculo.

Las propias prendas estaban diseñadas con aperturas específicas para los maxi collares de espejo con la forma geométrica protagonista. Si no se manifestaba en forma de complemento lo hacía con pequeñas aperturas que dejaban al descubierto otro tipo de círculo, el ombligo.

La colección se adapta a los tiempos que corren. Pudimos ver abrigos y sudaderas con aperturas laterales por las que las modelos sacaban los brazos y cogían el móvil sin variar la figura de la prenda.

No faltaron los crop tops, el cuero, la gasa, las transparencias llevadas a su límite y las prendas con el logo gigante de la marca. Una colección que no solo reflejaba por el uso del espejo en sus complementos, sino por el mensaje.

La textura, de The Row

Uno de los mandamientos de la moda es que el material es fundamental para que la prenda destaque por sí sola. A The Row no le hace falta probar atrevidas aperturas, sabe hacer que una pieza sea única siguiendo los patrones y las pautas tradicionales.

La colección de otoño-invierno no deja indiferente a nadie. El cachemir toma las riendas y estuvo presente en todo tipo de prendas, desde abrigos hasta pantalones. Mientras que el traje marcaba la pauta en todo momento.

Además, la capucha fue una pieza fundamental del desfile. Las capas también son una seña de identidad de The Row, pero nunca sin quedar sobrecargado. Además, el negro fue el claro protagonista de su temporada.

Dries Van Noten

Al ritmo de un solo de batería, con un espejo enorme que reflejaba toda la pasarela y en un oscuro y gran teatro, así presentaba Dries Van Noten una delicada colección en París.

Su colección se basaba en una convicción clara: se puede dar una nueva vida a aquellas prendas que estás a punto de desechar. De esta forma, a pesar de mezclar tejidos completamente opuestos, encontró el balance perfecto.

Por ello, y con mucho gusto, la firma creaba texturas nunca vistas cosiendo materiales endebles a otros robustos. Además, un toque metalizado en el centro de un abrigo recto gris nos demostraba cómo darle un giro de 360 grados a una prenda básica.

De nuevo la sastrería fue una de las claves. Por otra parte, ya lo detectamos como tendencia en la Semana de la Moda de Milán y Van Noten lo confirma: las flores de la primavera adornarán todas las prendas del invierno.

Paco Rabanne

Desfile de Paco Rabanne. Gtres

Persiguiendo sueños. Este es el hilo conductor de la colección de Paco Rabanne, que en la superficie, "se lee como una exploración de texturas. Lo que parece piel es lana peluda. Fragmentos de lúrex aparecen salpicados sobre prendas de punto. La malla metálica aparentemente se transforma en cuero. Muselina vaporosa con strass da un intrigante efecto ahumado, una sábana reluciente. La decoración metálica sugiere el pelaje de una criatura fantástica y mecanizada. Los cristales transparentes que cuelgan de los vestidos parecen cubos de hielo.

En este despertar material moderno, Julien Dossena canaliza la amistad histórica entre Paco Rabanne y Salvador Dalí: dos visionarios españoles unidos por su expresión artística radical. De mujeres vestidas con armaduras contemporáneas. a paisajes libres de leyes naturales, crearon paisajes paralelos y, a veces, mundos superpuestos que eran a la vez mágicos, místicos y misteriosos.

Con la participación de la Fundació Gala-Salvador Dalí, la colección cuenta con cuatro pinturas, incluidas "The Shades of Night Descending" (1931) y "Sun-Table" (1935) que se distorsionan y se vuelven dimensionales a través de paneles ensamblados. 

Las siluetas escultóricas causaron una impresión sensual: largas y directas con distintos puntos focales, atados en el escote, expuestos alrededor del núcleo, drapeados y agrupados hacia el terreno. La lavanda sintética, el azul sfumato, el ocre y la almendra aportan una riqueza sutil a los destellos del metal y el negro elemental.

Intercaladas a lo largo de la secuencia de looks, botas de piel que sientan como una segunda piel cuentan con cuñas reflectantes como si flotaran. Las bailarinas plateadas puntiagudas recuerdan las primeras décadas de Paco Rabanne, mientras que una nueva zapatilla retro combina piezas con el encanto de los 90. Los bolsos revisitan elementos característicos como estudios evolucionados: discos retorcidos, color brillante sobre los ensamblajes, formas orgánicas y compactas. Como homenaje al legado del modisto, el show finalizó con cinco creaciones de archivo acompañado de algunas declaraciones".