Imagen de la nueva tienda de la firma.

Imagen de la nueva tienda de la firma. Louis Vuitton

Lujos

Un crucero de lujo en tierra firme: así es el nuevo espacio conceptual de Louis Vuitton que desembarca en Shanghái

En el interior de 'The Louis', los visitantes pueden disfrutar de un viaje a través del legado, la creatividad y la imaginación de la firma.

Más información: Nace un nuevo icono del lujo en la Costa del Sol: "Bajo este hotel hay una ciudad que nunca duerme"

Elena Pérez
Publicada
Actualizada

Un barco ha atracado en mitad del centro comercial HKRI Taikoo Hui, en pleno corazón de Shanghái. Pero no lleva velas, sino baúles. No flota sobre el agua, sino sobre una plaza. Y en lugar de pasajeros, lo habita una exposición en la que el tiempo se pliega como el cuero curtido.

Es The Louis, la última sorpresa de Louis Vuitton: una tienda conceptual con forma de navío que rinde homenaje a la tradición marinera de la ciudad y al origen de la maison. No es un museo ni una flagship al uso: es un acto de presencia en una de las zonas más codiciadas del retail global.

A primera vista, la infraestructura de 30 metros de altura parece sacada de una película de Wes Anderson: un cuerpo principal forrado de monogramas metálicos, un ancla plateada en forma de LV reposando sobre la proa y en la cubierta, una terraza hundida con sombrillas que evocan tardes de travesía y cócteles en alta mar.

Hay que entrar —cruzar el arco envolvente que exhibe los baúles que Louis Vuitton empezó a comercializar para aquellos que zarpaban en viajes transatlánticos en el siglo XIX— para entender la verdadera apuesta de esta creación: convertir la experiencia de compra en un espectáculo inmersivo.

Durante décadas, Louis Vuitton ha jugado con la arquitectura como un lenguaje más de su narrativa visual. En Nueva York, la fachada de su tienda de cabecera en la Quinta Avenida se disfrazó con una pila de maletas. En París, la artista Yayoi Kusama asomó inflable desde el techo, llenando el edificio de color para disfrute de los visitantes.

En Shanghái, el espacio de la firma se ha erguido como una escultura habitable, una oda monumental al objeto que lo empezó todo: el baúl.

Una travesía sensorial

The Louis consta de tres plantas. Las dos primeras acogen una exposición gratuita y abierta al público que recibe el nombre de Trunkscape. La instalación presenta los baúles de lona con monograma de la marca, acompañados de un fondo de escenas naturales que completan la experiencia inmersiva.

El espacio —diseñado por el arquitecto Shohei Shigematsu, del estudio OMA— se mostró anteriormente en LV The Place Bangkok y en el Museo de Arte Nakanoshima en Osaka.

El arco conduce a la exposición Visionary Journeys, en la que el artista, en colaboración con la firma, despliega una serie de salas temáticas que reinterpretan la herencia de Louis Vuitton desde una mirada contemporánea, todo en un gran espacio de 1.200 metros cuadrados.

Hay una biblioteca, un taller que celebra la naturaleza artesanal de la marca, una vitrina de baúles trofeo utilizados en grandes citas deportivas, expositores que exhiben tanto fragancias como colecciones de prêt-à-porter, y, finalmente, una tienda de regalos donde los tesoros amplían el camino entre la experiencia y el objeto.

Por conceptual que sea el planteamiento, Louis Vuitton es una casa de moda. Por ello, como cabe esperar, en este espacio se pueden adquirir colecciones exclusivas para mujer y hombre, que incluyen artículos de piel, accesorios y zapatos, etcétera.

Todo está calculado al milímetro: la iluminación tenue, los revestimientos en madera cálida... La escenografía no solo honra el legado de las travesías transoceánicas que inspiraron los primeros diseños de Vuitton; lo mitifica. En The Louis, el espíritu viajero, la cultura y el savoir-faire de la maison convergen en la forma de un magnífico barco.

Más allá del espectáculo museístico, la planta superior también alberga el Café Louis Vuitton, un espacio que ofrece un viaje a través del gusto, donde la exquisitez francesa se fusiona con la sofisticada elegancia de la cocina haipai.

Creado por el chef con estrella Michelin Leonardo Zambrino y la pastelera Zoe Zhou, cada plato equilibra Oriente y Occidente con precisión poética, a través de un menú cuidadosamente seleccionado, creado exclusivamente para la ciudad que acoge a 'The Louis'.

La elección de Shanghái no es casual. La ciudad es uno de los grandes epicentros asiáticos del lujo, pero también una urbe que respira historia portuaria. Durante el siglo XIX, fue conocida como la 'Puerta de Oriente', un enclave comercial clave para el tránsito marítimo internacional.

Louis Vuitton se nutre de esa memoria colectiva y la convierte en relato de marca: su crucero ha desembarcado y espera nuevos huéspedes.