La actriz Carmen Machi en la alfombra roja de los Goya.

La actriz Carmen Machi en la alfombra roja de los Goya. Gtres

Interiorismo

Así es la casa de Carmen Machi en el centro de Madrid: su 'refugio' soñado que compró con su primer éxito televisivo

La camaleónica actriz no solo es una estrella de la interpretación; también un ejemplo de que vivir con los pies en el suelo y el corazón en el arte es posible.

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Carmen Machi es una de las actrices más queridas y respetadas del panorama artístico español. Su trayectoria está plagada de éxitos en televisión, cine y teatro, y su talento la ha convertido en un auténtico animal escénico.

Pero, lejos del glamour y las excentricidades que a veces rodean a famosos de su talla, la vida de Machi es sorprendentemente discreta, auténtica y madrileña.

Su casa, ubicada en pleno barrio de Malasaña, refleja a la perfección su personalidad: acogedora, sin lujos innecesarios y llena de historia que comparte con su compañero de vida, Vicente.

Una casa en el corazón de Madrid

Cuando Carmen Machi comenzó a despuntar con la mítica serie 7 Vidas, tomó una decisión que marcaría su vida personal: comprarse una casa en Malasaña, el barrio que mejor representa su espíritu.

Se trata de una vivienda de poco más de 100 metros cuadrados, sin pretensiones, pero llena de encanto, donde vive desde hace más de 20 años junto a su pareja, Vicente.

Él es un músico del que poco se sabe, salvo que ha sido su gran compañero de vida y que, juntos, han decidido no casarse ni tener hijos.

Casarme me da miedo, lo mismo que tener un hijo”, confesaba Machi en una entrevista con la naturalidad que la caracteriza.

No buscan focos, no posan juntos en alfombras rojas ni comparten declaraciones románticas en redes sociales. Pero su vínculo es sólido. En 2015, al recoger su primer Goya, Carmen le dedicó el premio con una frase tan sencilla como emocionante: "Por ser más bonito que ná".

La actriz nunca ha sentido la necesidad de formar una familia tradicional. Ha hablado con honestidad sobre su decisión de no ser madre, un tema todavía tabú para muchas mujeres.

"No siempre una mujer se atreve o tiene la fuerza para decir realmente: 'Yo nunca he tenido la intención de ser madre'. Creo que un hijo puede odiar a su madre, pero que una madre odie a su hijo no se concibe, o al menos choca mucho", ha confesado con valentía.

Malasaña: un sueño alcanzado

Machi se siente profundamente madrileña. Criada entre Getafe y Fuenlabrada, su corazón está en el centro de la capital.

Malasaña es su lugar en el mundo, el barrio donde puede bajar a comprar el pan sin ser molestada, donde los vecinos ya la conocen y la respetan, y donde puede pasear de la mano de Vicente sin interrupciones.

Su vida está tan lejos de los focos como lo permite una carrera como la suya, pero eso no ha impedido que mantenga los pies en la tierra.

Pero la elección de Malasaña no fue casual. Para Carmen, este barrio es mucho más que un lugar donde vivir: es un reflejo de su historia, de su adolescencia, de su Madrid.

"En Malasaña veo vida. Mi idea de Madrid es la de los tiempos de Tierno Galván", ha dicho en varias ocasiones. La actriz asocia esta zona a la movida ochentera, a las tribus urbanas, a los mods y a su amor por Quadrophenia, película que asegura haber visto más de 30 veces.

"Yo era una tía supermoderna", recuerda entre risas, evocando aquellos años de futbolín, mus y noches infinitas.

Se baja el telón... y se aleja de los focos

Aunque su nombre es sinónimo de éxito, Carmen Machi lleva una vida que podría confundirse con la de cualquier vecina del barrio.

Le gusta pasear por el parque del Retiro, hablar sola cuando camina (algo que los más observadores han notado) y perderse en las calles del centro de Madrid.

Nunca ha estudiado teatro, pero su presencia en las tablas emociona y arrasa en taquilla. Obras como Juicio a una zorra o Antígona han demostrado que su talento no necesita adornos.

Su casa en Malasaña, según quienes la conocen, es un reflejo de su estilo de vida: cálida, íntima y repleta de pequeños detalles que hablan de una vida vivida con intensidad.

Pese a haber trabajado con los mejores directores y haber recibido premios de peso, Carmen apenas figura en el Registro Mercantil. Su nombre aparece vinculado a una sola sociedad, Mamá Floriana SL, dedicada a actividades auxiliares de artes escénicas.

La empresa, constituida en 2004, ha tenido sus altibajos económicos y no parece ser el epicentro de su fortuna, si es que la hay. Porque con Machi, todo parece pasar por el lado del compromiso, la pasión por el teatro y una vida sencilla.

No hay mansiones, ni escándalos, ni excesos. Solo una actriz que ha construido su hogar en el mismo lugar donde empezó a soñar.

La historia de Carmen Machi demuestra que se puede alcanzar la cima sin renunciar a la autenticidad. Desde su casa en Malasaña, esta actriz madrileña ha construido un refugio que la conecta con su esencia y sus orígenes.