Fotograma de 'Becoming Jane' (Julian Jarrold, 2007).

Fotograma de 'Becoming Jane' (Julian Jarrold, 2007). Archivo

Estilo de vida

Por qué la obra de Jane Austen es una guía para el amor hoy: "Querer sin perderse a una misma es un acto de valentía"

En el 250 aniversario de su muerte, los lectores encuentran en sus obras manuales con los que deambular en el convulso panorama romántico actual.

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Marita Alonso
Publicada

Se cumplen 250 años del nacimiento de Jane Austen, una autora que está más de moda que nunca tras el éxito de Los Materialistas. La directora de la película, Celine Song, confiesa que recurrió a las tradicionales fórmulas de la escritora al poner sobre la mesa la eterna pregunta: en el caso de tener que elegir pareja, ¿seguirías a tu corazón a su cartera?

De acuerdo, quizás ella jamás planteara así la pregunta, pero ya nos comprendéis… Seguimos confundiendo amor con seguridad. La británica no era ingenua: sabía que el dinero condicionaba el destino de una mujer. Pero también defendía que las relaciones sin respeto y sin libertad no valen nada. Hoy el dilema entre el 'pobre pero auténtico' y el 'rico pero vacío' sigue existiendo, pero ahora se mide en seguidores, poder o éxito.

La escritora "nos recuerda que elegir bien empieza por elegirse a una misma", señala Carla Gracia, doctora en escritura creativa por la Universidad de Bath. Esta ha publicado Cambia tu vida con Jane Austen (Aguilar, 2025), un libro en el que invita a los lectores a extraer valores y enseñanzas con los que reflexionar sobre su día a día.

"Todos los héroes de sus obras tienen dinero", dice Joanna Trollope, que publicó una versión 3.0 de Sentido y Sensibilidad. "Sus libertinos, en cambio, son castigados con la pobreza: Wickham, Willoughby, Henry Crawford. La propia autora afirma que es el castigo por una conducta deshonrosa. Era tan consciente del atractivo sexual de la riqueza como E.L. James", dice.

"¿Habría tenido el mismo atractivo erótico la trilogía de Cincuenta sombras de Grey si se hubiera ambientado en un sórdido piso de alquiler encima de un restaurante de comida para llevar? ¿Habría tenido el señor Darcy, esnob, rígido y carente de humor, la mitad de su encanto si no hubiera sido dueño de media finca en Derbyshire, una mansión y con una renta privada de 10.000 € al año?", se pregunta.

Enseñanzas del pasado

Otro motivo por el que la escritora de obras como Orgullo y prejuicio está en boca de todos es el hastío de las citas en el que los solteros se hallan sumidos. Hablar de problemas amorosos hace necesario recurrir a obras de grandes de antaño entre las que en nuestro país encontramos a Carmen Martín Gaite y en el extranjero, a la propia Austen.

"Sus novelas no son simples historias ingeniosas sobre romances contrariados: son un manifiesto de vida. Nos enseñan cómo puede ser el mundo si tenemos el coraje de conquistarlo y seguir nuestra propia ruta", explica Carla Gracia.

Este año, muchas periodistas han reflexionado acerca de lo mucho que puede ayudar a quienes busquen el amor leer a Jane, pues aunque en su obra no había rastro de las entonces inexistentes dating apps, sus heroínas sabían responder al ghosting. "Era la reina del read receipt: sus personajes también esperaban respuestas que no llegaban", dice García.

Lo importante es lo que hacen mientras tanto: no se anulan esperando. Siguen viviendo, aprendiendo, cultivando su mente. Si alguien deja de contestarte, haz como Elizabeth Bennet: date cuenta de que el silencio del otro es información suficiente", añade Gracia, quien cree que esta, "con Tinder, se divertiría observando más que participando".

Quizás, imagina, "se haría un perfil falso sólo para analizar los comportamientos humanos y escribir sobre ellos con ironía. Y, sin duda, deslizaría a la derecha sólo si la biografía tuviera ingenio, buena ortografía y sentido del humor. En el fondo, ella muestra que el algoritmo más fiable del amor sigue siendo una buena conversación cara a cara".

Fotograma de 'Orgullo y prejuicio' (Joe Wright, 2006).

Fotograma de 'Orgullo y prejuicio' (Joe Wright, 2006). Archivo

"¿Cuál es la principal lección que aprendemos de Jane Austen? Sé que las novelas no son manuales, pero su universo fomenta un cierto enfoque de autoayuda en sus productos. Ella estaba llena de lo que ya no llamaríamos opiniones autoritarias", comenta en The Guardian la periodista Emma Brockes.

"En sus libros encontramos un sinfín de juicios perspicaces sobre cómo ser una mujer de carácter. En las adaptaciones cinematográficas, aprendemos lo agradable que sería tener una gran casa en Derbyshire. Existe la regla general de que el amor verdadero vence todos los obstáculos", dice.

"Pero también está esto: que no hay peor destino para nosotras que no lograr conquistar a un hombre", advierte. Carrie Bradshaw necesitó dos series diferentes y publicar una novela para comprenderlo.

Por su parte Carla García comenta a Magas que Austen escribió sobre algo que no cambia: el deseo de ser amados sin perder la dignidad ni nuestra identidad: “Su mundo estaba lleno de bailes y cartas, el nuestro de likes y mensajes de voz, pero en ambos hay malentendidos, orgullo, miedo al rechazo y necesidad de autenticidad. Ella entendió como nadie que amar sin perderse a una misma es un acto de valentía”.

La atemporalidad Austen

Anteriormente citamos a Joanna Trollope, una de las elegidas para reescribir las novelas de la literata bajo el título The Austen Project. Al hacerlo, las autoras añadieron a los escritos comportamientos, gestos y costumbres contemporáneas.

Fue entonces cuando muchos se preguntaron, no sin razón, si realmente era necesario hacerlo, pues su obra, cuando trata las relaciones, sigue teniendo vigencia en la actualidad. Al fin y al cabo, el amor nos atraviesa a todos. Aunque por descontado, cambian los nombres con los que nos referimos a según qué conductas y hay nuevas formas de conocer gente.

Se cumplen 250 años del nacimiento de Jane Austen.

Se cumplen 250 años del nacimiento de Jane Austen. Archivo

"El tema central de Austen, del cual nunca se apartó, es atemporal y ejerce una fascinación perpetua en el mundo civilizado; sencillamente, es romántico. Sus heroínas son jóvenes y bellas, y sus héroes son aguerridos veinteañeros u hombres maduros de treinta y tantos”, comenta Trollope.

"Así pues, para empezar, tenemos una juventud encantadora, y donde hay juventud hay una energía sexual desbordante, que —al fin y al cabo, estamos en 1813— debe ser reprimida de forma apasionante o, igualmente emocionante, liberada parcialmente en bailes, cabalgatas, paseos y coqueteos. En la época de la Regencia existen normas para la conducta amorosa, y estas crean una magnífica tensión", reflexiona.

Nuevo pulso relacional

Carla García tiene claras las tres cosas que en la actualidad, pondrían nerviosa a Jane Austen, una autora que si pudo serlo fue por no ser ni demasiado rica ni demasiado pobre. Lo señalamos porque es importante, para comprender sus escritos protofeministas, tener en mente la época en la que fueron puestos sobre el papel.

Y no sobre la pantalla, algo que aunque es lógico, conviene subrayar en la era de la atención líquida y del deslizamiento infinito. "Probablemente le sorprenderían las prisas. Las decisiones tomadas en segundos, los amores que duran lo que un scroll, la falta de conversación profunda", explica.

Y añade: "Pero también —y quizá más aún— la forma en que las mujeres seguimos poniéndonos a disposición de la mirada del otro, del deseo ajeno, olvidando a veces preguntarnos qué deseamos nosotras".

Comenta que Austen no entendería cómo, teniendo la libertad que ella soñó, aún nos cuesta ejercerla plenamente. “Y, por supuesto, se escandalizaría con los reality shows sentimentales: observaría, fascinada y horrorizada, cómo el mercado matrimonial que ella tanto ironizó se ha convertido en espectáculo”, dice. Después recalca qué lecciones extraer de sus novelas.

"La inteligencia y el humor son afrodisíacos atemporales. Austen nos enseña que la atracción verdadera nace del diálogo, de la complicidad mental, de la curiosidad por el otro. La segunda, que la sinceridad es un acto revolucionario: en un mundo de apariencias, decir lo que sentimos con elegancia y verdad es una valiente forma de libertad. Y la tercera, quizá la más profunda, es que el amor propio es la raíz de todo lo demás", asegura.

Y añade: "No se trata de narcisismo, sino de dignidad: de aprender a quererse sin necesitar la aprobación de nadie, porque sólo quien se respeta puede amar sin perderse".

Anne Hathaway da vida a Jane Austen en 'Becoming Jane' (Julian Jarrold, 2007).

Anne Hathaway da vida a Jane Austen en 'Becoming Jane' (Julian Jarrold, 2007). Archivo

Para finalizar, y como muestra de que sus obras tienen temas muy actuales de los que aprender o sobre los que reflexionar, la autora de Cambia tu vida con Jane Austen habla del personaje de Anne Elliot, de Persuasión: "Se reencuentra con su amor perdido años después, pero ya no es la misma".

"La escritora nos recuerda que las segundas oportunidades sólo funcionan cuando hemos cambiado. No se trata de repetir, sino de reconstruir con más conciencia", advierte. Tomamos nota, releemos a Austen y cómo no, repensamos la manera en la que nos relacionamos con mucho orgullo y esperamos, con cada vez menos prejuicios.