Begoña Pérez posa para Magas.
¿Conoces el truco de la tiza blanca de 'La Ordenatriz'? Si tu ropa se ha manchado de maquillaje, lo necesitas
La experta resuelve la duda de una lectora que teme que su vestido acabe con restos de cosméticos el día de su boda.
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En el gran universo del orden y la limpieza siempre hay secretos que te sorprenden, que no esperas, incluso algunos que no puedes llegar a imaginar. En entregas anteriores del consultorio de 'La Ordenatriz' ya hemos visto que la laca tiene un sinfín de usos contra las manchas, así como el bicarbonato o la sal.
La experta suma ahora otra novedad a raíz de una de las preguntas que las lectoras de Magas le hacen llegar.
María se va a casar y ya piensa en el gran día, pero tiene una gran preocupación. Teme que su flamante vestido se manche de maquillaje o pintalabios, ya sea el suyo propio o aquel que puedan dejarle otras invitadas entre tanto beso felicitación y posados para la posteridad.
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Begoña Pérez tiene la manera de solucionarlo y, además, sirve para todo tipo de prendas claras, como esa camisa impoluta que tanto te gusta para ir al trabajo y que muchas veces acaba con algún resto indeseado de los productos antes mencionados.
Un ejemplo similar al de la cuestión para 'La Ordenatriz'. iStock
Primero hay que advertir que no necesitamos ni agua ni jabón. Tampoco esas toallitas húmedas ni spray antimanchas: es mucho más sencillo. Sólo te tienes que acordar de llevar una tiza blanca de papelería en el bolso; sí, como las que se usan —cada vez menos por el auge de las pantallas— en el colegio para escribir en la pizarra.
¿Cuál es la técnica? Fácil y rápida. Si de repente descubres ese rastro de make up o labial en tu ropa, lo único que tienes que hacer es pasar el utensilio mencionado por encima, como borrando, e insistiendo hasta que vaya desapareciendo. Quizá no se quite del todo si es muy grande o marcada, pero te ayudará a salir del paso.
Aunque parezca magia, no lo es. La superficie de la herramienta es seca y porosa y está hecha de carbonato de calcio, lo que hace que ese polvillo que desprende ayude a retener la grasa y la humedad evitando que cale mucho en las fibras. Hay que recordar que los cosméticos suelen llevar aceites, así que el truco es perfecto.
Una vez eliminada o al menos difuminada la mancha, ya podrás seguir con tu rutina porque nadie advertirá el contratiempo y parecerá que no tiene suciedad alguna. Eso sí, cuando lleguemos a casa, ponemos la prenda en la lavadora para acabar con cualquier resquicio de producto que pudiera quedar.
Será más fácil que salga del tambor impoluta, porque ya has hecho parte del trabajo, logrando que el producto no penetre demasiado en el tejido.
¡Ah! Y también vale para quitar rayas de bolígrafo de la ropa, algo muy útil para quien tenga hijos en edad escolar. El método es el mismo, frotar la línea con la tiza hasta que desaparezca por completo.