Ainara Theodorescu, la joven española que decidió quedarse a vivir y trabajar en Alemania.

Ainara Theodorescu, la joven española que decidió quedarse a vivir y trabajar en Alemania. Imagen cedida

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Ainara, una española de 26 años en Alemania: "Aquí cobro 1.200 € de prácticas, en Madrid habría trabajado gratis"

Ainara, española en Alemania, revela cómo cambió su vida laboral tras el Erasmus: "Aquí se valora la experiencia, no solo los títulos".

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Muchos españoles deciden abandonar nuestro país para probar suerte e iniciar una nueva vida en otros países, siendo Alemania uno de los destinos más elegidos por todas las ventajas que ofrece a quienes residen en el país germano.

Aunque hay diferencias entre vivir en España o en Alemania, relacionadas tanto con la temperatura y los horarios como con las diferencias culturales que se aprecian desde el primer momento, muchos coinciden en que es un buen lugar para vivir.

Esta postura es defendida por Ainara Theodorescu, una joven de Alcalá de Henares que decidió abandonar Madrid para quedarse a trabajar en Alemania tras su Erasmus, tal y como recogió La Vanguardia. Su experiencia le ha marcado su vida a nivel profesional y personal.

Actualmente, trabaja como Digital Operations Manager en Hugo Boss y considera que, como para otros muchos jóvenes, irse al extranjero es una buena apuesta por el futuro laboral, aunque también hay una serie de desafíos a superar, entre ellos los de carácter emocional.

La joven no oculta que los primeros pasos no son sencillos, ya que en un principio se siente soledad y se necesita cierta adaptación cultural, y todo ello mientras se valoran las diferentes oportunidades laborales que puedan surgir en un entorno extranjero.

Ainara destaca que le pasó como a otras muchas personas que llegan a Alemania, que acaban quedándose en el país “por casualidad o porque surge una muy buena oportunidad laboral”, aunque en su caso, fue una mezcla de ambas cosas.

Tras realizar sus prácticas universitarias, le surgió la posibilidad de conseguir un empleo, lo que le resultó muy tentador. En ese momento, sabía que si regresaba a España “trabajaría gratis”, ya que las prácticas que tenía no eran remuneradas e implicaban trabajar 40 horas a la semana.

Sin embargo, “aquí gano 1.200 euros de prácticas” por las mismas 40 semanales, lo que considera una gran diferencia entre realizar el mismo trabajo en España o hacerlo en Alemania, donde sí ha encontrado lo que buscaba.

En Alemania importa más la experiencia

Ainara confiesa que durante su primer año en Alemania no tuvo un contacto directo con el país y su gente, ya que, al llegar como estudiante, estaba rodeada de personas de otros países que se encontraban en su misma situación.

Esta situación hizo que no sintiese la soledad ni la presión de tener que conocer gente como sí podría tener alguien que llegase directamente a trabajar como expatriado, con un contrato. Y es que asegura que es inevitable acabar haciendo amigos en ese círculo.

Lo que más le impactó fue cuando terminó el Erasmus, que en su caso tuvo lugar coincidiendo con la pandemia sanitaria del coronavirus. Allí, de repente, se encontró en un país con nadie cercano y con la sensación de culpabilidad de estar lejos mientras sucedía algo importante en su vida familiar.

Confiesa que vivió con una gran intensidad aquellos momentos, pero finalmente no se arrepiente de la decisión tomada, y es que ha conseguido afianzarse en Alemania, donde recalca que se le da más importancia a la experiencia laboral y menos a la formación académica.

Ainara Theodorescu recalca que en España se tiene la impresión de que es necesario tener una gran cantidad de cursos durante la universidad, así como másteres, experiencia como becario en empresas de renombre, etcétera, para conseguir un buen puesto de trabajo.

Sin embargo, en Alemania asegura que, “aunque yo tenga carrera, grado universitario y máster, trabajo con gente en la misma posición que no tiene estudios universitarios, sino lo que llaman aquí una formación técnica”.

Las condiciones laborales en Alemania

La española también se ha referido a las condiciones laborales en Alemania, destacando que difieren notablemente de las de España, que son más rígidas y existe una menor protección para los trabajadores.

Ainara explica que, cuando enfermas en el país germano, “no necesitas ir al médico para una baja los tres primeros días”, de forma que es posible quedarse en casa sin tener que dar explicaciones. Sin embargo, si la enfermedad se alarga, sí que habrá que ir al médico y solicitar la baja.

Destaca que es todo mucho más privado y flexible, y lo ejemplifica con su caso en particular, ya que trabaja en una Empresa donde la jornada laboral es de 37 horas semanales, con total libertad para decidir la hora de inicio y fin.

De esta forma, se da mayor importancia a la conciliación y el equilibrio entre la vida personal y profesional. De igual modo, destaca las facilidades que se dan a las madres, que allí pueden disfrutar de un permiso por maternidad de hasta dos años.

Además, si un niño se pone enfermo, existe un tipo de baja específica para cuidarlo, y con el día remunerado. Destaca que hay mucho apoyo por parte de las empresas a sus empleados tanto en este como en otros ámbitos.

Al compararlo con España, asegura que tiene amigas que tienen que lidiar con horas extraordinarias no pagadas, intrusismo laboral y situaciones precarias, mientras que en Alemania esto no está permitido y se disfruta de mejores condiciones laborales.

Más allá del trabajo, sí confiesa que en España se tiene mucha más vida social que en Alemania, y aunque por el momento no lo ve como una posibilidad, sí piensa en regresar algún día a nuestro país, de donde añora el clima, las costumbres y a su familia.