Charo (79), jubilada y viuda de España.

Charo (79), jubilada y viuda de España.

Estilo de vida

Charo (79), jubilada, explota y confiesa su dura realidad: "No es justo que haya cotizado 42 años y me quiten 200 euros"

La voz de esta pensionista tan solo es el altavoz de toda una generación que ve como su único sustento cada vez está más ajustado.

Más información: Una experta laboralista alerta a España: "Si no fichas en el trabajo podrías pagar una multa de hasta 10.000€"

Publicada
Actualizada

Charo Catoira, jubilada y viuda española de 79 años, se ha dado a conocer por ser uno de los miles de jubilados que ven sus pensiones afectadas por los recortes económicos.

La protagonista de esta historia, refleja la realidad de millones de mujeres que dependen de la pensión vitalicia de viudedad.

A sus 79 años, denuncia una injusticia que muchas callan: "No sé quién se queda con el 48% de lo que cotizó mi marido".

En España, más de dos millones y medio de personas perciben una pensión de viudedad vitalicia. La gran mayoría son mujeres que, tras la muerte de su pareja, ven cómo sus ingresos se reducen drásticamente.

Charo ha dado un paso al frente para contar su historia en televisión. Su testimonio ha sacudido a la audiencia y ha puesto sobre la mesa un debate que afecta a todo un colectivo.

La indignación de una generación

"No me parece bien. No estaría aquí si me pareciese bien. Yo quiero lo justo", asegura con voz firme. Su marido cotizó durante toda su vida laboral, pero ahora que ella es viuda, solo recibe el 52% de su pensión.

"¿Dónde está el otro 48%?", se pregunta indignada. Charo recibe 1.400 euros de pensión de viudedad, a los que se suman 900 euros de su jubilación.

En total, 2.300 euros al mes. Puede parecer una cantidad suficiente, pero ella insiste en que el problema no es solo económico, sino también de justicia social.

"Aparte de haber perdido a nuestra otra mitad, eso crea una soledad enorme. Y si a esa pérdida se añade una remuneración injusta, el problema es gordo", explica con crudeza.

El cálculo de la pensión de viudedad en España ha generado debate desde hace años. Para muchas mujeres, resulta incomprensible que si su marido estuviera vivo seguiría cobrando el 100% de lo que cotizó, pero al fallecer solo les quede un porcentaje reducido.

Un recorte inesperado

Charo revela que, además, su pensión se ha visto reducida en 200 euros por llegar a un "tope" establecido por la normativa. Un límite que, en su opinión, no existe cuando se trata de gastos básicos: electricidad, agua, comida o vivienda.

"No tengo por qué hacer números cuando he trabajado toda mi vida para tener un estatus social normal", protesta. Su frase refleja el sentir de muchas viudas que, tras décadas de esfuerzo, se enfrentan a la vejez con la sensación de haber sido engañadas por el sistema.

Aunque Charo suma sus dos pensiones, no olvida a las mujeres que solo dependen de la de viudedad. Y lanza una pregunta que resuena en todos los hogares:

"Si cuando él desaparece, yo tengo que vivir con la pensión que me queda a mí, verdaderamente no puedo vivir en este país. ¿Quién vive en este país con una pensión de 1.200 euros?"

La cifra que menciona es real. Según datos de la Seguridad Social, la pensión media de viudedad en España ronda los 930 euros. Miles de mujeres deben sobrevivir con menos de 1.000 euros mensuales en un contexto de inflación y subida de precios en lo más básico.

El espejo de Europa

La indignación de Charo contrasta con lo que sucede en otros países de la Unión Europea. En algunos, el porcentaje de la pensión del fallecido que se transfiere a la viuda o viudo es mayor.

"En Suecia se pagan el 60% de impuestos y están contentos porque reciben lo que merecen. Aquí nos quejamos con razón", comentaba recientemente un experto en televisión.

Esa comparación aviva la sensación de desigualdad: ¿por qué en España las viudas deben conformarse con menos de la mitad de lo cotizado por sus maridos?

Charo insiste en que su batalla no es solo personal, sino que representa a todo un colectivo. "Nuestra lucha es por cubrir nuestras necesidades los pocos años que nos queden de vida", afirma.

La solución

Con cierta ironía, Charo recordó en televisión cómo era la situación antes de la democracia en España: "Antes la mujer cobraba el 100% del sueldo del marido, porque solo trabajaba el hombre. Señoras, vámonos para casa y no trabajemos ninguna. Así vivimos de la pensión del marido. Es la solución".

Su reflexión desnuda una contradicción histórica: en plena sociedad del siglo XXI, con mujeres que han trabajado y cotizado toda su vida, las pensiones de viudedad siguen dejando a miles en una posición de dependencia económica.

Charo cierra su alegato con una frase clara: "A mí no me da de comer nadie. Yo cobro por lo que trabajé". Pero insiste en que no entiende por qué, tras perder a su pareja, el Estado se queda con parte de lo que su marido aportó.

"Cuando me falta la persona que vivía conmigo, no tengo por qué quedar en una situación precaria. ¿Dónde está lo que cotizó él? Es que manda narices esto", sentencia.