El futbolista David Beckam.

El futbolista David Beckam.

Estilo de vida

David Beckham (52), sobre el trastorno psicológico que sufre: "Victoria bromea, pero es muy raro y no lo puedo controlar"

El testimonio de la estrella del fútbol ayuda a visibilizar este tipo de trastornos que afectan a millones de personas en todo el mundo.

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Desde que saltara a la fama por su arte con el balón, David Beckham es, sin duda, uno de los hombres más admirados del planeta: leyenda del fútbol, empresario de éxito, icono de estilo y marido de Victoria Beckham.

Pero detrás de esa imagen impecable, el exfutbolista inglés ha confesado en varias ocasiones que convive con un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) que le obliga a mantener todo en perfecto orden.

No se trata de una simple costumbre, sino de manías tan intensas que han llegado a marcar su día a día, incluso cuando era jugador en activo.

Un maniático del orden

En su documental de Netflix, Beckham, y en diversas entrevistas, el exfutbolista ha contado sin tapujos que su obsesión por el orden y la limpieza va más allá de lo normal. Para él, tener la casa impecable no es un capricho, sino una necesidad.

"Todo debe estar ordenado en línea recta y las cosas siempre deben ser pares", confesó en una ocasión.

Esa manía lo lleva incluso a situaciones tan concretas como colocar los refrescos de la nevera en números pares.

"Si son impares, quito uno y lo meto en otro armario", reconoció. Y si está en un hotel, antes de relajarse, necesita guardar todos los folletos y libros en un cajón.

Ordenar cuando todos duermen

Uno de los hábitos más sorprendentes de Beckham es que, mientras el resto de la familia duerme, él se dedica a recoger y ordenar la casa.

Según ha explicado, aprovecha esos momentos de silencio para poner en orden hasta los detalles más pequeños:

  • Recorta las mechas de las velas y limpia los soportes.
  • Se asegura de que todas las luces estén apagadas correctamente.
  • Revisa cada estancia para confirmar que nada queda fuera de su sitio.
  • Un ritual nocturno que no solo refleja disciplina, sino también la intensidad con la que su TOC se manifiesta.

Su gran obsesión

Otra de sus manías más conocidas es colocar las sillas perfectamente rectas. Para Beckham, no hay descanso hasta que todo está alineado.

"Lo sé, es raro", admitió en una entrevista, aunque al mismo tiempo lo asume con naturalidad: es algo que no puede evitar.

David Beckham en el Gran Prix de Qatar de 2021.

David Beckham en el Gran Prix de Qatar de 2021. Gtres

Y no es solo con muebles. En su cocina, por ejemplo, no puede soportar que nada quede en la encimera. Si alguien de su familia deja un objeto fuera de lugar, él mismo lo corrige o pide que se guarde.

Lo que cambia todo

En 2007, David Beckham ya había sorprendido a la prensa internacional cuando confesó que para él era imprescindible tener todas las cosas alineadas o en pares.

"Debo colocar las latas en la nevera en línea recta. Cuando voy a un hotel, antes de relajarme, tengo que poner todos los folletos o libros que hay encima de los muebles en un cajón", explicó en una entrevista televisiva.

Aquel reconocimiento no solo lo humanizó frente a sus millones de seguidores, sino que también puso sobre la mesa un tema poco tratado en celebrities de su nivel: cómo los trastornos obsesivos influyen en la vida cotidiana, incluso en figuras públicas que parecen tenerlo todo bajo control.

Psicólogos especializados en TOC aseguran que, para quienes lo padecen, el orden no es una simple manía, sino una forma de gestionar la ansiedad. En el caso de Beckham, este patrón se refleja tanto en su vida personal como en su entorno profesional.

El exjugador ha convertido el orden en su manera de encontrar calma en medio de la exposición mediática y las exigencias de su carrera.

De hecho, no es raro que, en entrevistas, Victoria Beckham bromee sobre la obsesión de su marido con la limpieza y el orden, mostrando cómo este rasgo ha formado parte siempre de su personalidad.

Pero la revelación de Beckham también ha generado empatía. Ver a alguien considerado casi perfecto admitir que lucha con obsesiones diarias lo hace más cercano. Lejos de restarle admiración, sus manías muestran el lado humano de una figura que lleva tres décadas en el centro de los focos.