El pueblo con las mejores aguas termales de España: son gratis y tienen multitud de propiedades curativas

Con la llegada de la primavera, es inevitable no pensar en todos los planes que podemos hacer los próximos meses. Parece que la lluvia nos ha dado un poco de tregua, y los rayos de sol que se asoman poco a poco nos proporcionan la energía suficiente para pensar en un sinfín de planes: senderos, pueblos medievales, mercadillos e, incluso, aguas termales.

En España existen infinidad de fuentes termales. Estas aguas se caracterizan por emerger del suelo, superando la temperatura superficial en más de 5 °C. Son aguas minerales que proceden de las capas subterráneas de la Tierra, generalmente ubicadas en aquellas zonas en las que existe una fractura en el terreno, denominada falla.

Más allá de sus usos como 'balnearios', estas aguas termales tienen grandes beneficios para quienes deciden visitarlas, tanto mentales como físicos. Por ello y para celebrar la primavera, nunca está mal recordar todas aquellas que están escondidas por nuestro país y una de ellas son las Termas de Arnedillo, en La Rioja.

Termas de Arnedillo, La Rioja

Arnedillo es un pequeño municipio con un encanto rural que destaca por sus callejuelas empedradas, sus casas de piedra y su ambiente acogedor que invita al descanso y la desconexión. La localidad, que cuenta con una población de unos 428 habitantes, es famosa por su historia ligada a la tradición termal y por su riqueza paisajística.

Justo en el corazón, rodeadas por el impresionante paisaje montañoso que componen la Sierra de Hez y la de Peñalmonte, se encuentran las Termas de Arnedillo, una serie de pozas de aguas termales formadas en los márgenes del río Cidacos a su paso por el pueblo.

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Estas termas son parte de la historia del pueblo de Arnedillo, cuyos vestigios datan de la época romana, cuando ya se aprovechaban las propiedades de sus aguas. En la actualidad, son uno de los puntos turísticos más apreciados, no solo por su belleza, sino por los beneficios que ofrecen. 

Las aguas termales de Arnedillo brotan de la tierra a una temperatura aproximada de 52 °C, lo que las convierte en un refugio cálido ideal, especialmente durante los meses más fríos del año, cuando también se puede disfrutar del lugar y, en especial, de la diferencia de temperaturas.

Las Pozas de Arnedillo. IStock.

Ya en los tiempos en los que los romanos se asentaban en La Rioja, las aguas de estas termas eran empleadas para el baño y apreciadas por sus características y composición beneficiosa para la salud, ya que, según fuentes del Ayuntamiento, son aguas clasificadas como "clorurado sódicas, sulfatado cálcicas, bromuradas, con iones de magnesio, hierro, silicio y rubidio, radiactivas e hipertermales".

Debido a su contenido de elementos como azufre, sodio, calcio y magnesio, estas aguas son reconocidas por sus propiedades mineromedicinales. Se cree que estas composiciones favorecen la circulación, alivian dolencias articulares y musculares, y mejoran afecciones cutáneas.

Más allá de los beneficios físicos, las aguas termales tienen la capacidad de reducir el estrés. En el caso de las Termas de Arnedillo, esta característica puede duplicarse debido a su ubicación privilegiada: el contraste entre el vapor que emerge de las pozas y el frescor del aire crea una atmósfera mágica, especialmente en días frescos o al anochecer.

Estas aguas termales son de acceso libre, lo que permite que tanto lugareños como visitantes puedan disfrutar de sus beneficios sin restricciones. La entrada a las pozas es gratis y el acceso es muy sencillo. Existen varios aparcamientos públicos a pocos metros del lugar.