Elvira Perejón Díaz
Educar con cerebro nace de una mezcla poderosa: mi experiencia como madre de tres hijos y mi recorrido profesional acompañando a cientos de familias durante años.
También nace de una base sólida: una formación especializada y multidisciplinar en neuropsicología infantojuvenil, neuroeducación, estimulación temprana y múltiples certificaciones sobre desarrollo, crianza y acompañamiento respetuoso.
Este libro es la unión entre lo vivido, lo aprendido y lo compartido. Es un puente entre la ciencia y la vida real de quienes acompañamos la infancia.
Después de años formando a profesionales y escuchando a familias, sentí que hacía falta algo más que teoría: hacía falta un libro útil, cercano, que diera respuestas reales. Educar con cerebro no es un manual de crianza al uso.
Es una brújula, una linterna, una mano tendida. Una guía que también abraza y que no se queda en la teoría, sino que tiene recursos 100% prácticos y aplicables desde sus primeras páginas.
Lo escribí como traductora entre dos mundos: el lenguaje técnico de la neurociencia y el lenguaje de quienes acompañamos la infancia en casa, en aulas o en consultas. No se queda en la teoría. Se zambulle en la práctica: en rabietas, límites, lenguaje, pantallas, vínculo, sueño, regulación… sin perder el enfoque científico, consciente y respetuoso.
Hablo de rabietas, de límites, de pantallas, de lenguaje… Pero también del juego, la música y el vínculo como herramientas esenciales de desarrollo.
También cuento lo que muchas familias se callan: el cansancio, la culpa, la comparación constante, la inquietud de no saber si lo estamos haciendo bien... Pero también descubrirás a lo largo de sus páginas todo lo que ya están haciendo bien sin saberlo. Porque sí, muchas veces las familias y profesionales lo están haciendo mejor de lo que creen.
Y este libro quiere ser también un recordatorio de eso. Porque la neurocrianza, como la defiendo, es el arte de sembrar con amor incondicional, regar con presencia consciente y cosechar seguridad emocional.
Y para sembrar, necesitamos comprender. Comprender qué necesita el cerebro infantil… y qué necesita el nuestro como personas adultas para poder acompañar desde la calma.
El juego es uno de los pilares de este libro y es el vehículo natural del aprendizaje. La base de la creatividad, la autorregulación y la empatía.
Y la música… la música es otra gran protagonista. Muy pocos libros sobre infancia se atreven a tratar el poder del canto como herramienta neuroeducativa. Es una herramienta poderosísima para estimular lenguaje, memoria, emoción y conexión con su herramienta más potente: los cuentos cantados. Porque cantar, crear cuentos musicales o improvisar nanas es una forma de acompañar el cerebro… y el corazón.
El acompañamiento emocional respetuoso es otro eje fundamental. Porque acompañar una rabieta no es distraer ni reprimir, sino sostener con conciencia.
En el libro propongo una herramienta práctica y poderosa: una fórmula llamada CALMA. Una guía sencilla, pero transformadora, para estar presentes en los momentos más difíciles.
No te voy a desvelar qué significa cada letra… solo te adelanto que está hecha para acompañar, sin gritar, sin castigar… pero también sin ceder por miedo o culpa.
Porque sí, este libro también es un llamado a nuestra propia CALMA. A reconciliarnos con nosotros mismos, a mirar con compasión lo que ya hemos hecho, a dejar de vivir la crianza desde la culpa constante y la duda permanente.
Porque vivimos rodeados de consejos no pedidos, de juicios disfrazados, de ayuda, de mensajes que nos hacen sentir que no lo hacemos bien.
Y Educar con cerebro quiere ser justo lo contrario: un canto de alivio. Una voz que susurra: "Mira todo lo que ya estás haciendo bien. Y sí, hay cosas que puedes hacer aún mejor, con más conciencia, con más cerebro… y con más corazón".
El libro incluye además un solucionario realista para reducir el uso de pantallas. Porque se puede criar sin tanta sobreexposición digital, pero para eso hace falta presencia, información clara y pasos posibles. Eso también está en este libro.
Cada capítulo ofrece una teoría comprensible, ejemplos reales, propuestas prácticas y sobre todo, mucha realidad, que se pueden aplicar incluso en días difíciles.
Porque no se trata de quitar o de añadir más cosas a una rutina de prisas, sino de volver a lo esencial y educar a fuego lento.
Cada capítulo está pensado para ofrecer comprensión, no exigencias. Y también para generar confianza: en ti, en tu forma de acompañar, en tu instinto. Porque comprender el cerebro es importante, sí… pero más lo es comprendernos a nosotros mismos.
Ojalá Educar con cerebro llegue a muchas casas, escuelas, centros de salud y bibliotecas. Y que se quede. Que florezca en las manos que lo abran. Y ojalá deje una semilla. Porque cuando entendemos el cerebro, cambia nuestra mirada. Y cuando cambia la mirada, la infancia florece.
Una de las frases que más repito en mis formaciones, y que hoy te regalo, es esta: "Estoy criando con calma, con cerebro y con corazón"
Y si este libro siembra aunque sea una pequeña semilla en tu forma de mirar y acompañar a la infancia… entonces todo habrá merecido la pena.
