Mujer con roba de abrigo.

Mujer con roba de abrigo. iStock

Belleza

Gabriel Llano, peluquero de 38 años, sobre dormir con el pelo suelto: "Hace que se dañe y se caiga mucho más"

Se trata de uno de los profesionales más reputados a nivel nacional, por lo que sus recomendaciones capilares valen oro.

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En nuestro día a día, tenemos tan asumidos ciertos comportamientos y rituales de belleza y cuidado, que ni nos planteamos que puedan estar consiguiendo justo el efecto contrario al deseado.

¿Usas planchas a diario? ¿Duermes con el pelo suelto? ¿Llevas bufanda casi todo el invierno? Lo que parecen gestos inocentes pueden estar debilitando tu cabello mucho más de lo que crees.

Gabriel Llano, peluquero madrileño y dueño de uno de los salones más exclusivos de la capital, tiene una advertencia clara:

"El uso excesivo de planchas, el roce constante con bufandas o dormir con el pelo suelto hacen que la punta del cabello se debilite más".

Sí, tu rutina capilar puede estar dañando silenciosamente tu pelo, incluso aunque uses los mejores productos del mercado.

Los cabellos más vulnerables

No todo se arregla con mascarillas y sérums. Hay hábitos que literalmente rompen el cabello. Si quieres lucir melena sana (brillante, fuerte y con movimiento).

Tampoco todos los cabellos sufren igual. Hay tipos especialmente sensibles al daño, y Llano lo tiene claro:

"Los cabellos finos, rizados y los que llevan color o decoloración son más propensos a abrirse y romperse. También los muy largos, porque la punta es la parte más antigua".

Esto sucede porque las puntas han sido las más expuestas al sol, planchas, tintes, viento, fricción… y son las primeras que avisan cuando algo va mal.

El problema es que muchas veces no hacemos caso a esas señales: puntas abiertas, falta de brillo, tacto áspero o un cabello que se "enreda solo".

Incluso con productos de styling puede seguir viéndose apagado. Y ahí es donde, según los expertos, estamos fallando.

Errores más comunes que dañan tu pelo

Algunos malos hábitos están tan integrados en nuestro día a día que no los identificamos como peligrosos. Llano los resume así:

  • Uso excesivo de planchas y secadores.
  • Roce constante con bufandas, sudaderas y almohadas.
  • Dormir con el pelo suelto, especialmente si es largo.
  • Exposición solar sin protección.
  • Falta de hidratación y nutrición real.
  • Cepillarse de forma brusca, especialmente en húmedo.

¿Te suena alguno? Si reconoces más de tres, tu melena está pidiendo ayuda.

¿Cada cuánto hay que cortar las puntas?

Si eres de las que retrasa la cita en la peluquería todo lo posible, Llano tiene una respuesta directa: "Lo ideal es cortar cada 8-12 semanas".

No se trata de cambiar de look, sino de salud capilar: "No se trata de cortar mucho, sino de mantener la punta sellada para que el pelo crezca sano y no se vaya partiendo hacia arriba".

Además, desmonta uno de los mitos más populares: "cortar el pelo para que crezca más rápido". "No hace que crezca más deprisa, pero sí más sano", aclara. Y eso, en realidad, es lo que todas buscamos.

Puntas abiertas ¿Qué hago?

Cuando las puntas ya están abiertas, solo hay un camino: cortar. Ni aceites milagrosos, ni tratamientos de keratina, ni sérums reparadores.

Llano lo deja claro: "Hay que cortar un poco más de lo habitual y reforzar la rutina con productos nutritivos".

Y advierte: "Cuando la punta está abierta, solo cortar la recupera". Creer lo contrario es autoengañarse.

Entonces, ¿qué sí puedes hacer?

  • Asegurar hidratación profunda con mascarillas y aceites.
  • Proteger el pelo con sérums si usas herramientas de calor.
  • Dormir con trenza suave o funda de seda (evita la fricción).
  • Aplicar productos nutritivos regularmente, no solo cuando lo ves seco.

Llano insiste en que una melena sana no depende solo del champú, sino de los gestos diarios. Estos son los que aconseja incorporar desde ya:

  • Hidratar siempre las puntas, con acondicionador, mascarilla y, sobre todo, aceites o sérums.
  • Dormir con el pelo protegido, en trenza suelta o usando funda de seda.
  • Usar calor con moderación, siempre con protector térmico y evitando pasadas repetidas.
  • Sanear con regularidad, cada 2-3 meses, incluso si llevas el cabello largo.
  • Evitar el exceso de fricción, especialmente con bufandas de lana o algodón.

Estos consejos son tan sencillos de llevar a cabo que mantener tu melena sana y bonita es mucho más sencillo que lo que los