Imagen de las cejas de una mujer.
No más microblading: el sencillo truco de las maquilladoras para rellenar las cejas y rejuvenecer el rostro
Esta técnica no solo proporciona unas cejas más pobladas y definidas, sino que también tiene un efecto rejuvenecedor inmediato.
Más información: Lydia Bosch (61 años) sin rodeos sobre cómo consigue estar joven: "Es un sacrificio, pero me compensa"
Las cejas son uno de los elementos más importantes del rostro. Más allá de proteger los ojos del sudor, polvo y luz solar, son las encargadas de enmarcar el rostro y darle expresividad y armonía.
Unas cejas bien diseñadas tienen la capacidad de transformar el rostro por completo; sin embargo, el maquillaje puede resultar una técnica complicada. La necesidad de precisión, el desafío de lograr simetría y la dificultad de obtener un acabado natural son algunos de los desafíos más comunes.
Es por este motivo que muchas expertas se esfuerzan por compartir los trucos más sencillos para obtener un resultado rápido y natural. Uno de ellos es tan fácil, que solo tenemos que aplicar una sombra de ojos de tu color de ceja en toda la silueta, sin precisión ninguna, y corregirlo con agua micelar y un bastoncillo.
El truco de las expertas para maquillar las cejas
En los últimos años, el microblading se ha convertido en la opción estrella para conseguir unas cejas definidas y con aspecto profesional sin pasar por el maquillaje diario.
Sin embargo, debido a su precio, cada vez más maquilladoras apuestan por soluciones menos invasivas y temporales que permitan experimentar y adaptar el look día tras día, sin comprometerse a un resultado permanente.
De todas las alternativas, la técnica ofrecida por la maquilladora Fer López es, posiblemente, la más sencilla que hemos visto en todo este tiempo. Solo necesitamos una sombra de ojos, una brocha de ojos, agua micelar y un bastoncillo.
El secreto está en elegir una sombra de ojos cuyo tono se aproxime al color natural de nuestra ceja o, incluso, un tono o medio por debajo.
Según explican las maquilladoras, la gran mayoría de las mujeres que se maquillan las cejas lo hacen utilizando un lápiz del mismo color, lo cual crea un bloque de color sólido y envejece inmediatamente el rostro.
Una vez seleccionado el tono, lo único que tenemos que hacer es, con una brocha de ojos, aplicar la sombra a toques suaves, cubriendo de forma homogénea la zona de la ceja sin miedo a sobrepasar los bordes.
Este paso permite pintar el vello y la piel con pigmento, creando la ilusión de mayor densidad. Sin embargo, no es el resultado final, ya que tenemos que perfeccionar el contorno con un bastoncillo impregnado en agua micelar.
Con este bastoncillo, vamos a retirar el exceso de producto y definir nuestras cejas, tal y como podemos ver en el vídeo de Fer.
Una vez definida la forma, se cepilla suavemente para integrar el color y difuminar cualquier trazo evidente. Este gesto es clave para conseguir un acabado natural, evitando el efecto "ceja pintada".
Es una técnica muy sencilla y efectiva; sin embargo, la duración no es permanente y dependerá del tipo de sombra utilizado y de cómo se selle posteriormente con fijadores.
Además, otro aspecto a tener en cuenta es el orden en el que se realiza. Aunque muchas personas dejan las cejas para el final del maquillaje, trabajarlas al inicio es mucho más eficaz.
Cuando aplicamos la sombra u otro tipo de productos sobre la piel limpia, el pigmento se adhiere mejor, dura más y es más fácil de manipular.
Con esta técnica es mucho más importante hacerlo al principio, ya que debido a la sombra, es normal que caigan restos sobre otras áreas del rostro, por eso es preferible hacerlo antes de continuar con la base o el corrector.
Esta técnica no solo proporciona unas cejas más pobladas y definidas, sino que también tiene un efecto rejuvenecedor inmediato: una ceja bien delineada suaviza rasgos, levanta visualmente el párpado y aporta frescura al rostro.