Imagen de una mujer maquillándose las cejas.

Imagen de una mujer maquillándose las cejas.

Belleza

María Sánchez, maquilladora: "Utilizar un lápiz de cejas del mismo color de tu ceja te hace parecer más mayor"

La clave para un maquillaje de cejas que embellezca y favorezca está en lograr un equilibrio entre definición y naturalidad.

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La pérdida de pelo en las cejas, también conocida como madarosis, es uno de los fenómenos del envejecimiento más comunes. La densidad natural de las cejas disminuye con el paso del tiempo y, aunque sea un proceso natural, afecta a la confianza y autoestima de muchas personas.

Es precisamente este motivo el que obliga a muchas mujeres a maquillarse las cejas, con el fin de imitar el vello perdido o, simplemente, rellenar esos espacios en los que ya no hay tanto pelo. Una técnica aparentemente sencilla, pero en la que, sin embargo, se comete siempre el mismo error.

De acuerdo con las expertas, la gran mayoría de las mujeres que se maquillan las cejas lo hacen utilizando un lápiz del mismo color, lo cual crea un bloque de color sólido y envejece inmediatamente el rostro, explica la maquilladora María Sánchez.

Por qué evitar los lápices de cejas del mismo color

Las cejas son un elemento fundamental en la estructura de nuestro rostro. Además de servir como filtro contra el polvo, la suciedad y el sudor, poseen un valor diferenciador, son las encargadas de enmarcar nuestros ojos y definir nuestras expresiones faciales.

Debido a su importancia en nuestro rostro, desde hace años nos preocupamos por su apariencia y, especialmente a partir de los 50, maquillarlas puede transformar por completo nuestro aspecto, tanto para bien como para mal.

La gran mayoría de las veces lo cambia para mal y es que, sin darnos cuenta, cometemos el error de maquillar las cejas del mismo color de nuestro vello y esto endurece los rasgos, resta frescura y puede dar una apariencia envejecida al rostro.

Como ya hemos comentado, las cejas cumplen un papel fundamental en la expresión, por lo que el matiz con el que se rellenan o definen tiene un impacto directo en cómo se percibe la edad

Cuando utilizamos un lápiz exactamente del mismo color del vello, la ceja pierde dimensión y se convierte en un bloque visual muy marcado. La falta de matices produce un resultado rígido, sin suavidad ni naturalidad, lo que endurece la expresión.

Un tono demasiado intenso o exacto resalta imperfecciones en la piel, como líneas finas, manchas o textura irregular, haciendo que la mirada parezca más pesada.

En su lugar, el color que debemos elegir tiene que ser un tono o medio por debajo del color de nuestra ceja, explica la experta, "para que se integre de una manera natural".

Ese pequeño contraste de elegir un color más claro evita que la ceja se vea plana, le da volumen sin parecer artificial y permite que los trazos imiten mejor la naturalidad del pelo real.

Al ser ligeramente más claro, se integra con sutileza en el conjunto del rostro y aporta luminosidad alrededor de los ojos, lo que rejuvenece y suaviza la expresión.