Imagen de una mujer pintándose los ojos.

Imagen de una mujer pintándose los ojos. iStock.

Belleza

Alberto Dugarte, maquillador: "Si tu piel es madura jamás maquilles tus ojos con sombras con brillo"

De acuerdo con el experto, este tipo de sombras tienden a reflejar la luz de manera que resaltan las imperfecciones.

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Alberto Dugarte es uno de los maquilladores más famosos del mundo celebritie. Además de Ana Obregón, por sus manos han pasado rostros como Georgina Rodríguez, Paula Echevarría o Isabel Pantoja.

En su página web, el experto ofrece un sinfín de consejos  de maquillaje y, en especial en las pieles maduras, son muchos los errores que ha visto en todos sus años como maquillador. Uno de ellos es el uso de sombras con brillo. 

En lugar de abrir la mirada y rejuvenecer el rostro, las sombras con brillo aplicadas en todo el ojo pueden resaltar aún más el párpado caído, haciendo que parezca más prominente y dando la sensación de una mirada más pesada o cansada.

Las sombras con brillo y su doble filo

Las sombras de ojos son uno de los cosméticos que marcan la diferencia. Pueden tener un impacto significativo en la apariencia, ya que al crear contrastes y profundidades, pueden ayudar a disimular signos de envejecimiento como arrugas y ojeras.

Sin embargo, su uso no es tan fácil como parece. Su aplicación requiere de un mínimo conocimiento e, incluso, no todos los colores o fórmulas son tan rejuvenecedores. De hecho, según los expertos, hay algunas que las pieles maduras deben evitar: las de brillo.

A medida que la piel envejece, los expertos recomiendan adaptar el maquillaje para evitar que se marquen más o acentúen los signos de la edad, cosa que sí hacen las sombras con brillo.

El brillo tiene la capacidad de reflejar la luz, lo que visualmente aporta volumen. Cuando aplicamos sombras luminosas en todo el párpado móvil, incluyendo la parte más caída, estamos destacando precisamente esa zona que queremos disimular.

Como consecuencia, el párpado parece aún más pronunciado y el ojo luce más encapotado, lo que puede endurecer la expresión en lugar de suavizarla y provocar un efecto completamente contrario al que deseamos.

Además, la capacidad de estas sombras de captar y reflejar la luz puede acentuar las arrugas. A diferencia de los acabados mate, que disimulan las imperfecciones al absorber la luz, los productos con brillo llaman la atención sobre cualquier irregularidad en la superficie.

Por este motivo, el maquillador recomienda optar por sombras mates y satinadas. Estos productos, además de tener una textura fácil de difuminar, permiten esculpir la mirada sin añadir volumen innecesario en las zonas que queremos minimizar.

Las sombras satinadas proporcionan un brillo sutil y suave, casi imperceptible, mientras que las sombras con brillo contienen partículas más grandes que reflejan la luz de manera más evidente, creando un efecto más llamativo y luminoso.

Aplicar una sombra mate en tonos medios en la cuenca del ojo ayuda a crear profundidad y a levantar ópticamente el párpado.

En el caso de que queramos añadir brillo, debemos concentrarlo en los puntos estratégicos, como el lagrimal y el centro del párpado móvil, sin abarcar la totalidad del párpado caído.

De esta manera, se consigue iluminar la mirada sin potenciar el efecto de párpado encapotado. Una vez conseguido, podemos aplicar nuestra máscara de pestañas sin problema y si queremos hacer un delineado, lo ideal es probar técnicas hasta dar con aquella que más nos favorezca: lápiz en crema, eyeliner burdeos, delineado invertido...