Imagen de una manifestación por el 8M.

Imagen de una manifestación por el 8M. Archivo EE

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España queda fuera del Top 10 de los países más paritarios del mundo: falla en brecha salarial y falta de directivas

Cae al puesto 12 y se mantiene fuerte en paridad educativa, pero flojea en economía y salud, según el último informe del Foro Económico Mundial.

Más información: España no logrará la igualdad entre hombres y mujeres hasta 2062, según un estudio: "La clave es la conciliación laboral"

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España ya no figura entre los diez países más igualitarios del mundo. Así lo confirma el Global Gender Gap Report 2025, publicado este junio por el Foro Económico Mundial (WEF), que sitúa al país en la posición número 12 del ranking global. En 2024, el país ocupaba el décimo puesto, pero este año ha sido superado por países como Moldavia (7º), Namibia (8º), Alemania (9º) e Irlanda (10º).

La clasificación del WEF evalúa la igualdad de género en 148 países a través de cuatro grandes dimensiones: participación económica y oportunidades, nivel educativo, salud y supervivencia, y empoderamiento político. Cada país obtiene una puntuación entre 0 (desigualdad total) y 1 (paridad absoluta).

En el caso de España, la nota global se sitúa en 0,797 —una cifra que, aunque alta, no ha sido suficiente para conservar su posición en el top 10.

Según el informe, España ha cerrado su indicador de brecha de género con una milésima menos que el año pasado (0,798), lo que refleja un estancamiento. Mientras otras economías han avanzado, el país no ha logrado mejorar sus indicadores, especialmente en materia económica, donde siguen persistiendo importantes desigualdades estructurales.

El área que más penaliza a España en el índice es la participación económica y las oportunidades, donde el país obtiene una puntuación de 0,731 y ocupa el puesto 49 del mundo. Aunque el acceso de las mujeres al mercado laboral es relativamente alto (con una tasa de participación femenina en el 0,844), el desafío se mantiene en otros indicadores clave.

Uno de ellos es la brecha salarial percibida, donde España obtiene una puntuación de 0,679 (posición 53). A esto se suma la baja representación de mujeres en puestos directivos, con un índice de 0,525, en la posición 72; y un ingreso estimado femenino que apenas alcanza el 69% del masculino.

Paradójicamente, en el indicador de mujeres en empleos técnicos y profesionales, España alcanza la paridad total, con un 1 redondo, en el puesto 1. Esto evidencia el desajuste entre la alta cualificación femenina y su infrarrepresentación en los niveles de liderazgo.

Educación, salud y política

Donde España sí brilla es en el ámbito de la educación, donde ha alcanzado la paridad total, un 1, en (casi) todos los indicadores: alfabetización, escolarización primaria (en este caso, queda en el 0,999), secundaria y terciaria. Se trata de uno de los pocos países del mundo que ha conseguido cerrar completamente esta brecha, junto con la mayoría de economías europeas.

Además, las mujeres superan a los hombres en titulaciones universitarias en campos como Educación (20,58 sobre 100), Salud (24,76) y Ciencias Sociales y Comunicación (8,88); pero siguen infrarrepresentadas en áreas STEM como Ingeniería (5,22 frente al 19,58 de ellos) y TIC (1,26 frente al 10,38), un desequilibrio que podría alimentar desigualdades de poder económico a largo plazo.

Otro de los puntos débiles de España es el indicador de salud y supervivencia, donde se sitúa en el puesto 94 del mundo con una puntuación de 0,965. La razón principal es la desviación en el ratio de sexo al nacer (0,941) así como una reducción en la esperanza de vida saludable de las mujeres (1,021) en comparación con años anteriores.

En este indicador, el informe recoge una cifra preocupante: el 15 % de las mujeres en España ha sufrido violencia de género en algún momento de su vida.

El informe del WEF evalúa los indicadores de igualdad de 148 países en todo el mundo.

El informe del WEF evalúa los indicadores de igualdad de 148 países en todo el mundo. Reuters

En el ámbito de empoderamiento político, España obtiene una puntuación de 0,493 y ocupa el puesto 11 del mundo. Uno de sus grandes logros es la paridad ministerial, con una puntuación perfecta de 1, que la sitúa en el primer puesto gracias a la composición equilibrada del Consejo de Ministros.

Sin embargo, el país nunca ha tenido una mujer en la jefatura del Estado ni del Gobierno, y su puntuación en ese indicador es 0. Además, la representación femenina en el Parlamento, aunque alta (0,795, puesto 15), todavía no alcanza la plena paridad.

En el apartado de libertades y derechos, cumple con los estándares internacionales: tiene igualdad legal en el acceso a servicios financieros, tierras, activos, justicia, movimiento y divorcio.

El permiso de parentalidad es de 112 días compartidos para ambos progenitores, pero el informe no ofrece datos sobre el uso efectivo ni sobre el tiempo dedicado por sexos a los cuidados no remunerados, que sigue siendo uno de los grandes vacíos estructurales de las políticas de igualdad.

Un aviso a tiempo

La caída de España en el ranking no implica un retroceso absoluto, pero sí marca un punto de inflexión. Aunque sigue estando por encima de la media mundial —el índice global de paridad en 2025 es del 0,688—, pero se queda rezagada frente a los líderes europeos. Islandia (0,926), Finlandia (0,879), Noruega (0,863) y Suecia (0,817) ocupan las primeras posiciones a nivel global.

También han adelantado a España países como Alemania, que con una mejora notable en participación económica ha conseguido subir al noveno puesto, o el Reino Unido, que ha escalado hasta el cuarto lugar mundial.

El informe advierte que, a pesar de que muchos países han alcanzado la paridad en educación y salud, las brechas económicas y políticas siguen siendo las más difíciles de cerrar.

De hecho, al ritmo actual, se necesitarán 123 años para lograr la paridad de género global, 135 años para cerrar la brecha en participación y oportunidades económicas, y hasta 162 años para alcanzar la igualdad en empoderamiento político.

“En un contexto de avances tecnológicos, conflicto geopolítico e incertidumbre económica [...] la igualdad de género no es solo un principio, es una estrategia. Los países que aprovechan todo su capital humano están mejor preparados para afrontar la transformación económica, la innovación y el crecimiento sostenible”, expresa Saadia Zahidi, directora general del Foro Económico Mundial.