
El Papa Francisco saluda a los fieles durante una audiencia general en la Plaza de San Pedro, Ciudad del Vaticano. EFE
El papa Francisco, un visionario de la igualdad en el Vaticano: de su lucha contra los abusos a nombrar a la primera 'ministra'
El pontífice fue impulsor de discretos pero importantes avances que marcaron un antes y un después en la historia de la institución.
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Esta mañana, Roma y el mundo entero han amanecido con una trágica noticia: el papa Francisco ha fallecido a los 88 años en su residencia de la Casa Santa Marta. Así lo ha anunciado el cardenal Kevin Joseph Farrell, en un mensaje grabado en vídeo que ha informado de la muerte del eclesiástico, cuyo estado de salud se había debilitado significativamente en los últimos meses.
12 años como pontífice y jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano. La trayectoria de Jorge Mario Bergoglio ha sido una de las más mediáticas de la historia de la institución. Durante su carrera, llevó a cabo un proceso discreto pero continuado de transformación de la Iglesia católica, desde la que impulsó una mayor presencia de la mujer y luchó contra la discriminación dentro y fuera de esta.
Destacó por ser un hombre abierto al cambio y por tratar de adaptar la Santa Sede a la vida contemporánea, dentro de los límites que una posición como la suya puede comprender. "Una sociedad que no reconoce a las mujeres los mismos derechos que a los hombres se empobrecerá", dijo en una entrevista en 2022 quien nueve años antes recibió el testigo de Benedicto XVI tras una renuncia que copó titulares y portadas.
"La Iglesia es mujer", o al menos eso era habitual escucharle decir cuando le preguntaban cómo podía convertirse la institución en un lugar más justo y adecuado para ellas. "Si no sabemos comprender qué es una mujer, qué es la teología de una mujer, nunca entenderemos qué es la Iglesia", expresó en diciembre de 2023 en una audiencia privada con la Comisión Teológica Internacional creada allá por 1969.
En el acto, Francisco I aseguró que "esa dimensión femenina de la Iglesia" sería en adelante el centro de los trabajos del consejo C9, el grupo de cardenales encargados de ayudarle en el gobierno de la Iglesia. Este consideraba que un aperturismo moderado podría hacer "que las cosas funcionen mejor que antes".

Francisco I nombra a la británica Helen Alford presidenta de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales. Archivo EE
Aperturismo, sí, aunque discreto
Consciente de la importancia de feminizar la estructura de poder vaticana, el argentino nombró el pasado enero a la primera mujer como prefecto del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica.
El nuevo cargo de Simona Brambilla, de 59 años y hasta entonces ocupada en el secretariado del mismo Dicasterio desde 2023, pareció abrir un nuevo capítulo en la historia de la Santa Sede.
Hasta el momento, solo un 22% de los cargos administrativos en la Iglesia están ocupados por mujeres, un porcentaje que el Papa quiso ampliar. Según Vatican News, en el año 2010, bajo el pontificado de Benedicto XVI, 4.053 personas estaban empleadas, 697 de las cuales eran mujeres (alrededor del 17%).
En 2019, el porcentaje subió al 22%, alcanzando las 1.016 empleadas tras la reforma que planteó Francisco I a su llegada. La transformación, en ocasiones tildada de lenta o cuestionada por el rechazo al diaconado femenino, se materializó en ejemplos como los de Raffaella Petrini, Alessandra Smerilli, Yvonne Reungoat o María Lía Zervino; todas con cargos de responsabilidad en la Santa Sede.
Igualmente destacable es el nombre de Emilce Cuda, que en 2023 pasó a ser la mujer laica con el cargo más alto de la Curia. En una entrevista concedida este año a Magas, la teóloga definía a su jefe como "una persona muy amistosa" que "entabla relaciones de amistad y reconocimiento".
En contra de los abusos
El octavo soberano del Vaticano se posicionó en múltiples ocasiones en contra de los feminicidios, la mutilación femenina o la explotación, asegurando que "toda violencia infligida a la mujer es una profanación de Dios, nacido de una mujer".
En 2014 creó la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores, un organismo consultivo con participación de laicos y víctimas. Además, exigió que cada diócesis del mundo contase con estructuras específicas de recepción de denuncias y acompañamiento.
Cinco años más tarde, promulgó el motu proprio Vos Estis Lux Mundi, que estableció la obligatoriedad de denunciar abusos, incluso los cometidos por obispos o encubiertos por superiores. También suprimió el secreto pontificio en los casos de abuso sexual, y, en el plano social, participó en numerosas apariciones públicas así como en encuentros personales con las víctimas.
En febrero de 2023, lanzó la red Super Nuns (Super Monjas) para apoyar a las religiosas que trabajan en el rescate y la rehabilitación de víctimas de la trata. Asimismo, llevó a cabo numerosas acciones para enfrentar la crisis de abusos sexuales en la Iglesia.
En abril del año pasado, en un vídeo difundido por el Vaticano, abogaba por que "la dignidad y la riqueza de las mujeres sean reconocidas en todas las culturas, y para que cese la discriminación que sufren en diversas partes del mundo".

Los Reyes de España con el Papa en 2014. Archivo EE
El fallecimiento de Francisco I ha desencadenado una ola de muestras de reconocimiento en todo el mundo. Entre ellas, las del Padre Ángel, quien ha asegurado en una entrevista para Artículo 14 que "creyó mucho en las mujeres" y que incluso fue "el Papa más feminista", pese a que él mismo nunca se consideró parte del movimiento.
En la cumbre antipederastia del Vaticano en 2019, la profesora de Derecho Canónico Linda Ghisoni dio una ponencia. Al ser preguntado sobre el hecho de que una mujer participase en esta cumbre, Francisco I rechazó que fuese un acto feminista, y dijo: "Invitar a hablar a una mujer no es entrar en la modalidad de un feminismo eclesiástico, porque a fin de cuentas todo feminismo termina siendo un machismo con faldas".
Seis años más tarde, recuerda el Padre Ángel, la igualdad de género acabó siendo una de sus grandes prioridades junto a la pobreza, la migración y la soledad. Su deceso deja debates pendientes para el Vaticano en torno a cuestiones como el aborto, la eutanasia —con las que el argentino fue muy crítico— o el matrimonio igualitario —sobre la que impulsó importantes avances al aprobar que los sacerdotes pudieran administrar bendiciones a las parejas del mismo sexo—.
Aunque existe la posibilidad de que el nuevo sucesor adopte "otra línea distinta" a la trazada en este pontificado, el presidente de Mensajeros de la Paz confía en que no se produzcan retrocesos: "La Iglesia nunca ha vuelto atrás. Siempre va hacia adelante, aunque haya agoreros a los que les gustaría que así fuera. Y [Francisco I] fue un Papa que tenía los pies en la Tierra", expresaba al medio.