Castellar Viejo.

Castellar Viejo. Guía Repsol

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Este es el único pueblo de España que vive dentro de un castillo: casas, calles y vecinos entre murallas medievales

Andalucía guarda tesoros únicos, y entre ellos destaca un pequeño pueblo gaditano donde el tiempo parece haberse detenido entre murallas medievales.

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Andalucía es una región repleta de belleza con mucho que ofrecer a los visitantes de sus diferentes municipios, en muchos casos convertidos en postales de ensueño y llenos de historia, tradición y cultura. Entre todas ellas, hay un pueblo andaluz que tiene la particularidad de ser uno de los pocos que vive dentro de un castillo, de forma que hay casas, calles y vecinos entre murallas medievales únicas en el país.

Estamos hablando de Castellar de la Frontera, en Cádiz, un pueblo formado por dos núcleos urbanos: Castellar Viejo y Castellar Nuevo. El primero está situado en el interior de las murallas del Castillo de Castellar, que es una fortaleza medieval situada a 248 metros sobre el nivel del mar declarada Bien de Interés Cultural y Monumento Histórico-Artístico, mientras que la parte más nueva se creó a petición del Instituto Nacional de Colonización en 1971.

Al visitar Castellar Viejo, los visitantes pueden disfrutar de una gran cantidad de viviendas y monumentos adaptados a los rincones de este castillo, dando lugar a un entramado de calles blancas y empedradas y pequeñas plazas que conforman un municipio que ha logrado ser incluido en la lista de “Los Pueblos más Bonitos de España”.

Cuando el original pueblo vio que se quedaba sin espacio en el interior del recinto amurallado de su castillo, se convirtió en el núcleo de Castellar Viejo, para ceder la modernidad a un Castellar Nuevo, que empezó a crecer a partir del año 1971, a 8 kilómetros del antiguo enclave. Este también ha ido creciendo con el paso del tiempo alrededor de la iglesia del Divino Salvador.

En él se guarda la talla del Santísimo Cristo de la Almoraima, un crucifijo de pasta de madera que data del siglo XVI. Su plaza de Andalucía posee una escultura que conmemora el XXV aniversario de la creación del nuevo pueblo, siendo otro de esos lugares de gran interés que se puede disfrutar en Castellar de la Frontera, un municipio repleto de atractivos.

Un pueblo en una fortaleza árabe

Castellar de la Frontera se encuentra en pleno Campo de Gibraltar, en el Parque Natural de los Alcornocales, siendo una localidad que tiene unas espectaculares vistas, entre las que se encuentran el Peñón de Gibraltar y la bahía de Algeciras, pues el pueblo se sitúa encima de un cerro. Dentro de la fortaleza destaca el Castillo nazarí, así como el Palacio del Marqués del Moscoso.

Este pueblo se encuentra en una fortaleza árabe del siglo XIII que era utilizada para defender el reino de Tarifas, de Algeciras, y que en su momento fue residencia de los Condes de Castellar. Posee una planta de forma irregular y un recinto amurallado con cubos, barbacanas, torres de flanqueo y torres de ángulo cuadradas.

Entre los edificios que componen la fortaleza y que hay que destacar se encuentran el alcázar de los Condes de Castellar, el Ayuntamiento, la Iglesia del Divino Salvador y la torre del Homenaje.

Asimismo, hay que destacar el balcón de los amorosos, un mirador con unas vistas impresionantes de la zona y que debe su nombre a la leyenda de dos jóvenes enamorados que se juraron amor eterno en el lugar y que finalmente perdieron la vida de una manera trágica.

Qué ver en Castellar de la Frontera

Al núcleo antiguo de Castellar de la Frontera se llega tras recorrer 10 kilómetros por una carretera que ofrece vistas de la sierra que protege el Parque Natural de Los Alcornocales. Desde bastante distancia se pueden apreciar los frondosos bosques con las torres y altos muros que, a medida que uno se acerca, se muestran como una fortaleza oculta en medio de la naturaleza.

En este lugar, a diferencia de lo que sucede en otros rincones similares en España, no todo termina en un muro sin nada detrás o que son inaccesibles, sino que se llega a un pueblo de casas blancas que supo aprovechar cada espacio del interior que abraza el perímetro de una antigua fortaleza, creando así un lugar único que hace las delicias de cualquier visitante.

La fortaleza de Castellar de la Frontera tiene sus raíces en el siglo XIII, en tiempos de luchas entre cristianos y musulmanes, cuando el bastión formaba parte de la línea defensiva del reino de tarifas de Algeciras. Fue construida por los árabes con el fin de controlar el paso estratégico del estrecho de Gibraltar, y desde ese mismo lugar, comenzó la conquista de toda la Península Ibérica. Luego fue poseída por la nobleza medieval cristiana.

Todo el conjunto histórico de este pueblo se asienta sobre un cerro irregular que le confiere una ubicación privilegiada, con callejuelas empedradas en las que se alinean casitas blancas de una sola planta.

De esta forma, nos encontramos ante un pueblo con un rico patrimonio monumental y natural, siendo uno de los pocos ejemplos que existen de núcleo habitado en el interior de una fortificación. Ha logrado conservar su carácter medieval con el paso del tiempo y, junto a su patrimonio histórico, destaca por sus valores naturales.

Los visitantes no solo pueden disfrutar de toda la belleza de sus construcciones y de las propias calles del pueblo gaditano, sino también por las numerosas opciones que ofrece para los amantes del senderismo, puesto que da pie a distintas rutas en el Parque Natural de Los Alcornocales.