Un camionero español habla del mejor trabajo que se puede tener en el rubro Freepik
Alex, camionero, no se corta sobre el mejor trabajo que se puede tener en el rubro: "Yo soy el que se planifica la ruta"
Elegir una modalidad dentro del transporte no solo define el sueldo, también marca el ritmo de vida.
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Alex lleva años en la carretera y ha pasado por distintas realidades del sector. En una charla en YouTube con Laur, camionero y creador del canal Laur Garajes, explica por qué su visión sobre el “mejor trabajo” ha cambiado con el tiempo. Su conclusión es clara: la diferencia no está en los kilómetros ni en la nómina, sino en cómo se trabaja y en la libertad que se tiene al conducir un tráiler.
Volver a casa no siempre significa descansar mejor
Durante la conversación, Alex parte de una experiencia compartida con muchos conductores: el transporte local. Para muchos, llegar a casa cada día parece la opción ideal, pero él matiza que esa cercanía tiene un coste alto. Jornadas que se alargan sin un final claro, horarios que se encadenan y descansos que rara vez son completos acaban pasando factura.
Reconoce que el trabajo local permite mantener una vida social más activa y ver a la familia a diario, pero también explica que el cansancio acumulado y la falta de previsión convierten muchos días en una carrera contrarreloj. Para él, ese desgaste continuo pesa más que la comodidad aparente de dormir siempre en casa.
La importancia de horarios claros y rutinas estables en el transporte internacional
Alex destaca el transporte internacional por una razón clave: el orden. Explica que, en su caso, esta modalidad le ha permitido algo básico pero poco habitual en el sector, como conducir principalmente de día y dormir de noche. Para él, esto marca una diferencia enorme tanto a nivel físico como mental.
Mientras en rutas cortas es habitual empalmar turnos y ajustar el descanso al límite, en internacional los tiempos están mucho más definidos. Para Alex, saber cuándo toca parar y cuándo retomar la marcha le ha devuelto una sensación de equilibrio que antes no tenía.
El punto que termina de inclinar la balanza es la autonomía. En el transporte internacional, Alex destaca que puede organizar sus trayectos, ajustar tiempos y coordinar paradas según su estado físico o las circunstancias del viaje. “Yo soy el que se planifica la ruta”, afirma.