El presidente ejecutivo de Feneval, Juan Luis Barahona.
El presidente ejecutivo de Feneval reclama a la Comisión Europea por el “efecto dominó” de la normativa cero emisiones
La Federación Nacional Empresarial de Alquiler de Vehículos (Feneval) y otras asociaciones europeas han pedido a la Comisión Europea detener la obligatoriedad de compra de vehículos cero emisiones para flotas corporativas.
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Diferentes organismos de la industria automotriz, incluyendo a la Federación Nacional Empresarial de Alquiler de Vehículos con y sin conductor (Feneval) desde España, han alzado la voz ante las autoridades de Bruselas.
Un numeroso grupo de asociaciones empresariales firmó un escrito dirigido a Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, para expresar su inquietud frente a la iniciativa que busca obligar a las flotas corporativas a adquirir vehículos cero emisiones, algo que el sector considera inviable bajo las condiciones actuales.
¿Por qué solicitan frenar la imposición de vehículos eléctricos?
Los firmantes alertan que esta medida frenaría la competitividad de las compañías en cualquier ámbito europeo. Según la información recogida por Europa Press, obligar a esta transición pondría en peligro a la industria automotriz del continente y los millones de empleos que genera.
Por ese motivo, solicitan a la Comisión Europea que reconsidere la normativa y trabaje junto a los Estados miembros para eliminar trabas antes de imponer obligaciones. El objetivo debe ser garantizar la fortaleza económica comunitaria.
“Solicitamos a la Comisión Europea que reconsidere la adopción de esta nueva normativa y que, en su lugar, trabaje de la mano de cada uno de los Estados miembros, así como de las propias empresas, para construir las mejores prácticas en condiciones óptimas que nos permitan descarbonizar nuestras flotas de forma sostenible y viable”, señaló Juan Luis Barahona, presidente ejecutivo de Feneval.
“El objetivo común que perseguir debe ser garantizar la fortaleza económica de la Unión Europea, los empleos asociados a ella y un camino sostenible hacia una movilidad corporativa asequible”, pidió el representante de Feneval.
Problemas de infraestructura y riesgos para el mercado
El principal obstáculo para la adopción masiva de esta tecnología en el transporte y los coches de empresa es la carencia de una red de recarga eficiente.
Feneval advierte que imponer cuotas de cero emisiones sin la infraestructura adecuada solo lograría que se extienda la vida útil de los vehículos antiguos, lo cual impediría el rejuvenecimiento del parque móvil por los costes insostenibles.
Barahona asegura que “Todo sería un efecto dominó, provocaría una disminución en las matriculaciones de vehículos nuevos y dificultaría la capacidad de nuestras empresas para atender adecuadamente a sus clientes”.
“Sin duda, perjudicaría aún más la competitividad de los fabricantes europeos y de sus proveedores en un momento económico ya de por sí complejo”, puntualizó.