Antonio declaró que la demanda de energía podría no ser brindada ante la estructura actual.

Antonio declaró que la demanda de energía podría no ser brindada ante la estructura actual. Unsplash Omicrono

Motor

Antonio, tricampeón en Jarama, habla sin filtros sobre la electrificación del sector: “A lo mejor dentro de 50 o 100 años”

El experto señaló que la industria necesita tiempo para adaptarse a este tipo de vehículos.

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En un entorno donde la transición hacia el vehículo eléctrico avanza entre dudas, presión regulatoria y falta de infraestructuras, el debate sobre el futuro de los motores de combustión está más vivo que nunca. Una de las voces más reconocidas en el sector, Antonio, tricampeón del Circuito Madrid del Jarama, se unió la discusión dejando en claro que el tiempo será determinante para entender a la perfección esta transición.

Un tricampeón que no se muerde la lengua

En una conversación en el canal de YouTube Rutas de Éxito, el especialista reflexionó, en primer lugar, que el actual panorama no debe castigarse: “a seguir quemando gasolina, cuanta más, mejor”, bromeó. Explicó que lleva años compitiendo con combustibles renovables como el HVO 100% y que entiende la necesidad de avanzar, pero rechazó la idea de una implantación total e inmediata del coche eléctrico.

El piloto defendió que la industria necesita tiempo. Recordó que en los inicios de la automoción convivieron tecnologías distintas, vapor, gasolina, electricidad, hasta que una terminó imponiéndose.

Para él, esa transición futura también podría mezclarse: baterías, hidrógeno y combustibles renovables coexistirían durante décadas antes de que una solución domine. Y dejó claro su escepticismo: imaginar un país como España completamente electrificado “en 10 años” le pareció directamente inviable.

Un reto imposible: enchufes, red eléctrica y producción energética

Antonio planteó además la realidad cotidiana de millones de familias que viven en pisos sin garaje, con dos o tres coches aparcados en la calle. “¿Dónde lo enchufas?”, repitió varias veces para subrayar la falta de infraestructuras. Y aunque existieran, dudó de que la red eléctrica fuese capaz de soportar una demanda masiva. Su conclusión fue directa: quizá dentro de “50 o 100 años” pueda ser una realidad, pero hoy no lo ve posible.

El tricampeón admitió que puede estar equivocado, pero insistió en que los plazos actuales no encajan con la realidad energética del país. Mientras tanto, confesó sin tapujos que seguirá disfrutando de los motores de combustión “mientras duren” y mientras las normativas lo permitan.

Camiones eléctricos: viabilidad limitada y costes disparados

Al hablar del transporte pesado, su visión se volvió aún más crítica. Reconoció que los camiones eléctricos pueden funcionar en reparto urbano o rutas cortas, pero lo ve poco viable para larga distancia. Señaló que ya existen modelos que alcanzan buenos kilometrajes, pero que siguen siendo demasiado caros, y que ni siquiera está claro cómo funcionarán las subvenciones.

Según su experiencia, el problema no es que la tecnología no avance, sino que aún no resuelve los requisitos reales del transporte profesional. Incluso en turismos, aseguró que él podría usar un eléctrico para el día a día, para bajar a Madrid o hacer gestiones, pero no para viajes largos donde depender de cargadores ocupados o averiados puede convertir un desplazamiento en una odisea.

“No se puede imponer”: el riesgo de obligar a quien no puede permitírselo

Antonio recalcó un punto esencial: la electrificación no puede imponerse por decreto cuando mucha gente no puede asumir el coste de un vehículo eléctrico. Consideró razonable que algunas empresas tengan cuotas mínimas en sus flotas, pero alertó de que convertirlo en obligación general sería injusto y poco realista.

El piloto no renegó del avance tecnológico, pero pidió que se tenga en cuenta la situación económica de los consumidores y las enormes diferencias entre zonas urbanas y rurales. A su juicio, el futuro será mixto, con varias tecnologías conviviendo, y dependerá de cómo evolucione la industria y la energía disponible.