Máximo concluyó que la etiqueta cero “no cuenta toda la verdad”.

Máximo concluyó que la etiqueta cero “no cuenta toda la verdad”.

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Máximo, experto en automoción, sobre los vehículos más contaminantes: “Hay coches con etiqueta cero que contaminan más”

El especialista explicó que la etiqueta ambiental no siempre refleja el verdadero impacto ambiental del coche.

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El experto en automoción Máximo López, creador del canal de YouTube Garaje Hermético, afirmó que la etiqueta ambiental no siempre refleja la contaminación real de un coche. Según explicó, incluso existen modelos con etiqueta Cero que generaron más impacto que otros clasificados como C o B.

La comparativa completa de contaminación

El especialista declaró que, para entender qué coche contamina más, evaluó tres fases: fabricación, uso y reciclaje, aplicadas a un vehículo medio del segmento C durante 10 años. Señaló que la primera gran diferencia aparecía en la producción: fabricar un eléctrico generó muchas más emisiones que fabricar un coche térmico, debido al proceso de obtención de materiales para las baterías.

Como ejemplo, mencionó un estudio de Volvo: producir un XC40 de gasolina supuso 14 toneladas de CO₂, mientras que fabricar su equivalente eléctrico alcanzó 25.

El uso diario modifica el resultado, pero menos de lo esperado

Durante la fase de uso, el eléctrico redujo su impacto gracias a menores emisiones en circulación. Aun así, Máximo indicó que la diferencia final no fue tan amplia: un eléctrico acumuló unas 32,5 toneladas de CO₂ en 10 años, frente a las 38,9 de un gasolina. “Gana el eléctrico, pero por un margen más pequeño del que se suele pensar”, señaló.

El experto advirtió que el análisis económico cambiaba por completo. Recordó que la batería tiene una garantía habitual de 8 años o 160.000 km y que su sustitución puede costar entre 10.000 y 20.000 euros si falla fuera de garantía. Según dijo, este riesgo “anula de golpe” cualquier ahorro por consumo y desploma el valor de reventa de un eléctrico de 10 años.

El híbrido enchufable, el más afectado por la nueva normativa

Máximo también mencionó que los híbridos enchufables iban a sufrir un aumento notable en sus emisiones homologadas por el ajuste del utility factor, lo que provocaría la pérdida de ayudas, subida de impuestos y fin de los consumos irreales por debajo del litro.

En España, añadió que la futura revisión de etiquetas de la DGT podría hacer que muchos enchufables pierdan la Cero y que los microhíbridos pasen a etiqueta C, aunque recordó que la postura oficial sostiene que el cambio no será retroactivo.

El veredicto final

Según su análisis, el ranking medioambiental a 10 años quedó así: menos contaminante el eléctrico, seguido del híbrido convencional, luego el gasolina y, por último, el híbrido enchufable si no se utiliza correctamente.

Máximo concluyó que la etiqueta “no cuenta toda la verdad” y que el uso real y la evolución normativa importan más que el distintivo del parabrisas.