Un perro y un gato durmiendo juntos.

Un perro y un gato durmiendo juntos.

Mascotario

Una educadora animal, sobre qué mascotas quieren más a sus dueños: "Los gatos se vinculan un 7% más que los perros"

Marta Olivares explica los resultados de una reciente investigación que ha cambiado el paradigma, demostrando que los gatos crean lazos duraderos. 

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Angelica Rimini
Publicada

Durante años, la ciencia ha centrado su atención en los perros a la hora de estudiar los vínculos afectivos con los humanos, dejando a los gatos en un segundo plano.

Según explica Marta Olivares, educadora felina, esto se debe en parte a que a los caninos se les ha atribuido históricamente la capacidad de crear lazos sociales, ejemplificada en problemas como la ansiedad por separación.

Sin embargo, una reciente investigación ha cambiado el paradigma, demostrando que los felinos no solo crean estos lazos, sino que lo hacen con porcentajes de apego seguro sorprendentemente altos.

Mientras el 65% de los niños mostró tener una figura de seguridad, con los perros las cifras descendían al 58% y con los gatos suben al 65,5% superando cualquier expectativa. "La mayoría de los felinos logran establecer vínculos profundos".

El fin de una comparación injusta

Tradicionalmente, se ha creído que los gatos no sufren ansiedad por separación bajo la premisa coloquial de que "a tu gato le va a dar igual que te vayas de casa porque no te quiere tanto". La experta señala que esta visión surge de una "comparativa innecesaria e injusta hacia los gatos" frente a los perros.

No obstante, al igual que se hizo en el pasado con niños, primates y perros, la ciencia ha aplicado por fin el Secure Base Test (Test de base segura) a los gatos para evaluar su comportamiento.

La metodología consistió en situar al gato y a su cuidador en una habitación desconocida durante dos minutos, seguidos de dos minutos de soledad para el animal y, finalmente, una fase de reencuentro.

Un refugio seguro

El análisis del lenguaje corporal y las conductas durante el experimento reveló dos grupos diferenciados. Por un lado, aquellos gatos que no mostraban apego y continuaban estresados o indiferentes tras el regreso de su dueño.

Por otro lado, el grupo que sí estableció una "figura de apego y seguridad en sus cuidadores". Marta ilustra la reacción de este último grupo describiendo el proceso mental del felino: ante el estrés de un entorno desconocido, el regreso del humano actúa como un bálsamo.

El gato percibe que "está aquí, seguro que todo irá bien porque cuando estoy con él me animan y me cuidan". En estos casos, el estrés del animal se rebaja considerablemente ante la presencia de su cuidador porque es su figura segura.

La ansiedad por separación

El estudio también arrojó luz sobre la ansiedad por separación. En una segunda fase con gatos jóvenes (de un año), se observó que aquellos con un apego seguro eran, paradójicamente, los más propensos a maullar o mostrar estrés cuando el dueño salía de la habitación.

Esto confirma que la ansiedad por separación en gatos es real y está ligada a la incapacidad de gestionar la soledad lejos de su figura de referencia. Para la comunidad científica, estos hallazgos son revolucionarios. "Abren todo un nuevo mundo de posibilidades", afirma con entusiasmo la presentadora.

Este descubrimiento valida lo que muchos propietarios ya intuían: que el afecto de sus mascotas no es solo interés por la comida. "Cuando te salude súper feliz, deja de pensar que es solo por la comida, porque sí, puede que tu gato te quiera y que tenga esa figura de seguridad y apego en ti", concluye Marta.