Laura Londoño con Ernesto y su perra.

Laura Londoño con Ernesto y su perra.

Mascotario

Laura, la veterinaria que rescató y adoptó a un pato bebé: "Tenía 2 semanas de vida cuando un gavilán intentó atacarle"

Laura Londoño decidió acoger a Ernesto en su casa y empezó a cuidarlo como a otro miembro más de su familia multiespecie. Duerme con ella y socializa con los caballos. 

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La veterinaria y amante de los animales, Laura Londoño ha dado la bienvenida a un nuevo y diminuto integrante a su santuario multiespecie. Se trata de Ernesto, un patito bebé cuya llegada fue tan inesperada como urgente.

La historia de Ernesto, un polluelo de apenas entre una y dos semanas de vida, comenzó de forma dramática el sábado por la tarde, cuando Laura recibió un mensaje crucial. Una amiga le alertó sobre un pequeño pato que había sobrevivido a un ataque mortal.

Un gavilán había atacado a la nidada, devorando a los seis hermanos del patito. Alejandra no tuvo corazón para dejarlo allí y decidió rescatarlo, aunque vivía en un apartamento y no sabía qué hacer con él", cuenta la veterinaria en un vídeo de YouTube.

La decisión de Alejandra fue firme, pues sabía que dejarlo significaba la muerte: "No pude dejarlo ahí porque obviamente lo va a matar el gavilán. Entonces me lo llevé a casa".

Una espera angustiosa

Al recibir la fotografía del patito, la respuesta de Laura fue inmediata y definitiva. A pesar de estar fuera de la ciudad, no lo dudó: "Yo no lo pensé dos veces y yo dije 'Sí'". 

Laura ya acoge a tres patos rescatados: Vainilla, Oreo y Chocolate y sabe que su santuario era el lugar ideal. Sin embargo, la espera fue angustiosa. La veterinaria confiesa que el impacto emocional de la noticia fue duro.

"Yo ese día no tuve vida; mejor dicho: no dormí nada. Quería volverme e ir a recogerle ya, necesitaba conocerle". Finalmente, el domingo a las 17:30, Laura recogió al patito en casa de Alejandra, quien ya lo había bautizado como "Pez".  "No dudé: su nombre iba a ser Ernesto", cuenta Laura.

Debido a su minúsculo tamaño, Ernesto pasó su primera noche con Laura en el apartamento. La mañana siguiente, el encuentro con los otros miembros de la familia multiespecie, fue revelador.

Una noche de adaptación

Al conocerlo, la perra Bora mostró un instinto inmediato por protegerlo, vinculado a su instinto maternal y su necesidad por la limpieza. "Bora inmediatamente lo quería lamer por todas partes. Él defecaba y ella quería ir a limpiarlo, estaba como pendiente todo el tiempo".

Por su parte, los gatos, aunque mostrando un instinto cazador, se mantuvieron tranquilos. Ernesto demostró ser un pato completamente dependiente de su rescatadora, persiguiéndola por todos los lados.

La hora de dormir se convirtió en un desafío. Inicialmente, intentaron dormir con él en la cama, pero Laura temía un accidente debido a su fragilidad. "Me daba mucho susto dormir con él en la cama porque es muy pequeño. Entonces uno fácilmente lo puede lastimar, aporrear o tener un accidente".

Lo reubicaron en un espacio organizado en el baño, pero el patito protestó vigorosamente. "No paraba de llorar". Solo después de aplicar la técnica de extinción (esperar a que se calme), Ernesto concilió el sueño.

Llegada al paraíso

A la mañana siguiente, Ernesto fue llevado a su nuevo hogar: el santuario. Allí conoció a los otros animales, aunque las presentaciones iniciales fueron tensas. El patito le tuvo mucho miedo a Josefina y Ángel, los dos caballos. "A pesar de ser tan pequeño, tiene carácter y les hacía frente con el piquito". 

Laura es cauta con las adaptaciones, conoce sus animales y sabe que algunos son muy territoriales. "Me agarro a la esperanza de que de pronto algún animal lo adopte".

Por ahora, Ernesto, que necesita recibir sol para su crecimiento y se cansa fácilmente, permanece en un espacio cerrado y bajo la estricta vigilancia de Laura. "Estoy pensando en mudarme en el santuario para asegurar su adaptación y crecimiento".

La veterinaria se mostró profundamente agradecida con Alejandra por no ignorar la situación. "Realmente es muy fácil fingir que no nos damos cuenta y dejar a un animal en una situación peligrosa. Ernesto probablemente no estaría vivo en este momento".

Ha pasado poco tiempo, pero Laura asegura que entre ella y Ernesto ya hay un vínculo muy fuerte. . En su nuevo paraíso, el pato rescatado recibirá todos los cuidados que merece.