La etóloga felina Pilar Guerrero da la clave para teletrabajar con tu gato: Hay que aprender a poner limites firmes y sanos

La etóloga felina Pilar Guerrero da la clave para teletrabajar con tu gato: "Hay que aprender a poner limites firmes y sanos"

Mascotario

La etóloga felina Pilar Guerrero da la clave para teletrabajar con tu gato: "Hay que aprender a poner límites firmes y sanos"

Esta dinámica se puede romper estableciendo una rutina de juego diaria que lo deje relajado, sin necesidad de ignorarle ni regañarle.

Más información: Paula Calvo, etóloga y antropóloga: "Te sorprenderá lo que pueden decirse los perros y gatos sin usar palabras"

Publicada

"Esto es lo que no te recomiendo hacer con tu gato si trabajas desde casa", exhorta la etóloga Pilar Guerrero en un post de Instagram. Trabajar desde casa puede ser un verdadero reto si convives con un gato que demanda tu atención constantemente.

"Comienza el día y te sientas frente a tu mesa de trabajo con una lista de tareas por cumplir. Pero no pasa mucho tiempo hasta que tu gato decide que trabajar es aburrido y empieza a llamar tu atención".

En estos casos, es común que el animal empiece a maullar insistentemente, reclamando que le prestes atención. Cuando ve que no funciona, recurre a rascar las puertas de manera repetida o a tirar cosas al suelo.

Si nada de ello da resultado, se sube a la mesa y comienza a pasear entre tus papeles o incluso sobre el teclado. Puede tumbarse detrás del ordenador e incluso decidir que es mejor bajar la pantalla.

A veces llega a mostrar un lado más agresivo a través de pequeños mordiscos. En algún punto de esta "performance", terminas levantándote, porque ves que, de lo contrario, será imposible concentrarte. Entonces decides jugar un poco con él, esperando que se calme.

Una dinámica

"Esto es una dinámica, un hábito, y la causa de que suceda todos los días es que nosotros mismos estamos reforzando la situación". Cuando nos levantamos y le hacemos caso, el mensaje que recibe es claro: "si insisto, al final me hacen caso".

Y, como aprende que funciona, repetirá la conducta a diario.

Si lo que ocurre es que tu gato no te deja tranquilo durante tus horas laborales, lo que realmente pasa es que no cuenta con una rutina de juego sólida que le permita liberar su energía.

Tampoco sabe entretenerse por sí mismo, y seguramente ya habrás comprobado que dejarle juguetes tirados por la casa no es una solución real. A esto se añade la ausencia de límites claros en la convivencia.

"Tu gato no ha entendido que hay momentos en los que no estás disponible, lo cual es completamente normal si sus necesidades de juego y estimulación no están satisfechas".

Lo que no hay que hacer

En este escenario, lo peor que puedes hacer es ignorarlo durante horas, porque eso solo multiplicará su frustración. Tampoco es recomendable regañarle o castigarle, ya que lo único que lograrías sería aumentar su ansiedad y deteriorar el vínculo.

Otro error muy común es prestarle atención cada vez que interrumpe tu trabajo. Aunque a corto plazo parezca la forma más rápida de solucionarlo, en realidad le estás enseñando que la insistencia da resultado, consolidando así un hábito difícil de romper.

Lo importante es comprender que no tienes por qué resignarte a pensar que trabajar con un gato en casa es "lo que hay". No es cierto. Sí, puedes conseguir que se sienta satisfecho y tranquilo aunque tú estés ocupado.

Una buena rutina

"Para ello es esencial establecer una rutina de juego diaria que lo deje relajado, sin necesidad de pasar tres cuartos de hora seguidos jugando con él", afirma Guerrero. Esto es posible gracias a recursos diseñados para que pueda entretenerse solo, completando sus sesiones de juego mientras tú avanzas con tus tareas.

"Además, necesita aprender, de manera clara y constante, que existen momentos en los que no estás disponible, algo que se consigue con límites firmes y sanos".

Seguir en la dinámica actual no es sostenible, ni para ti ni para tu gato. La buena noticia es que, con los métodos adecuados, puedes recuperar tu tranquilidad y al mismo tiempo brindarle a tu compañero felino lo que necesita.

La clave está en reorganizar las rutinas y cambiar la forma en que gestionas esos momentos, para que tu hogar deje de ser un campo de batalla y se transforme al fin en un espacio armónico, donde trabajar a gusto y disfrutar de tu gato sean perfectamente compatibles.