Adrián Cond, veterinario.

Adrián Cond, veterinario.

Mascotario

Adrián Conde (32) revela el problema de conducta en tu mascota: "Algunos perros necesitan psicofármacos"

Este profesional ha compartido un vídeo a través de sus redes sociales en el que explica la importancia de los psicofármacos para animales.

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El uso de psicofármacos en perros y gatos sigue siendo un tema poco conocido y, en muchos casos, rodeado de prejuicios.

Sin embargo, los especialistas en comportamiento animal insisten en que, lejos de ser un recurso extremo, la medicación puede ser necesaria en determinados problemas de conducta para garantizar el bienestar tanto de las mascotas como de las familias que conviven con ellas.

Uno de los profesionales que más controla este asunto es el veterinario Adrián Conde, conocido en redes sociales por su labor divulgativa. En un vídeo publicado recientemente, el especialista ha sorprendido a sus seguidores con una afirmación directa: "¿Sabías que hay problemas de conducta en perros y gatos que precisan de psicofármacos?".

Lo primero y más importante que Conde quiere dejar claro es que estos medicamentos no son una "solución mágica" y que, en ningún caso, pueden sustituir la terapia de comportamiento.

"Un psicofármaco sin la modificación de conducta pertinente, el cambio de pautas, de manejo, de hábitos… es un poco como una venda sin herida, es decir, no sirve de nada", advierte. Por eso, tal y como apunta Conde, el tratamiento siempre debe combinarse con pautas de entrenamiento, cambios en el entorno y ajustes en la rutina del animal.

Otro punto clave señalado por el veterinario es la forma en que se retiran los medicamentos. Muchas personas desconocen que la interrupción brusca puede resultar peligrosa.

"No se retiran de golpe", recalca. La suspensión, añade, debe ser progresiva y estar supervisada por un profesional. De lo contrario, cortar de manera repentina puede empeorar el problema e incluso provocar un efecto rebote.

Asimismo, el especialista también recuerda que el uso de psicofármacos no es idéntico para todos los animales ni para todos los casos.

En este sentido, hay tratamientos puntuales, en los que la medicación solo se utiliza durante una etapa concreta, otros en los que puede no ser necesaria, y situaciones más complejas en las que el psicofármaco debe mantenerse de forma crónica durante toda la vida del animal.

"Lo que siempre estamos buscando es, primero, el bienestar del animal y mejorar su calidad de vida; y segundo, la de su familia y de su entorno", señala.

Más allá del plano individual, Conde subraya que los problemas de conducta en animales de compañía también deben entenderse como un asunto de salud pública. Un perro con episodios de agresividad o un gato con ansiedad extrema no solo afectan a quienes conviven con ellos, sino que pueden representar un riesgo para la comunidad.

"Estamos hablando de un problema de salud pública y, como tal, merece un abordaje en condiciones teniendo en cuenta todas las variables pertinentes, no solo del animal y de la familia, sino también del resto de la población", enfatiza.

Tal como ocurre en humanos, la salud mental de los animales no siempre se resuelve únicamente con paciencia o adiestramiento. En ciertos casos, el apoyo farmacológico es la herramienta que permite reducir el sufrimiento, facilitar el aprendizaje y evitar consecuencias más graves.

No obstante, el mensaje de Conde no termina ahí, este concluye con una idea clara: los psicofármacos no deben verse como un tabú, sino como un recurso médico válido dentro de un tratamiento integral.